Argentina y Brasil bloquearon un debate en la OEA sobre Venezuela

Argentina y Brasil bloquearon un debate en la OEA sobre Venezuela
Primero acordaron una sesión privada, sin la prensa. Y después quitaron la crisis venezolana de la agenda del día.
En una tumultuosa y tensa sesión, la Organización de los Estados Americanos (OEA) volvió a quedar golpeada y dividida ayer por el conflicto venezolano y fue acusada duramente por dirigentes opositores de ese país, que denunciaron al organismo de ser “un club de intereses de los gobiernos de turno” que “no sirve”.

Por la mañana, al enterarse de que la diputada de la oposición venezolana María Corina Machado tenía previsto intervenir en la sesión de ayer, tras ser acreditada como representante alterna de Panamá, el Consejo Permanente de la OEA reaccionó votando sacar de la agenda del día al tema Venezuela, a propuesta de Caracas.

También se votó que la sesión transcurriera a puertas cerradas, lo que indignó a los manifestantes que estaban con pancartas afuera del edificio, a la propia Machado y a varios familiares de las víctimas de la violencia que la acompañaban. Estos últimos tuvieron que retirarse del recinto.

La Argentina apoyó ambas iniciativas.

“Quedó claro que tienen miedo de que se conozca la magnitud de la represión brutal que se registra mientras estamos aquí ahora”, dijo Machado a los periodistas que se habían preparado para cubrir el acontecimiento pero que tuvieron que desmantelar cámaras y equipos porque quedaron afuera de la sesión. Tampoco se transmitió por la web. Desde Caracas, el líder opositor Henrique Capriles se ha convertido en “un club de intereses de gobiernos de turno” y llamó a “reinventarla” porque “no sirve”.

Según contaron fuentes de la OEA a Clarín, la representante argentina, Nilda Garré, tuvo protagonismo en la sesión porque ella fue la que puso punto final a la discusión al leer en reglamento de la organización para que se votara antes de que expusieran las partes y frenar así el camino a Machado. “No me parece serio para esta institución volver a repetir un escenario, una discusión, un debate que ya dimos ”, por lo que “democráticamente deberíamos volver a votar sobre este tema, en el sobreentendido de que todos sabemos lo que se está votando”, dijo la embajadora.

Brasil pidió, directamente, evitar “un circo”.

En los sufragios quedaron bien definidos los grupos en pugna. A favor de mantener la sesión a puertas cerradas votaron 22 países, (la Argentina, Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Uruguay y otros) y en contra se posicionaron 11 Estados (entre ellos EE.UU., Panamá, Colombia, México, Chile, Paraguay, México, Perú) Hubo una única abstención, la de Barbados.

Machado igualmente logró concentrar la atención de la prensa y dijo que la represión a las protestas es “una política de Estado” en Venezuela. “¿Cómo se llama a un régimen que persigue, que reprime, que asesina, que censura, que tortura?”, se preguntó. “Hay que llamar a las cosas por su nombre y hoy en Venezuela hay una dictadura ”, dijo. Y criticó a la OEA: “Cuando es cuestión de libertad, la indiferencia es complicidad”, señaló.

Machado pidió al organismo que convoque a una reunión de cancilleres, emita una resolución de condena para pedir la liberación de los “presos políticos” y “el cese de la represión” y envíe a Venezuela una misión constituida por “demócratas de incuestionable trayectoria”. Luego de muchos debates, la OEA votó días pasados una resolución lavada, que llamaba “al diálogo” para que se frene la violencia.

Machado fue una de las dirigentes opositoras, junto al ahora encarcelado Leopoldo López y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, que convocó a los venezolanos el 12 de febrero para pedir la “salida” de Nicolás Maduro. Por eso, la mayoría chavista del parlamento pidió a la Fiscalía general que investigue a Machado con el fin de retirarle su inmunidad parlamentaria y juzgarla por los hechos violentos.

La diputada, que fue recibida por decenas de personas munidas de pancartas que la calificaban de “valiente”, no pudo finalmente hablar.

Ella había ido a la OEA con Rosa Orozco, madre de Geraldine Moreno, una joven muerta por disparos durante una manifestación; Carlos Vargas, uno de los líderes del movimiento estudiantil e Ivan Freites, dirigente sindical petrolero.

Comentá la nota