Bahillo: “Al liderazgo tendrá que construirlo cada uno con su trabajo”

Bahillo: “Al liderazgo tendrá que construirlo cada uno con su trabajo”

Apuntando a la Casa Gris, el gualeguaychuense “Juanjo” Bahillo cree que Urribarri transferirá un mandato, pero no liderazgo al peronista que eventualmente lo suceda. Asegura que será armoniosa la relación con el hoy gobernador.

El intendente de Gualeguaychú se muestra sonriente. Desde el balcón del hotel del Parque ,en Paraná, se observan además de afiches de otros precandidatos a la Gobernación, algún colectivo que lleva su foto en la luneta.

 

Juan José Bahillo -el mismo de los helados- confía en que la fórmula del justicialismo se definirá en la elección primaria y descree de la obligatoriedad de la composición Concordia-Paraná. No exagera los elogios a Urribarri,  pero se encuadra en el discurso de la continuidad en la gestión de gobierno.

 

—¿Le sugieren hacer campaña con la marca Bahillo?

—Me lo dijeron, pero no comparto la idea. No corresponde que me suba a la trayectoria empresarial de mi padre y mis hermanos, ya que estaría vulnerando su confianza en beneficio personal. En segundo lugar, creo que la gente consume nuestro producto alimenticio con otras expectativas; pero cuando uno va a un cuarto oscuro tiene otros elementos para tomar la decisión. Si no sería como una cuestión lineal, por ejemplo, entre los médicos y los pacientes que atienden, pensando que si se presentan todos esos pacientes los van a votar, y no es así.

 

 

—¿Qué atributos tiene Juan José Bahillo para que elijan los entrerrianos? ¿Por qué quien gobernó una ciudad como Gualeguaychú puede hacerlo con la provincia?

 —No me siento cómodo con la autorreferencia, pero estoy obligado a contestar. La experiencia adquirida al frente del municipio y la idoneidad demostrada me dan la autoridad y confianza como para encarar esta responsabilidad. Eso desde lo individual, pero esto no es una carrera en términos personales. Tengo el respaldo de todos los dirigentes de Gualeguaychú que me impulsan en la intención de salir desde  el Departamento Gualeguaychú. (N0ta de la Redacción: el viernes el exintendente Daniel Irigoyen lanzó su candidatura a intendente de esa ciudad junto al intendente de Concordia, Gustavo Bordet)

 

 

—Para la integración de la fórmula del peronismo algunos hacen hincapié en que tiene que haber un representante de cada costa de la provincia; y otros prescinden de ese aspecto. ¿Usted qué piensa?

—A los entrerrianos hay que proponerles un diagnóstico de provincia, un proyecto que sea confiable, con un dirigente creíble y ajustado a la realidad. Con la capacidad de formar equipos de trabajo que continúen la transformación que se vive en Entre Ríos.  A esto lo puede hacer un dirigente de Paraná, Concordia, Gualeguaychú o Victoria. Sería un retroceso en términos democráticos solamente proponer una cuestión territorial. Creo que los atributos deben ir por otro lado, sin descartar a nadie; y si no descartamos a nadie, también podrían hacerlo gente de Paraná y de Concordia.

 

 

—¿Cómo cree que se elegirán los candidatos?

—Me manejo en base a las certezas, porque hipótesis podemos realizar una nueva todos los días. Cuando hablé con el gobernador, a fines del año pasado, para manifestarle mi decisión de ser  precandidato me sentí alentado para que lo haga, sin que esto signifique una prerrogativa en términos  individuales; esto es, sin ninguna bendición. Sobre el cuándo y el cómo, el gobernador me dijo en aquel momento que sería en las PASO y por interna; y yo trabajo con esa certeza que me dio quien conduce ese espacio. También me dijo que estamos todos en igualdad de condiciones y que saliéramos a recorrer la provincia.

 

 

—Igualmente sugerir que uno es el elegido del gobernador puede ser  una estrategia de campaña.

—Puede ser, pero creo -y no lo digo por nadie en particular- que nuestro mensaje de campaña tienen que ser intelectualmente honesto. No podemos transmitir algo que no se sustente con la realidad y con la verdad, porque eso después se nos vuelve en contra. Más allá de la ansiedad, tenemos que ser prudentes.

 

 

—¿Se arrepiente de haber opinado a favor de la posibilidad de adelantar las elecciones?

—Nunca opiné a favor, porque me manejé con las definiciones de Sergio Urribarri. Cuando se decía que el adelantamiento era inminente, corté por lo sano y lo llamé al gobernador, quien me dijo que no había nada al respecto. Me dijo: “Seguí caminando según lo charlamos”.

 

 

—Hay declaraciones suyas sobre las ventajas del adelantamiento.

—En un momento me preguntaron cuáles eran las ventajas de adelantar las elecciones y respondí que si se adelantaban se permitía una discusión más regional o local en términos de municipio y de provincia. No sé si eso era una ventaja, sino una característica que se hubiera dado en ese caso.

 

 

—Ustedes se presentan como un único proyecto político, tanto en lo nacional como lo provincial y lo local. Desde ese punto de vista el desdoblamiento resulta opinable.

—Me preguntaron por las eventuales ventajas, y respondí. Yo opino, en lo personal, que lo mejor es ir con la elección nacional porque hay una fortaleza muy importante del gobierno nacional que se traduce a las elecciones locales.

 

 

—¿De la candidatura presidencial de Urribarri qué opina? Posiblemente el lector de esta nota suponga que está obligado a responder que va muy bien. ¿Cree que llega a las PASO de agosto siendo candidato?

—Hay que rescatar la proyección como dirigente y la inserción en el contexto nacional de Urribarri. Igualmente el reconocimiento que tiene como un muy buen gobernador en base a su capacidad para transformar la provincia le da los méritos y la autoridad como para lograr un buen posicionamiento a nivel nacional. Y lo que ha hecho durante las últimas semanas de recorrer de manera extensa el país se va a traducir en un acompañamiento en las elecciones de agosto. A eso hay que sumarle la confianza que ha construido con la Presidenta, ya que de igual manera que su opinión será gravitante a nivel provincial, lo será la de la Presidenta a nivel nacional.

 

 

—¿Cómo imagina el escenario de las elecciones primarias para el oficialismo entrerriano?

—Con dos o tres fórmulas.

 

 

—¿Alguno de los dirigentes que hoy pugnan por la candidatura a gobernador podría optar, en esa instancia, por no ser candidato de Urribarri y pegar su boleta con Daniel Scioli, por ejemplo?

—Creo que no, al menos de los precandidatos con quienes converso. No tengo ningún elemento que me permita dudar de su pertenencia al espacio que conduce Urribarri.

 

 

—¿Con quiénes habla?

—Con Julio Solanas, Marcelo Bisogni, Beto Bahl, Gustavo Bordet y José Lauritto.

 

 

—Casi todos.

—Sí.

 

 

—¿Y cómo se definirían las  fórmulas? Ahí podría aplicarse el criterio de las dos costas.

—No sé cómo se integrarían y sería poco prudente de mi parte especular con eso. De todos modos es importante el análisis de las dos costas, lo que uno pretende es que no sea determinante. Lo veo como una cuestión un poco mezquina en términos de contenido político y de proyecto de provincia si solo lo definimos por eso. Creo que tiene que haber afinidades y miradas compartidas. Todos tenemos matices que nos hacen a unos más iguales que a otros, y dentro de esos matices algunos tenemos más afinidad y una mirada de provincia compartida que pueden tallar a la hora de ir definiendo las distintas fórmulas.

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