Sergio Massa no le cierra la puerta a ningún acuerdo de toda la oposición para hacer una gran PASO. De hecho, desde su espacio lo piden. Mientras tanto, en el Frente Renovador señalan que “no hay ni habrá ningún operativo contención, porque no lo necesitamos”. Esto sostuvo un armador del espacio para salir al cruce de las versiones que indicaban un desesperado intento por contener la sangría de dirigentes.

Desde lo discursivo, los massistas apuntan a operaciones políticas y mediáticas que quieren instalar la polarización del escenario electoral entre Macri y Scioli, enterrando las posibilidades del tigrense. Pero también desde el interior del FR se empieza a ver ca-da vez con mejores ojos la posibilidad de una interna ampliada.

La pide Francisco de Narváez, al punto de prometer bajar su candidatura bonaerense en pos de un acuerdo que junte a toda la oposición. El gesto del “Colorado” (que pugnaría entonces por la vicegobernación) también es una indicación para que Massa baje a pelear por la Gobernación.

Pero Massa todavía se mantiene firme en sus deseos de ir por la presidencial, y dice a quienes negocian con el macrismo que su deseo es competir con Mauricio Macri por el sillón de Balcarce 50. El jefe de Gobierno porteño se niega a esa alternativa.

De cualquier manera, en los últimos días, y sobre todo en el pasado fin de semana, los puentes se siguieron tendiendo, y los emisarios de uno y otro lado continuaron dándole forma a un acuerdo difícil, pero no imposible.

Por abajo, dirigentes del massismo y candidatos distritales se reúnen con los armadores macristas, aunque mantengan su disciplina partidaria y aseguren que jugarán donde Massa indique.

La intransigencia de Macri encontró el domingo, con las declaraciones de Massa sobre no cerrar ninguna discusión electoral, un problema para so-portar las presiones externas acerca de un acuerdo macro entre toda la oposición. Además, las encuestas ya no le sonríen tanto a Macri, y desde su propio espacio le recomiendan que analice seriamente la posibilidad de abrir más el

sector.

Puertas adentro del massismo bajaron el tono a las declinaciones de dirigentes que tomaron otro rumbo y acordaron en resaltar que obedecen a decisiones ligadas a intereses personales.

“No hay efecto dominó, ni estampida, ni miedo a nuevas fugas; se fueron porque no medían individualmente en sus distritos”, dijo a La Tecla un dirigente del FR, quien aseguró que Juan José Alvarez había dejado el Frente Renovador hace tres meses porque no llegó a un acuerdo electoral en su pago chico. Por lo bajo hay quienes sostienen que “Juanjo” fracasó en su intento de acercar a Massa a las filas kirchneristas.

Planteando este escenario, desde el Frente Renovador rechazan la idea de una “reestructura”, de “nuevas estrategias” o de la puesta en marcha “de un operativo contención”. La intención es no mostrarse débiles.

“La única crítica que nos hacemos es haber dilatado su salida, tendríamos que haberlos echado antes”, expresó el dirigente, descartando la posibilidad de que los “idos” hayan sido quienes tuvieron la última palabra, e insisten en que “Massa está en carrera”.