"Me encontré con un viejo amigo como es el gobernador Manzur y es muy reconfortante comprobar que pese a los cambios que se producen, uno encuentra la seguridad de que habrá continuidad en la lucha para que las palabras memoria, verdad y justicia no se transformen o se olviden, porque es una necesidad determinar la verdad absoluta sobre lo que sucedió durante el proceso cívico militar", señaló Carlotto.

La titular de Abuelas recordó que Tucumán "fue herida" durante el proceso y la definió como "una provincia muy sufrida y afectada", al recodar que "si bien aquí hay una historia tremenda de la Patria naciente, este pueblo también debió soportar situaciones extremas" durante el último gobierno militar.

"Pisar esta tierra es emocionante y nos recuerda que hemos recuperado varios nietos, pero aún estamos buscando cerca de 20 niños" que nacieron en cautiverio esta provincia, según precisó. La referente de derechos humanos llegó a Tucumán para participar de la apertura de la reunión del Consejo Federal de Derechos Humanos, que se desarrollará en esta provincia hasta el viernes.

Por la mañana compartió un desayuno en el Salón Comedor de Casa de Gobierno con el gobernador Manzur y los integrantes del gabinete provincial, tras lo cual participó del acto de apertura de la reunión del Consejo Federal de Derechos Humanos. También visitó el Pozo de Vargas, utilizado por las fuerzas represivas para ocultar los cuerpos de personas desaparecidas y asesinadas en Tucumán durante la década del 70.

"Estos lugares no hay que tocarlos y transformarlos en espacios de memoria, salvo cuando haya que buscar restos de personas cuyos familiares esperan encontrarlos para cerrar el duelo", indicó Carlotto. "No hay nada peor que no saber que hicieron con esos cuerpos: si se los tiró al mar, se lo dinamitó o se los enterró", indicó la titular de Abuelas, quien destacó que "lo que se encuentre llevará la tranquilidad que muchas familias esperan porque mientras existe una sola duda o un niño que no aparezca, el país tendrá un democracia endeble".

Consultada sobre juicios de lesa humanidad que se realizan en el país y en especial en Tucumán, donde se desarrolla la megacausa "Operativo Independencia", aclaró que "son resortes de la Justicia".

"Si los jueces no ponen voluntad absoluta para resolver con la rapidez necesaria los casos, vamos a seguir esperando que los tribunales digan la verdad, juzguen, condenan y pongan en la cárcel a todos los responsables", agregó.

Las condenas deben aplicarse con todo el peso de la ley, según sostuvo Carlotto, quien indicó que "no es grato saber que unos 50 delincuentes de este tema fueron condenados con prisión domiciliaria o quedaron en libertad porque no tienen las pruebas suficientes, cuando hay casos sociales que se los condena sin las pruebas necesarias y esas arbitrariedades molestan".

Carlotto reclamó la participación de la ciudadanía en estos casos y les pidió a los tucumanos que "acompañen contando lo que vivieron porque eso va a contribuir a aclarar el panorama", y admitió que hay personas que todavía tienen miedo de relatar sus casos. Sobre la posición asumida por el gobierno con relación a los juicios dijo que observa "con preocupación" el trato que se les está dando porque "no es prioridad para ellos como sucedió en otros momentos de la democracia".

Recordó que "en el primer gobierno constitucional se hizo un juicio histórico y luego se fue avanzando", pero lamentó que "ahora la propuesta es totalmente opuesta y no es que yo lo diga, es lo han que manifestado y lo ponen en práctica".

"Banalizar la historia o mezclarla con otros temas no es conveniente porque lo que estamos haciendo es tratar de esclarecer el pasado para que no vuelva a suceder", indicó. "Pretender que la gente -continuó- se olvide de lo vivido, no se hable más del tema o digan que no son 30.000 los desaparecidos para debilitar nuestra lucha es preocupante".

La situación que vive Belén, la joven tucumana detenida desde hace dos años acusada de la muerte de su hijo pese a que ella asegura que se trató de un aborto espontáneo, "es lacerante para todas las mujeres", sostuvo Carlotto, quien se pronunció "a favor de su liberación".

"Ella es una prisionera de pruritos, donde la mujer debe ser castigada cuando desobedece los criterios varoniles", expresó luego de cuestionar el trabajo de los jueces que la condenaron sin haber hecho el ADN correspondiente para determinar si el feto encontrado era el hijo de Belén.