Se viene un nuevo código de convivencia para la ciudad

Se viene un nuevo código de convivencia para la ciudad

Regula el uso del espacio público, bajo sanción de multa. Será tratado el martes y tiene fuertes chances de ser aprobado. Prohíbe actividades en los semáforos, la venta ambulante, los servicios sexuales callejeros y limita las protestas sociales

Ya no se podrá vender en los semáforos ni hacer malabares por unas monedas, ni mucho menos limpiar parabrisas. Tampoco se podrá sacar a pasear el mejor amigo del hombre para que evacue impunemente ante la indiferencia de su amo, el peor amigo del hombre.

Tomar alcohol en las vía pública no será posible salvo en los lugares autorizados. Los boliches serán obligados a limpiar sus perímetros callejeros bajo sanción y riesgo de clausura.

Ni siquiera los skaters se salvan: para los acróbatas de la tabla y sus sucedáneos queda prohibido usar barandas, escaleras, rampas, pasamanos, bancos y cualquier tipo de mobiliario urbano. Obviamente el piso está habilitado y el Municipio ya está proyectando una nueva plaza para ellos.

Todo esto y más está en el nuevo Código de Convivencia Ciudadana, que el martes que viene será aprobado por el Concejo Deliberante de Capital.

Se trata de un proyecto de 75 artículos del actual intendente en ejercicio, Rodolfo Suárez, que lo preparó durante tres años y que si logra aplicarlo comenzará a marcar huella en Ciudad, como ya lo hiciera su desaparecido antecesor Víctor Fayad.

El proyecto lo redactó con el asesoramiento de los especialistas Carlos Egües y Gabriela Ábalos.

El nuevo Código de Convivencia Ciudadana viene a resolver todo lo que tiene que ver con el uso del espacio público sobre el cual el Estado municipal tenía una jurisdicción difusa con una intervención indirecta en que se lo obligaba a depender de la acción de la Justicia.

Su violación implicará multas para cualquier ciudadano que lo transgreda y hasta clausuras para la actividad comercial.

El proyecto es bien abarcativo y muchas de sus regulaciones causarían un fuerte impacto social porque prohíbe desde la oferta de servicios sexuales en las calles hasta el lavado de automóviles, pasando por la venta ambulante de cualquier tipo, incluso aquella que implique alimentos y bebidas.

Todas estas actividades están muy presentes en la zona céntrica y alrededores, las que son llevadas a cabo por personas que lidian a diario, en la mayoría de los casos, con la pobreza o la marginalidad.

De todas formas la Municipalidad tiene previsto comenzar una larga etapa de difusión y educación antes de recaer en las sanciones.

También serán penados las pintadas y grafitis, el maltrato al arbolado público y la pirotecnia a gran escala solo se autorizará para eventos culturales.

Capítulo aparte con un concepto renovado y moderno para la vieja perrera ahora convertida en un Centro de Acogida de Animales Abandonados.

La norma prohíbe expresamente el sacrificio de los animales salvo prescripción veterinaria por la peligrosidad o para interrumpir el sufrimiento por enfermedad.

El centro registrará, esterilizará, recibirá y reubicará animales domésticos y la política al respecto será consensuar con las sociedades protectoras.

Protestas por las veredas

Si hay algo que se ve periódicamente en el microcentro son las marchas y protestas de sindicatos y organizaciones sociales que ocupan las calles y saturan la circulación del tránsito.

El nuevo código incluye lo que hasta ahora estaba reglamentado por decreto municipal y ordena que las marchas y manifestaciones sólo pueden ser por las veredas, sin que afecten el normal desenvolvimiento del tránsito y con la debida autorización.

En ese sentido, la Comuna cuenta con un antecedente judicial a su favor: una multa que le labró al SUTE (Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación) por una marcha por las calles del centro. 

El pago de la multa se transformó en una pelea judicial y la Municipalidad ganó la discusión en la Corte de la Nación.

“Es lo que la gente reclama”

El intendente de Capital, Rodolfo Suárez, explicó a Diario UNO que “hacemos esta ordenanza para resolver situaciones y problemas que nos afectan a diario”.

“Creo –continuó– que la sociedad está necesitando esto. No podemos estar arreglando las plazas todos los días, hay que empezar a generar y tener conciencia y es lo que la gente nos está reclamando. Incluso hemos empezado a multar los escombros en la ciudad, porque la gente construye y nos lo deja en la calle”.

Suárez señaló que “el objetivo es ordenar el uso del espacio público para que no sea una pesadilla diaria para todos. Estas normas son algo común, cotidiano y en vigencia en muchas ciudades europeas”.

Campaña de difusión

Rodolfo Suárez dijo que “en cuanto entre en vigencia el Código de Convivencia Ciudadana comenzaremos con una larga campaña de difusión, concientización y educación”.

Es una tarea que estará en manos de los preventores, inspectores y personal municipal. Ellos también tienen la obligación, como lo dice la ordenanza, de dirigirse a los ciudadanos con respeto aun cuando éstos estén en infracción.

Suárez concluyó que el martes próximo será tratado por el Concejo Deliberante, que le adelantó que aprobaría su proyecto.

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