El desarrollo industrial de Tierra del Fuego será “prioritario”

Lo afirmó Miguel Peirano, quien dirigirá el Banco de Desarrollo que planea crear Daniel Scioli en caso de ser elegido presidente de la Nación.

La entidad tendrá como objetivo direccionar financiamiento para generar inversiones en sectores estratégicos por su potencialidad e importancia regional. En ese marco, el sector industrial y productivo fueguino se perfila como beneficiario directo de las políticas que aplique el nuevo banco. Si se convierte en Presidente de la nación Daniel Scioli crará el banco de Desarrollo, institución que tendrá como objetivo que el Estado direccione el financiamiento para facilitar las inversiones en sectores que se consideran estratégicos, ya sea por razones regionales, geopolíticas, de empleo o por necesidad de integración regional. En ese marco, el sector industrial fueguino se perfila como una “prioridad”, anticipó Miguel Peirano, quien es el hombre elegido por Scioli para conducir el nuevo banco. 

“Estamos trabajando en el diseño de una banca de desarrollo y en un proyecto de ampliación y consolidación de un banco de inversión y comercio exterior para el caso de que Scioli sea elegido Presidente”, explicó Peirano, y precisó que la entidad “como función primaria de financiamiento va a tener como destino de inversión la pequeña y mediana empresa y las economías regionales”. 

El ex ministro de Economía de Néstor Kirchner observó que “tanto países desarrollados como en desarrollo han utilizado activamente este instrumento”. Pero aclaró que “desde el punto de vista de cómo diseñarlo e instrumentarlo evidentemente la Argentina tiene sus características propias y hay que adecuarlo a la lógica del funcionamiento y de los instrumentos que el país tiene”.

Asimismo, apuntó que en Río Grande “es el Estado el que tiene que estar presente a través de regímenes de incentivo como la ley 19640, y al mismo tiempo con condiciones preferenciales”, porque de otra manera “los sobrecostos o las mejores condiciones en otras zonas generarían una concentración de la radicación industrial. Y para evitarlo el Estado debe tener un rol activo para generar un equilibrio regional”.

“El diseño de las políticas y de los instrumentos de la propia evaluación de riesgos debe tener un componente regional y un componente por sector económico. Un banco que tenga el objetivo de priorizar la inversión regional tiene que tener una capacidad de análisis y de diseño de políticas en función de los sectores. Y ese trabajo va a ser coordinado con todos los bancos públicos, con la banca privada, con los sistema de garantías”, amplió.

Luego planteó que “el objetivo que está planteando Scioli es generar crecimiento y la banca de desarrollo es un concepto que complementa y potencia los avances que se lograron”.

En el caso de Tierra del Fuego analizó que “hay que generar una oferta de financiamiento particularmente blando para todo lo que sea inversiones para el desarrollo de contenidos tecnológicos. En la década del 90 recorrí muchas veces Río Grande y recuerdo sis dificultades. Evidentemente esa situación se ha revertido como consecuencia de un conjunto de decisiones”.

“El desarrollo industrial de Tierra del Fuego requiere un marco amplio que tenga determinadas herramientas como la Ley de Promoción Industrial, políticas de desarrollo de infraestructura que hagan que los sobrecostos de localización de estar produciendo en Tierra del Fuego se reduzcan, procesos que consoliden la innovación tecnológica, y por supuesto que el capítulo financiero es central”.

“Cuando se analicen las características de las líneas (de financiación) en términos de plazos, de tasas y de ventajas para desarrollar procesos que incrementen la producción y la integración nacional, se van a priorizar las zonas que más necesiten radicación industrial e integración local. Se va a trabajar con objetivos sectoriales y en ese sentido el desarrollo industrial de Tierra del Fuego va a ser prioritario por necesidades geopolíticas”, sentencio.

En esa línea, el economista enfatizó que “no solo se trata de ampliar la capacidad instalada de fábricas o sectores que ya están en actividad, si no también generar un tejido industrial integrado, ganar grados de integración local en los propios sectores que hoy tienen potencia, y aprovechar las inversiones significativas que se hicieron en los últimos años para consolidar el funcionamiento de la industria”.

Para Lograrlo desde el Banco de Desarrollo “va a haber un financiamiento agresivo para aquéllos sectores que quieran integrar producción o quieran ampliar condiciones que permitan que el régimen tenga cada vez más  integración local”.

“Cuando mayor integración haya de la producción de distintos sectores y cuando mayor sea el tejido de pequeñas y medianas empresas, la industria va a liderar crecimiento y se va a plasmar en resultados sociales y económicos”, continuó, e insistió con que “el objetivo es que el Estado direccione el financiamiento para facilitar las inversiones en sectores que se consideran estratégicos ya sea por razones regionales, geopolíticas, de empleo o por necesidad de integración regional”.

Por último, Peirano entendió que en Tierra del Fuego “hay un trabajo que canalizar entre todos los actores. El Estado debe consolidar incentivos y medidas, generar políticas de financiamiento, y a partir de ahí trabajar articuladamente con los sectores empresarios y sindicales, para un objetivo central que es un sendero de innovación tecnológica y de integración local para generar una industria cada vez más competitiva”.

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