La prédica de la campaña promete diálogo y trabajo arduo para hallar consensos. Esa promesa se diluye ante las necesidades (o lo que el gobernante de turno considera una necesidad). A nadie sorprende que así sea, pero a todos les encanta recordar que aquellas palabras caen en abstracto. Este jueves, Carlos Fernando Arroyo celebrará que el Concejo Deliberante le apruebe la emergencia por 180 días, la herramienta que en el gobierno consideran clave para transitar los meses siguientes. Lejos de aquellas promesas de dialogar con todos, lo hará de la misma manera que lo hizo Gustavo Pulti en 2007: con la mayoría automática que le proporcionan los votos propios y de aliados.

Hacemos futurología: la batalla legislativa de este jueves será larga. Losoficialistas remarcarán una y otra vez el estado calamitoso en el que recibieron el municipio de manos del pultismo. Los oficialistas les pedirán que se hagan cargo y remarcarán que la búsqueda de consenso que prometieron se desmoronó en menos de un mes. Habrá tiros cruzados, chicanas, se abordarán viejas cuentas pendientes y al final se aprobará laemergencia económica, financiera, administrativa, educativa, social y en materia de seguridad pública por los próximos 180 días en General Pueyrredon. Antes que eso ocurra, hay varias cosas que valen la pena remarcar.

Una es que, a priori, no parece necesario incluir la emergencia en materia educativa, social y de seguridad. ¿Las tres áreas relucen por su eficiencia? Claro que no. Sin embargo, en el proyecto que el Ejecutivo envió al Concejo Deliberante no hay motivos claros por los cuales pedir la emergencia.

“Me va a permitir dar soluciones más rápidas”, justificó el intendenteCarlos Fernando Arroyo cuando le preguntaron la razón del proyecto. Pero nunca precisó cuáles eran esas “soluciones”, algo que estaba más detallado en 2007, cuando se especificaba, por ejemplo, la necesidad de comprar alimentos para el Hogar Scarpatti. El encargado de dar esos detalles, se suponía, era el secretario de Hacienda José Reinaldo Cano, casualmente -o no- autor del proyecto de 2007 y de éste. Pero en su presentación en la comisión de Hacienda solo habló de la situación económico y financiera. Se excusó de referirse a áreas puntuales. “Tendrían que preguntarles a los secretarios”, dijo.

Allí apareció en escena la secretaria de Educación, Ana María Crovetto. En una entrevista radial que ella no le había pedido a Cano que se declare la emergencia. Sí había solicitado una auditoría. Al día siguiente, en una entrevista con 0223 dio algunas precisiones más del delicado estado en el que, dijo, se encuentra la cartera educativa. Muchos de esos argumentos, figuran en el escueto informe que este miércoles –unas horas antes de que el proyecto se vote en el Concejo Deliberante- se incorporó al expediente.

El texto habla de la necesidad de construir 4 jardines para reemplazar edificios en alquiler, reparar el techo de “varias escuelas” primarias, así como la reparación de baños, calefactores y calderas y plantea laconstrucción de una escuela secundaria. Edificar cinco inmuebles no parece ajustarse a una situación de emergencia. Forma parte de unapolítica pública en la materia que exige dos cosas: planificación y plata. A juzgar por lo que se ve y se escucha, ambas escasean. Y declarar la emergencia no generará ninguna de las dos.

A Fernando Telpuk seguramente no le habrá sido fácil redactar el informe para justificar la emergencia en seguridad. El actual jefe de la Policía Local y virtual secretario de Seguridad fue jefe de la Policía Local de Pulti y ocupó la titularidad de la secretaría los últimos cuatro meses de gobierno de Acción Marplatense.

Por eso, el exPSA le apuntó fundamentalmente a los incumplimientos de la Provincia en cuanto a la transferencia de recursos. También habla de la necesidad de que la nueva fuerza tenga un edificio acorde para funcionar. En ese punto, Telpuk recordó que se había escogido uno adecuado (Alvarado y Chile), pero no se concretó la compra. Al igual que en el caso de los edificios para las escuelas, no es algo que resuelva una emergencia. “Tengo el expediente en mi escritorio, pero aún no lo leí. De todos modos, la compra de un edificio demanda fondos que hoy el municipio no tiene”, le dijo a 0223 el secretario de Gobierno Alejandro Vicente hace algunas semanas, cuando le preguntó por la opción de compra del exfrigorífico que se había autorizado en el Concejo Deliberante.

Telpuk luego planteó necesidades más humildes que sí podrían ajustarse a una situación que amerite declarar una emergencia para resolverlas con celeridad, sin dar todos los pasos burocráticos que exige la ley. Figuran, entre otros puntos, el mantenimiento de vehículos, combustible, chalecos para el personal, movilidad.

Pero aquí surge otra incógnita. ¿Es necesario declarar una emergencia en seguridad para “acelerar” los pasos administrativos o con la emergencia administrativa y económica era suficiente? Para algunos, lo segundo es suficiente y se incorporaron estas áreas para aparentar una situación más crítica de lo que realmente es. Estos mismos cuestionan que en el proyecto figuren cuestiones como la reducción de viáticos o lasuspensión de teléfonos oficiales que podrían implementarse con un mero acto administrativo del intendente.

“Hoy dieron una conferencia para contar que se cayó el techo de la sala sanitaria 2, mostraron el estado deplorable del centro de salud 1. Y no es la primera vez. (El secretario de Salud, Gustavo) Blanco ya dijo cien veces que el área estaba en estado de abandono, pero no pidieron la emergencia para salud. Es incoherente”, opinó una fuente legislativa.

Todas estas cuestiones seguramente saldrán a la luz este jueves, en la sesión plenaria. Y aquí surgirá otro tema que quedó al desnudo en las comisiones: la dependencia que Arroyo tiene del radicalismo en el Concejo Deliberante. La Agrupación Atlántica no tiene cuadros avezados en la batalla legislativa. El intendente le dio la confianza y la responsabilidad a su hijo de liderar el bloque. Guillermo Arroyo es clave en el armado del jefe comunal y es su principal operador político. Sin embargo, el Concejo Deliberante requiere también de otros manejos que el primero en la línea sucesoria del intendente, por ahora, no adquirió.

Así, las defensas en el cuerpo legislativo recaen en dirigentes con más experiencia, como Nicolás Maiorano, Mario Rodríguez, Luis Rech yCristina Coria, todos aliados circunstanciales de Arroyo. El intendente sabe que esas lealtades están alquiladas y siempre sujetas a cuestiones que pueden variar de un momento a otro.

Al final del jueves todo esto importará poco porque Arroyo tendrá la emergencia tal cual la planteó (salvo por el párrafo incluido en el artículo 1º ante la presión del Sindicato de Trabajadores Municipales). Sin embargo, se trata de todas cuestiones que internamente el arroyismo debe anotar. En la oposición nadie es tan iluso u optimista para suponer que las críticas harán al intendente dar marcha atrás con la idea, pero saben que estas pujas desgastan a un intendente que todavía no llegó a los dos meses de gestión.