Economía quiere “paritarias cuidadas” para evitar que se trasladen a precios

Economía quiere “paritarias cuidadas” para evitar que se trasladen a precios

El Gobierno intentará que las paritarias de los gremios mas fuertes cierren esta semana en una cifra cercana al 25% y empezará a exigir a los empresarios que no actualicen los precios en la misma medida.

La intención de Economía para el último año de gestión de Cristina Fernández es tratar de congelar el aumento en la nominalidad de los salarios, para evitar que impacte en los costos de las compañías y termine por recalentar la inflación.

Después de los cruces con sindicalistas por el techo a las negociaciones salariales el Ejecutivo se dedicará ahora a sostener que la inflación del 2015 estará más cerca del 20% que del 30 por ciento.Y es que de acuerdo a los relevamientos de precios que maneja el Gobierno puertas adentro, la inflación para este año rondaría el 25 por ciento, pero con tendencia a la baja, que no difieren con los guarismos de los privados. Así, la consultora Elypsis y el Estudio Bein también muestran una desaceleración, pero auguran un 26 por ciento.

Si bien el ministro de Economía, Axel Kicillof, negó que haya pedido un techo para las paritarias, el objetivo es que la suba de salarios sea menor de lo que se empezó a discutir hace un mes para “no subir la nominalidad”, según dijo un colaborador del Palacio de Hacienda a este medio. el problema es que 2014 fue el año que más salario real perdieron los trabajadores (según el centro CIFRA, de la CTA de Hugo Yasky, la pérdida de poder adquisitivo fue del 4,5% el año pasado). Por eso, el plan original de Kicillof era que las paritarias 2015 den una recuperación de algunos puntos para que repunte el consumo interno.

Lo que sí puntualizó el funcionario la semana pasada es que tratarán de evitar que los empresarios suban los precios en el mismo porcentaje en el que se incrementen los recibos de sueldo. Si bien va en contra de lo que muchos de los economistas del oficialismo piensan (que la inflación se explica por salarios), lo que insinuó Kicillof es que los hombres de empresa lo usan como excusa.

En efecto, fue el argumento principal que aplicaron los ejecutivos desde marzo durante las negociaciones con el secretario de Comercio, Augusto Costa. En esas reuniones, la línea corporativa era que muchos gremios iban a empezar a pedir un 35% de aumento y que por eso necesitaban actualizar los precios. Es que, durante el último año, la incertidumbre de los costos crecientes fue la principal preocupación para las firmas, que, al igual que los trabajadores, también tuvieron uno de los peores ejercicios de la última década.

No obstante, lo que sostienen desde el kicillofismo es que, si bien el año pasado la devaluación disparó los gastos, este año no tendrán aumentos desorbitantes, tanto por la estabilidad cambiaria como por la baja del precio de algunos commodities. Consideran, además, que el argumento del peso de las paritarias no es válido porque los salarios solo representan un porcentaje mínimo en el costo total.

Los datos le dan la razón a Kicillof en muchos sectores, pero casi con exclusividad en las grandes empresas. Es que, según datos que maneja el Ejecutivo, la mano de obra explica un 18% en la estructura de costos promedio de los lácteos, un 14,50% en el atún, 12% en jabón en polvo, 10% en el agua mineral y 15% en mermelada. Fuera de los productos de consumo masivo los porcentajes se mantienen: 24% en construcción y cerámicas, 16% en pinturas y 13% en envases de cartón.

Pero el peso de los costos de los salarios es mucho mayor para los pequeños y medianos empresarios y esas variables no se mantienen entre las pymes. Mientras en los grandes grupos industriales, en los cuales los sueldos representan alrededor de un 10% del total (como algunas empresas de Techint) de los gastos de le empresas, entre las pymes los salarios explican entre el 40% o 45% de su estructura de costos.

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