Vaca Muerta le impone nuevos desafíos a Ingeniería en la UNCo

Vaca Muerta le impone nuevos desafíos a Ingeniería en la UNCo

El hecho de estar “encima” de Vaca Muerta nos posiciona en un lugar diferente. Esto, como visión desde la academia. Siempre surge el tema de la relación con la industria, el gobierno y las instituciones en los temas vinculados al sector petrolero.

Pero lo cierto es que es un vínculo que tiene 53 años. Por ejemplo, en el caso de nuestros alumnos, muchos de ellos hacen prácticas pre-profesionales supervisadas y completan así sus estudios. También contamos en nuestros cuadros docentes con especialistas de empresas que enseñan este nuevo paradigma de los no convencionales. Creemos en ese ida y vuelta que enriquece a la universidad y el proceso de formación de los estudiantes.

Vaca Muerta, también, nos impone un desafío. Estamos limitados en materia de infraestructura. Si creciera mucho la matrícula, tendríamos un problema. Habría dificultades para afrontar una demanda educativa creciente. Entre 2008 y 2015 se duplicó la cantidad de estudiantes en las ingeniarías de la UNCo.

Hoy se inscriben unos 1100 alumnos por año. En el 2015 tuvimos la máxima afluencia con unos 1300, en ese momento unos 400 en ingeniería en petróleo y otros 250 en la licenciatura en geología, en las más vinculadas al petróleo. Este crecimiento del sector petrolero nos podría traer inconvenientes y hay momentos en los que la capacidad de aulas no responde a las necesidades de funcionamiento académico, teniendo que disponer de la colaboración de otras facultades que nos prestan espacios.

En cuanto a la graduación, tenemos 100 profesionales por año que terminan las carreras de la Facultad Ingeniería. Es la media nacional, estamos en esos estándares. En las carreras de ingeniería en general, la deserción es alta, tenemos un cuello de botella en el ingreso, pero tenemos un 40% de deserción. Al mismo tiempo, en nuestras carreras hay muchos estudiantes muy avanzados que demoran su graduación porque están insertos en el sector laboral. Hay unos 200 alumnos que siempre están con el 90% de la carrera culminada y que postergan su titulación.

Es necesario generar condiciones para que la culminen. En un plazo de dos años, encararemos la reforma del plan de estudios en las seis ingenierías. A los no convencionales, que implican un cambio de paradigma, los tenemos que plasmar en los nuevos planes de estudio.

Al mismo tiempo, nos posicionamos para la mayor demanda que hay en el sector con dos carreras de postgrado, una especialización en hidrocarburos convencionales y otra en energía eólica. El vínculo con el sector, también se da con transferencia y servicios profesionales a las empresas de la industria. No solo de operadoras sino también de pymes.

Hubo, al mismo tiempo, importantes ayudas que también dieron a la UNCo, instituciones como el IAPG, con aportes del 70% de materiales para un edificio en construcción para Ingeniería en Petróleo, como también lo ha hecho la fundación YPF para el área de Geología de nuestra facultad.

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