Los pedidos de alimentos que hicieron organizaciones sociales frente a los supermercados esta semana, mantienen en alerta al sector comercial. Algunas cadenas y también autoservicios chinos iniciaron gestiones ante funcionarios de la Secretaría de Seguridad -que encabeza Sergio Berni- para pedir que en diciembre se refuerce la custodia en zonas consideradas “de mayor vulnerabilidad social”.

El mayor apremio para obtener protección está concentrado en las cadenas del interior del país, sensibilizadas por los episodios de saqueos y acuartelamientos policiales que se dieron el año pasado. Fuentes del sector supermercadista confirmaron a Clarín que se enviaron notas al secretario SergioBerni, y paralelamente a diferentes directores municipales para que se reasignen las fuerzas de seguridad en zonas estratégicas de Rosario, Chaco, Tucumán y algunas zonas del Gran Buenos Aires.

“En especial, porque diciembre es un mes muy sensible para la gente por las Fiestas y también porque éste es un año de mayor actividad política”, consignó el directivo de una de las cámaras que agrupa a los comerciantes.

Otra fuente del sector comentó que este año “tenemos armada la misma estrategia del año pasado”. Es decir, que las distintas sucursales se mantengan informadas entre si y conectadas con el sistema de seguridad de las fuerzas federales y de las provincias. Desde una de las cámaras que agrupa a los comercios chinos, Casrech, Miguel Calvete señaló que -además de la reunión con los funcionarios- los comerciantes estarán aplicando un “protocolo preventivo” frente a un potencial conflicto. Por ejemplo, limitar los horarios de apertura, no estar sobrestockeados y estar comunicados entre sí.

Ayer, a raíz de un petitorio que entregó el martes la organización Barrios de Pie en 25 supermercados de Capital Federal y el Conurbano, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que esa organización “no es un movimiento social, sino una agrupación política”, que vinculó con el ex gobernador de Santa Fe y actual diputado socialista Hermes Binner. Capitanich atribuyó motivación política a esos pedidos de alimentos y dijo que son “una acción de oposición sistemática”.