Vaticinan que ningún partido podrá formar gobierno en España

Vaticinan que ningún partido podrá formar gobierno en España

Las elecciones anticipadas de junio. Según un sondeo, el oficialista Partido Popular (PP) tendrá el 29,9% de los votos, pero no le bastaría para gobernar. La alianza Podemos llegaría segunda desplazando al PSOE.

Por Juan Carlos Algañaraz

Ninguna de las cuatro fuerzas principales (PP, Unidos Podemos, PSOE y Ciudadanos) logrará reunir los diputados suficientes para poder gobernar en España. Nadie ganará las próximas elecciones; en realidad, hay otra vez cuatro perdedores. La Constitución ni menciona el voto directo. Se gobierna por el número de representantes, por ejemplo los diputados, que son decisivos. Ser la lista más votada significa “primera minoría” en este sistema.

El 91% de los consultados en la encuesta El País–Metroscopia, difundida ayer, opina que la situación política es “mala”. Nunca se ha registrado tanto pesimismo en una consulta de opinión en la democracia española.

A un mes y dos días de las elecciones generales anticipadas del 26 de junio próximo, el sondeo más esperado registra que el oficialista y conservador Partido Popular marcha primero con el 29,9% seguido por la coalición de Izquierda Unida–Podemos con 23,2%, que supera al PSOE con un 20,2%. Finalmente marcha Ciudadanos con un 15,6%.

Unos datos muy reveladores del estudio indican que el 94% de los encuestados creen que la lista más votada no podrá gobernar, como sucedió en los pasados comicios del 20 de diciembre de 2015, y hará falta una coalición que fue imposible de lograr en cuatro meses de negociación frustrada y parálisis política.

La inédita fragmentación política en la historia española tiene origen en el descalabro social que se ha producido por las extraordinarias medidas de ajuste –“austericidio”– que han acompañado la depresión arrasadora y condenado al 40% de la población a una exclusión que se agrava constantemente.

En los últimos cinco años, la clase media ha perdido a 3,5 millones de sus integrantes que ahora integran lo que algunos sociólogos describen como “un nuevo proletariado que representa al 55% de los españoles”. El 47% de los desocupados ya no tiene ninguna ayuda, 1.450.000 familias carecen de todo tipo de ingreso, por primera vez en los comedores sociales (a la caridad de la “sopa boba” acuden más españoles que extranjeros).

En intención directa de voto, respuesta espontánea de los consultados al preguntarles por su favorito, marcha primero Unidos Podemos con 21%; PP, 18,1%; PSOE, 16,1%; y Ciudadanos, 12,2%. En el análisis del estudio Metroscopía destaca el éxito de la debutante coalición de la “izquierda de la izquierda”, Unidos Podemos, que llega al 23,2%, lo que aumentaría su caudal y le permitiría ganar varios diputados.

Los populares obtiene más apoyo que en el 20 de diciembre –un 1,2%– siempre muy distante de los 176 diputados necesarios para la mayoría absoluta que equivalen al 42–43% de los sufragios. Los socialistas vuelven a perder votos, un 1,8%, y se ubican peligrosamente a dos décimas de la barrera psicológica del 20%. Los socialistas luchan por el centro del espectro político y allí se encuentran con su exsocio Albert Ribera y los liberales de Ciudadanos que obtendrían un 15,6% de sufragios, 1,6% más que el pasado diciembre.

El augurio de El País es claro: la situación de fracturación en cuatro bloques ninguno de los cuales puede formar gobierno repite el cuadro de parálisis que se vive desde el 20 de diciembre de 2015. Para superarlo es necesaria la negociación, el pacto, rechazado por los principales protagonistas con vetos cruzados, negativas tajantes a cualquier consenso y una indiferencia blindada en escuchar el clamor de los españoles de que los políticos lleguen a algún acuerdo que permita integrar un nuevo Poder Ejecutivo. Lo que ha prevalecido hasta ahora es la terrible realidad de la España ingobernable. No sorprende entonces el intenso crecimiento de la abstención.

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