En lo que fue la intervención cambiaria más potente de la era de Federico Sturzenegger, el Banco Central (BCRA) hizo ventas por u$s 584 millones ayer en el mercado cambiario mayorista. La aparición de la autoridad monetaria en la segunda mitad de la rueda hizo que la divisa cayera unos 12 centavos desde su máximo del día, lo que escarmentó con pérdidas a algunos de los que habían comprado caro dentro de la rueda. Los esfuerzos oficiales por mantener una paz cambiaria electoral no evitaron, sin embargo, que el minorista volviera a cerrar por encima de los $ 18 por unidad.

 

 

El 28 de julio pasado el BCRA vendió u$s 305 millones para frenar la escalada del dólar en un mercado en el que la oferta se había hecho a un lado a esperar cuál era el techo para la divisa. La suba frenó, pero desde entonces la dolarización de carteras inversores y empresas que abandonan activos en pesos, acciones y desarman liquidez en moneda local mantuvo al precio permanentemente cerca del techo marcado por la mesa que maneja Demian Reidel.

 

 

El operativo cambiario electoral requirió, con la de ayer, cuatro intervenciones más para que la demanda no rebasara la raya trazada por la autoridad monetaria. En total, el BCRA vendió u$s 1304 millones de sus reservas para frenar la escalada.

 

 

Las ventas oficiales de ayer sorprendieron a los operadores por sus dimensiones y por la manera en que fueron hechas. Por el lado de las dimensiones, las ventas de ayer fueron las más grandes para un sólo día desde que Sturzenegger llegó a la autoridad monetaria. Para encontrar una cifra mayor hay que remontarse al 1° de octubre de 2015, cuando Alejandro Vanoli conducía a la entidad.

 

 

En segundo lugar, a ojos de algunos de los operadores, las ventas oficiales llegaron algo tarde en la rueda y a diferencia de lo que pasó en días recientes apuntó a bajar levemente la cotización más que a marcar un máximo.

 

 

Vendiendo por tramos, la mesa de operaciones del BCRA dejó que se llegara a operar bastante volumen cerca del máximo del día antes de hacer que caiga 12 centavos la cotización. El mayorista cerró $ 17,70, dos centavos por debajo del cierre anterior, pero llegó a tocar $ 17,82 en el día. Eso, contaron operadores, hizo que varios de los que habían pagado caro tuvieran que anotar pérdidas en el día.

 

 

"Esperó que todas las operaciones realmente necesarias del día se terminaran y salió a bajar el precio, algún dolor causó", dijeron en la mesa de un banco privado. "También claro aprovecharon los que habían comprado barato para vender en el intradiario", agregó.

 

 

El mayorista gana 0,33% en lo que va del mes, 11,47% en lo que va del año y casi 20% en términos interanuales.

 

 

La provisión prácticamente diaria de divisas a la plaza cambiaria responde a que buena parte de los oferentes exportadores, dólares financieros, deuda corporativa y pública está fuera del mercado a la espera de qué pasa el lunes.

 

 

"Nadie quiere ver las PASO vendido", graficó otro operador bancario.

 

 

En línea con esa lectura, en el BCRA pensaban ayer que los pesos que fueron al mercado cambiario eran liquidez de corto plazo de empresas y de bancos que prefieren mirar los comicios parados sobre dólares. Ese mensaje de calma que salía de Reconquista 266 aseguraba que el stress estaba encapsulado en el mercado cambiario, que las tasas de Lebac, call y los depósitos en pesos no mostraban ningún tipo de señal de alarma.

 

 

La pérdida de reservas también era relativizada por los hombres del Central. Si bien vendió u$s 1300 millones, en el último mes le compró al Tesoro u$s 1500 de sus emisiones de deuda.