Según pudo saber REALPOLITIK, trámites fonoaudiológicos, así como aquellos de rehabilitación, se encuentran suspendidos desde que la vicepresidenta del Instituto de Obra Médica Asistencial  (IOMA) recibió un informe solicitado a la fiscalía de Estado. Una acción que atenta en principio contra las prestadoras de los tratamientos pero que luego, con la falta de pago, repercutirá en los afiliados que no podrán contar con la cobertura en cuestión debido a la falta del reembolso correspondiente.

En este sentido, IOMA viene llevando adelante grandes ajustes y recortes en medicamentos, especialmente en lo que concierne a lo oftalmológico y dermatológico. Sin embargo, la atención de los profesionales que siguen en constante conflicto con la obra social se transforma día a día en diferenciales que impactan en la economía de los afiliados.

Algunas fuentes informaron a este medio que lo que se esta buscando es tratar de no pagar los tratamientos en forma retroactiva. Visto la gravedad de ciertas enfermedad, a veces, la rehabilitación debe hacerse cuanto antes y se presentan los papeles para que la cobertura se haga a posteriori. Precisamente, es esto lo que se está intentando dar de baja para que sólo se abone a partir de la fecha en que los tramites terminan su recorrido, que siempre suele estar cargado de una excesiva burocracia.

La iniciativa de Baro sienta un nefasto precedente: la obra social estatal bonaerense pone la burocracia administrativa por encima de la vida de sus afiliados, poniendo en evidencia la inhumanidad de una gestión que cada vez los toma más del cuello.