Que se ahoguen los pobres: Manzur feliz en Andalucía, capital mundial de la aceituna y tierra natal de Nucete

Que se ahoguen los pobres: Manzur feliz en Andalucía, capital mundial de la aceituna y tierra natal de Nucete

A Juan Manzur sus negocios personales parecen preocuparle mucho más que los problemas de miles de tucumanos.

Mientras gran parte del territorio provincial permanecía bajo el agua, el candidato de José Alperovich se fue de viaje a España, en su condición de nuevo jeque industrial de la aceituna, propietario de la conocida fábrica Nucete.

El destino elegido por el vicegobernador, junto a su esposa, según murmuran en el alperovichismo, habría sido "la capital mundial del aceite de olivo", la ciudad de Jaén, en Andalucía, la tierra natal de José Nucete, fundador de la empresa que tuvo que venderle a Manzur.

Jaén es la mayor región productora de aceite de oliva del mundo, produciendo por sí sola más aceite que el segundo país productor mundial, Italia. La provincia de Jaén con 550.000 hectáreas de olivar y más de 66 millones de olivos genera el 20% de la producción mundial de aceite de oliva.

Manzur además habría comprometido su presencia, en mayo próximo, a la Expoliva 2015 Jaén, la feria internacional del aceite de oliva e industrias afines más importante del mundo.

El vicegobernador tucumano tuvo un explosivo crecimiento patrimonial desde que ocupa cargos públicos en Tucumán. El año pasado adquirió la fábrica riojana Nucete, que concentral el 70% del mercado de exportación olivícola argentino. Y Manzur tiene entre sus grandes clientes al grupo Indalo y a Molinos. 

Nucete tuvo que cerrar temporalmente sus puertas en 2012, como producto de los obstáculos del entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, a las exportaciones a Brasil, hacia donde se dirige el grueso de la producción argentina.

Poco después, el andaluz Nucete tuvo que transferirle su histórica empresa a Manzur. 

Nucete tiene 600 trabajadores en su planta riojana de Aimogasta, sobre un total de 3.500 habitantes.

José Nucete Santiago llegó como inmigrante a la Argentina a los 18 años desde Andalucía, España.

Concretó su sueño de crear la empresa propia, y con esfuerzo, visión y dedicación logró constituir en La Rioja la fábrica de aceitunas más importante del país.

Ahora, el fruto de siete décadas de esfuerzo y tesón quedó en manos de Juan Manzur, un político que hizo una fortuna impresionante, sin mayor esfuerzo, desde la función pública.

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