Las usurpaciones desnudan la crisis habitacional

La falta de casas en Sierra Grande quedó demostrada con las últimas ocupaciones en complejos habitacionales. Por ello se resolvió reforzar la seguridad en otras para evitar más tomas.

La usurpación de casi 86 casas abandonadas en un barrio en menos de dos años desnuda la grave crisis de vivienda que hay en la ciudad. Es llamativo el efecto cadena que genera una usurpación ya que en menos de 12 horas los "ocupas", se apropian de terrenos y casas.

Las primeras 42 casas tomadas eran de Hiparsa, fue en 2014, horas después que el gobernador Alberto Weretilneck anunció la reparación de esos departamentos para ponerlos a la venta, a la hora estaban usurpados y el estado no tuvo otro remedio que legalizarlos y otorgarles la vivienda. Hoy el lugar es conocido como Villa Esperanza.

En este caso fue necesario que la empresa MCC empiece la limpieza de lotes para que de mañana temprano, antes que salga el sol, familias enteras, con niños y el apoyo de familiares ocupen los 44 inmuebles.

Las casas que fueron usurpadas en Sierra Grande el viernes pasado son propiedad de la MCC Minera Sierra Grande y esa es la diferencia que hay con los primeros departamentos que eran propiedad del estado.

En 2006 la provincia de Río Negro vendió 124 casas a la Minera Sierra Grande del barrio Villa Hiparsa, que estaban en desuso y en estado de abandono, sin aberturas ni servicios. Al principio esas unidades fueron transferidas para que la empresa que en ese entonces ponía en marcha el complejo industrial de la ex-Hipasam las repare y así solucionar el problema habitacional a las personas que trabajaban en la firma.

La minera compró las casas en dólares, el plan de la empresa era realizar el arreglo por bloques, recordó ante la consulta de "Río Negro" Raúl Severino, por entonces presidente de Hiparsa- recordó que esas viviendas fueron vendidas a la empresa oriental. La MCC, reparó la mayoría de las casas donde en la actualidad viven jerárquicos, algunos trabajadores chinos y profesionales argentinos contratados por la MCC, la empresa construyó un SUM, un comedor y una cancha de básquet y una elegante sala de conferencias. Esas 44 casas hoy usurpadas estaban abandonadas, pero hace dos semanas la empresa empezó la tarea de recupero, limpieza de las viviendas con la mira en acondicionarlas para una posible venta. Esas viviendas permanecieron desde el año 92, cuando cerró la empresa Hipasam y donde vivían mineros, en la misma situación, solo paredes y techos, inmuebles sin servicios, ni aberturas ni sanitarios.

El viernes apenas un puñado de casas fueron ocupadas y hoy ya están todas tomadas.

Para marcar terreno cada uno que iba ingresando ponía chapas y maderas y hasta ramas en las ventanas. Ayer todo el mundo limpió los terrenos y sacó escombros del interior para instalarse. Las estructuras están firmes, solo faltan ventanas y puertas , sanitarios y servicios.

Comentá la nota