Un vecino de La Plata se encuentra viviendo una situación desesperante, luego de que su obra social se negara a pagar el tratamiento que le indicaron contra el cáncer. Julieta, su hija, dialogó con 0221.com.ar y contó detalles de la angustiante situación que están atravesando, a pesar de que la Justicia falló a su favor e intimó a la prepaga a abonar la totalidad de la medicación.

"Mi papá es un hombre de 60 años. En octubre del año pasado empezó con síntomas y, a través de unos estudios, le diagnosticaron un cáncer de riñón metastásico, es decir que también tiene en un pulmón y un pedacito de costilla. Al mes, lo operaron, le sacaron el riñón entero con el tumor y, cuando llegó el resultado de los análisis, el oncólogo le indicó un tratamiento", comenzó explicando.

"Desde el año 2006 tiene una prepaga que se llama Sanatorios Acreditados Integrados (SAI), que está en 45 entre 11 y 12. Hasta el año pasado, nunca necesitó nada de la obra social, más que los chequeos anuales, de rutina. Pero cuando le indicaron el tratamiento, empezaron las vueltas. Se excusaron diciendo que mi papá tenía un plan básico, que era una medicación muy cara, etcétera. Intentaron que iniciáramos el tratamiento en un hospital público, siendo que él hace años que paga la obra social", continuó.

A raíz de esta situación, la familia decidió iniciar acciones legales de forma inmediata. "En un momento, se mandó una carta documento. Previamente, habíamos intentado dialogar con ellos, se trató a llegar a un acuerdo. Todos sabemos que los planes PMO (básicos) tienen que cubrir el tratamiento oncológico completo. Eso lo sabíamos, pero trataron de dilatarlo diciendo que no les correspondía", agregó Julieta.

En este contexto, y sin otra posibilidad a la vista, resolvieron comprar la medicación de forma particular con sus ahorros de toda la vida. "La medicación está entre 250.000 y 300.000 pesos. Inicialmente, estaba indicada para un periodo de cuatro meses. Ahora tiene un nuevo estudio para ver si es necesario hacer un ciclo nuevo, si le reducen las dosis o si tienen que agregar una medicación más", contó.

Asimismo, reveló que la obra social no quiere hacerse cargo de abonar la medicación más barata, la cual tiene un costo de 2.700 pesos. "No tienen voluntad de nada. Tampoco se hicieron cargo de la terapia de dolor, que son 8.000 pesos cada 15 días. Los ahorros se terminaron y seguimos dando vueltas. El juez falló a nuestro favor e indicó que la medicación corría por cuenta de la obra social. Desde el día en que se notificó de esto, el 9 de marzo, la prepaga tenía cinco días para ponerse en regla. Todavía no tuvimos respuesta", aseguró.

"Queremos que nos garanticen la continuidad del tratamiento, además de que nos deberían devolver toda la plata que ya pusimos. No sabemos cuánto tiempo más puede prolongarse esto, por ahí mi papá está años así. Necesitamos que garanticen esto", completó.