Avanza la investigación contra uno de los presuntos testaferros de Scioli

El fiscal platense Álvaro Garganta avanza con la investigación sobre uno de los presuntos testaferros de Daniel Scioli, el extitular del Instituto Provincial de Lotería y Casinos bonaerense, Alberto “Chiche” Peluso, en la causa en que se investiga los delitos de lavados de activos y diferentes ilícitos.

 

Un vocero judicial indicó que este martes se tomarán varias diligencias para corroborar si Peluso se enriqueció ilícitamente y si el dinero que recaudaba en forma irregular fue usado en la campaña electoral del exgobernador.

La semana pasada, Garganta recibió un escrito por parte de legisladores de la Coalición Cívica donde se brindaron detalles de las maniobras de Peluso para defraudar al Estado en beneficio de gestionar fondos públicos, para financiar la campaña política e incrementar el patrimonio de los funcionarios públicos.

Estaría acreditado que Peluso se reunió con empresarios vinculados a los bingos y les habría pedido un millón de dólares y el 1,5 por ciento de la recaudación bruta mensual, como aportes de campaña.

Entre las pruebas presentadas, se sostiene que “durante la gestión de Scioli, entre 2007 y 2015 se crearon 1340 agencias de lotería que negociaba en persona Peluso" y  se consignó además que en muchos de esos casos, se les cobraba un adicional al canon para "solucionar" los trámites administrativos.

También se acusó a Peluso de conformar parte de una mesa de dinero que actuaba de prestamista de los grandes apostadores del Casino Flotante de la Ciudad de Buenos Aires.

Según la denuncia, "el juego, en tiempo de la gobernación de Scioli era una usina de dinero negro que a la sombra manejaba 'Chiche' Peluso, recaudador de la campaña del FpV".

En la acusación, se especifica que Peluso es el propietario de tres inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires (en Avenida Callao al 1441/45, en Avenida Libertador al 404 y en Avenida Pedro Goyena al 1655/51), 20 en Cañuelas (son lotes en un mismo barrio privado), uno en San Martín y otro en La Matanza.

También se detalla que tiene un Porsche Cayenne tipo todo terreno, modelo 2011, dominio JWN379, una moto Kawasaki 1300 cc modelo KZ1300A2, modelo 2981, dominio 323CCV; un yate valuado en 310 mil dólares; otra embarcación valuada en 412 mil pesos.

Un buque llamado “Dragón”

Respecto a las embarcaciones, Peluso tiene un buque matrícula 15694-REY-, arboladura “yate motor”, con casco de madera, marca Cummins, construido en el puerto de Tigre por Rodolfo Aller. El nombre del yate es “RELAX II”. Peluso compró el yate por 310.000 dólares.

Y un buque matrícula 49656-REY-, arboladura “lancha de motor”, marca Mercruiser, construido en Florida, EE.UU., por Cigarette Racing Team LLC. El nombre del buque es “DRAGON”. El buque está valuado en $412.500. Peluso lo matriculó definitivamente el 31 de octubre del 2009.

Además, en la denuncia se detalla que “Chiche” tiene un departamento en la ciudad de Naples, Florida, USA, "a nombre de una sociedad conformada por Peluso, su hija Belén y su esposa Carmen Adelardi".

El exdiputado Walter Martello dijo al respecto: “Me parece muy sano que la Justicia investigue los negociados del juego. La gente tiene que saber por qué Alberto Peluso, quien tenía como único antecedente ser el organizador de partidas de póker para su amigo Daniel Scioli, se convirtió en el titular del Instituto Provincial de Lotería y Casinos bonaerense”.

“Además tenía un antecedente legal muy discutible que era el de manejar una mesa de dinero prestamista en el casino del barco de Puerto Madero” añadió.

Martello agregó: “Hay que investigar también la renovación automática que se les hizo a todos los bingos en el año 2012 y darles la oportunidad de explotar las salas, mediante una resolución, hasta el 2021. Habría que rever eso y buscar un sistema más justo”.

Al pasar por La Plata, la diputada porteña por la Coalición Cívica, Paula Oliveto, dijo: “Para nosotros es muy importante mostrar cómo funcionaba la caja negra con el tema del juego. Por eso hemos aportado variada documentación”.

Está claro que el patrimonio de Luís Alberto “Chiche” Peluso no tiene relación las funciones que llevó a cabo a lo largo de toda su vida profesional lo que podría constituir delitos que deben ser investigados para determinar el origen del dinero que lo habría enriquecido.

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