Vivir de un plan social: Mitos y realidades de los movimientos barriales que apuntan a politizarse

Vivir de un plan social: Mitos y realidades de los movimientos barriales que apuntan a politizarse

Diego Durán, representante de la Organización Atahualpa, se refirió en Radio Brisas a la situación permanente de conflictividad social que reina en el país con los distintos movimientos como protagonistas de diversos reclamos. Entre otras cuestiones, reconoció que “el camino es la politización” y desmintió que se pueda “vivir de los planes sociales” y que se haya perdido la cultura del trabajo.

Elecciones 2023: El futuro de los movimientos sociales apunta a la politización

“Desde nuestro sector, que es el de la economía popular, entendemos que hay un número muy grande de la población que durante años fue dejada fuera del sistema. Se conforman unas 11 millones de personas que son las que cobraron el IFE durante la pandemia. Es cierto que es una realidad nuestra, pero también se dejó mucha gente fuera del mercado laboral en el mundo. Esto hace que tengamos hoy intenciones de jugar en lo electoral porque no sentimos la representatividad que creemos que debemos tener por parte de los distintos sectores políticos“, aclaró.

Y añadió que “en Latinoamérica hay un cambio desde el trabajo de calle y la militancia que viene mostrando que desde los sectores sociales se puede llegar a la política. Hay que implementar una estrategia política para que en algún momento podamos ser parte de un gobierno para implementar medidas para que la pobreza no siga creciendo. Ya vivimos en el país momentos en los cuales la gente no tenía contención y se desmadraba la situación social. La unidad del sector es fundamental con la politización con pensamiento crítico. No quiere decir ocupar una única fuerza sino también hay que ver la posibilidad conformar otros espacios“.

Organización Atahualpa

“Tenemos unos mil integrantes aproximadamente. Algunos van y otros vienen. No es estricto el número. Entendimos que el Programa Potenciar Trabajo, que son los programas que llegan a la mayoría de las personas que perciben una ayuda económica subsidiada por el Estado Nacional a través del Ministerio de Desarrollo Social, tenían que desarrollar una contraprestación para percibir esa ayuda. El empleo formal no los iba a sumar así que realizamos tareas comunitarias sin depender del Estado Nacional o incluso de los sectores privados. Entendimos que la herramienta más recomendable era el cooperativismo“, detalló.

Y agregó que “nosotros vemos los planes sociales como programas sociales que permiten la posibilidad de revertir lo que sufrió un sector grande de la población quedando fuera de la posibilidad de tener un trabajo formal. La mayoría de los integrantes de Atahualpa trabajan en el marco del Potenciar Trabajo. Tenemos más 100 compañeros que están en cooperativas. Luego organizamos una serie de tareas de desarrollo y productividad en el ámbito sociocomunitario que es donde pudimos ver que algunos podíamos desarrollarnos y elevar los ingresos”.

La “pura realidad” de los planes o programas sociales

“Un programa hoy tiene un monto de menos de 20 mil pesos por adulto. En el mejor de los casos dos cabezas de familia pueden percibirlo los dos, sin llegar a los 40 mil pesos. Esto no alcanza ni para comer ni para sostener un hogar. A esto se le pueden sumar algunas asignaciones por hijo, pero no mucho más. Si no hay salario social complementario a otro ingreso no se llega a un mínimo para garantizar las condiciones básicas de vida“, precisó.

En este marco, Durán también expresó que “en el universo de las asignaciones que se otorgan aparecen algunas que no son compatibles con otras, por lo que no se acumulan. Algunas se perciben sólo por cierto tiempo como es la asignación por embarazo. Ningún tipo de asignación o subsidio estatal están bajo una categorización donde alance para cubrir las necesidades básicas“.

¿Se perdió la cultura del trabajo?

“Pensar que por percibir un plan social se perdió la cultura del trabajo no es cierto. Es escandaloso pensar eso. Las organizaciones sociales se agrupan y trabajan para mejorar algunas cuestiones. Hay cambios que se tienen que dar desde abajo hacia arriba. El trabajo comunitario es la única herramienta que encontramos. Es viable y necesario organizarse en grupos para poder avanzar y lograr ciertos cambios. No creo que haya una reinserción a nivel nacional al mercado de trabajo porque esto pasa en el mundo. Y ante esto, tenemos que apostar a la economía popular“, concluyó.

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