Ducoté: "Quiero reglas claras, pero hay un sector de la política que tiene problemas con la transparencia"

Ducoté:

El Concejo le rechazó un proyecto clave que buscaba atraer inversiones. Opositores señalaron que respondía a intereses particulares. El jefe comunal estalló: “Perdió el pueblo de Pilar”.

 

El intendente Nicolás Ducoté comenzó a transitar esta semana por su primera tormenta política real, con consecuencias aún difíciles de imaginar.

Es que, en voto dividido y con la necesidad de ir a un desempate, el Concejo Deliberante le rechazó una ordenanza de ordenamiento urbano que perseguía agilizar los procesos de autorización de obras, con el objeto de atraer inversiones privadas a Pilar.

Ante la escasez, al menos hasta ahora, de obras de fuste del Estado, en todos sus escalones, Ducoté se esperanzaba en el que el sector privado le motorizara la economía chica de Pilar, con la creación de empleo de la mano de una inversión en desarrollos urbanos de 4 mil millones de pesos para este año y el primer segmento del que viene.

Para eso, según expuso, necesitaba meterle mano a los vetustos y cientos de veces emparchados códigos de zonificación y edificación de Pilar, algunos de ellos con más de 30 años de vida.

Sin embargo, el proyecto que el jefe comunal envió al legislativo, que modificaba ciertos parámetros urbanísticos y permitía, por ejemplo, construir edificios de hasta 17 metros de altura en zonas de Pilar, fue bloqueado por la oposición, que necesitó del voto doble del Presidente del Legislativo, el massista Osvaldo Pugliese, para rechazarlo.

En el medio de la sesión celebrada el pasado jueves, cuando todo hacía presagiar que la iniciativa oficial iba a ir a parar a la papelera, hubo intentos casi desesperados de ediles del oficialismo para que eso no suceda. Ofrecieron cambios, incluso no construir en altura, eliminar las zonificaciones particulares, pero no alcanzó. Ducoté sufría su primera derrota fuerte en el legislativo.

“Perdió el pueblo de Pilar”, no dudó en reaccionar el alcalde un par de horas después de la sesión.

“Un código de planeamiento que tiene más de 30 años no puede ser la herramienta adecuada para planificar los próximos 10 o 15 años de Pilar, por lo que propusimos comenzar a dar una discusión sobre cómo vamos a fomentar un desarrollo planificado. Le dijimos al Concejo que teníamos una cantidad de medidas iniciales para proponer una discusión que va a tardar 18 o 20 meses.

Empecemos a discutir si efectivamente algunas restricciones tienen sentido: la altura permitida en Pilar es planta baja más un piso, y cuando uno mira por la ventana de cualquier lado ve que hay más de eso construido. Y es porque ha habido excepciones. En Pilar hubo casi un festival de excepciones con las que yo quiero terminar, y quiero que las reglas y las normas sean claras para todo el mundo. Ayer (por el jueves) no logramos reunir las voluntades, pero vamos a volver al escritorio para ver una norma que pueda conformar a esas voluntades”, se explayó Ducoté.

Sin embargo, para el mandatario la discusión no fue solo técnica, sino y sobre todo política.

“Creo que había una voluntad de trabar esta discusión. Hasta ahora de los que han frenado esta iniciativa no se han escuchado propuestas, inclusive del Presidente del Concejo, que ha tenido una función pública en los últimos 10 o 12 años en Pilar. Quiero discutir qué es lo que más le conviene al distrito y si hay propuestas superadoras, las voy a tomar. Evidentemente nos encontramos con más obstáculos en vez de contribuir”, expuso Ducoté en diálogo con FM Estudio 2.

-¿El rechazo tiene que ver con cuestiones políticas y no técnicas entonces?

-Sí, yo creo que viene por ese lado. No he tenido una sola sugerencia técnica. Y también es parte de la lógica con la que han trabajado Pugliese, (José) Molina, (Humberto) Zúccaro y en este caso (Federico) Achával, quienes prefieren que las cosas sigan como están, a que avancen. Trataremos de seguir dando la buena pelea que es la que los pilarenses nos encomendaron de modificar algunas prácticas que no son las mejores para nuestro distrito.

-Pero la oposición dice que el proyecto no era bueno…

-Hubo acá más intereses corporativos que intereses de bien público. Evidentemente hay una parte de la política que no está preparada para abrir esa discusión. Este grupo que no nos dio el apoyo tiene dificultades con la apertura, la claridad y la transparencia respecto de cómo tomar las decisiones.

-También adujeron que era porque el proyecto iba a favor de intereses inmobiliarios y de particulares, ¿era así?

-Los que más han defendido intereses inmobiliarios en este distrito han sido los siguientes protagonistas: Zúccaro, Pugliese, Molina… esa gente es la que decidió las políticas públicas en estos últimos años.

-¿Las inversiones corren peligro de irse?

-Contrastando Pilar con Tigre, en los últimos años las inversiones se fueron a Tigre. Y también a Escobar. El inversor se lo plantea porque acá tarda 15 meses y le cuesta tres veces más, y entonces lleva su inversión a otro lado. Lo que nosotros quisimos hacer es poner un esquema transparente, previsible basado en tres cosas: cuánto tiempo tardan las cosas, cuánto cuestan y qué requisitos tenés que cumplir. Pero lo que tiene que dejar de haber es una discreción absoluta como hubo estos años. Queremos que Pilar se gobierne con la mayor cantidad de reglas y buenas reglas posibles.

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