El universo del Pami, la obra social con más afiliados que inyecta recursos millonarios al sistema de salud

El universo del Pami, la obra social con más afiliados que inyecta recursos millonarios al sistema de salud

Cuenta con casi 22 mil afiliados en Tandil, entre jubilados, pensionados y sus dependientes. Abarca los tres niveles de atención, más especialidades, y está al día con el pago a los numerosos prestadores locales. “Pami es mucho mejor obra social que la imagen que tiene”, concluyó Facundo Llano, a tres meses de su asunción en la Agencia local. Se trazó el objetivo de mejorar la gestión y “romper la tradición”. Sostuvo que “el negocio redondo es cuando el afiliado, el Pami y el prestador están satisfechos, y están dadas las condiciones para que eso pase”.

“Pami es mucho mejor obra social que la imagen que tiene”. A esa conclusión llegó el flamante titular de la Agencia local del organismo, Facundo Llano, al cerrar los primeros tres meses de gestión con una fuerte impronta en el diagnóstico, los objetivos y el plan de trabajo. Parado sobre una realidad que lo fortalece –en esta nueva etapa y pese a la pandemia, el organismo está al día con los pagos-, busca el sano equilibrio entre la millonaria inversión que el Estado nacional vuelca en la ciudad, los deberes de los prestadores de servicios de salud y la atención que reciben los afiliados, los más desprotegidos del sistema.

 

 

Sentado en su banca del Concejo Deliberante supo decir que “sólo existe lo que está en el expediente” y ahora, también con las bases de su profesión, el abogado advierte que en los acuerdos “hay obligaciones recíprocas, la de Pami es pagar y el prestador debe cumplir el contrato. En esa cancha jugamos”.

Desde la oficina de Pinto 869, dio detalles de las prestaciones que brinda la obra social más grande de Latinoamérica, Argentina y Tandil. Los datos que emanan de la Agencia local permiten dimensionar las ramificaciones en el sistema de salud local. Todo eso no se condice con la derruida infraestructura del edificio alquilado, con sus paredes descascaradas, el mobiliario antiguo y pilas de expedientes que esperan la mudanza a Mar del Plata. En ese ámbito, se desempeñan 33 empleados, que fue a los primeros que escuchó Llano a la hora de construir su diagnóstico.

 

 

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En una extensa charla, consideró que Pami debe dar “un salto de calidad desde lo organizacional”, a nivel nacional y también en la ciudad. “Muchas de las cuestiones que hoy se están implementando, deberían hacerse de mejor manera. Así lo encontré en términos edilicios, de formación de recursos humanos, tecnológicos, de vinculación con el ciudadano, de estadística, de relación con los prestadores. Hay muchísimas cosas que vinimos a mejorar y que creo que hay que mejorar, y algunas cosas ya las estamos haciendo”, anticipó.

En una primera impresión, detectó “falta de gestión y de una visión de cuál es el rol que debe cumplir una obra social como prestataria y a cargo del Estado. Creemos que tiene que ser una obra social de punta, de excelencia, de eficacia y también, con empatía, cariño y alcance al ciudadano. Si no se ve de esa manera, probablemente se encuentren con la visión de quienes antes ejercían estas conducciones que era ‘está bien, si no te gusta, ándate a una prepaga’”.

 

 

 

Cuestión de imagen

El abogado reconoció que la mala imagen del instituto “es histórica” y analizó que “todas las falencias que describo, acrecentadas en los últimos cuatro años y con la diferencia que en gestiones anteriores el Pami creció, porque crecieron las prestaciones previsionales. Por ahí no se le puso el foco, porque la importancia fueron las moratorias y la inclusión en el sistema previsional a través de Anses, pero también que Argentina receptó, a través de las dos moratorias importantes que se dieron, a una infinidad de gente que ahora son afiliados a Pami, a quienes no sólo se les dio la cobertura previsional sino también la social”.

-¿Anses creció y no acompañó Pami, que era la contracara?

-Efectivamente. Eso fue en lo que se descansó en seguridad social, que implica la cobertura previsional y en salud.

-¿Tienen este diagnóstico las autoridades nacionales?

-Creo que todavía no, y si lo tienen, probablemente lo están trabajando. No es algo que se me ocurrió a mí, lo veo porque además vengo de Anses, eso también me permite ver la diferencia de gestión, de nivel de organización, de la mirada que pone el Estado respecto de ese organismo y la que pone respecto de este.

“Va a mejorar”

En principio, destacó que “hoy Pami dio un salto importantísimo con la cobertura en medicamentos. En los últimos meses, con esta gestión, implementó el Vademecum, está cubriendo las deudas con los prestadores, con las farmacias. Creo que la visión para afuera se va a modificar y va a mejorar mucho. Se tiene que hacer por la dimensión que tiene Pami en la comunidad, la sensibilidad que tiene en las prestaciones que brinda, la importancia”.

Definió que “es la obra social cuando necesitás una obra social, entonces la tasa de uso que tienen los 20 mil afiliados de Pami es infinitamente superior que cualquier activo en relación de dependencia, precisamente por la edad de nuestros afiliados”.

La Agencia local, que es la segunda en importancia luego de la UGL –Unidad de Gestión Local- de Mar del Plata (con cien mil empadronados) tiene 21.836 afiliados en esta ciudad, que se estima que ronda los 140 mil habitantes. Brinda cobertura a jubilados, pensionados y a sus relaciones a cargo, y a Veteranos de Malvinas. La mayoría son adultos mayores, 1130 son personas menores de 50 años –pensionadas, hijos a cargo o discapacitados-, hay una franja de discapacitados mayores de 50 y hasta 65 años, y el resto son los afiliados que tienen el beneficio previsional, jubilación o pensión.

“Las demandas son de todo tipo. Por suerte la ciudad tiene una cobertura en salud casi autosuficiente”, valoró Llano e hizo un mapeo de las prestaciones, con algunos números de las millonarias inversiones que vuelca en el sistema público y privado de salud en el partido de Tandil.

Ramificaciones de un organismo gigante

En Tandil, en el primer nivel de atención, Pami cuenta con 33 médicos de cabecera, de libre elección para los empadronados. Un estudio a nivel nacional reveló que el 90 por ciento de los afiliados utiliza al menos un medicamento por mes y que hay un promedio de consumo por afiliado de 3200 pesos por mes. “Es un volumen enorme que requiere la intervención del profesional, que es el que tiene que emitir la receta”, indicó el titular de la Agencia Tandil.

Los médicos tienen un contrato, donde se establece el período de atención y la cantidad de afiliados a los que deben dar respuesta. Además del haber mensual, el organismo les abona por las prácticas médicas de acuerdo a la tasa de uso y pueden facturar cuando emiten las recetas electrónicas.

Si bien son de libre elección, “puede pasar que Pami establece una cantidad de cápita que pueden aceptar los médicos, porque es lo que considera que pueden atender, y a su vez, también el médico puede determinar cuál es su techo de cápita. Entonces, en ese caso no va a estar disponible para el afiliado que quiera elegirlo. Son pocas las situaciones que tenemos, pero de a poco, en función de los acuerdos que se van incorporando, algunos médicos están tocando el techo de cápita, ante lo cual hay que reformular las cápitas que tienen y asignarle, eventualmente, a médicos nuevos”, detalló y agregó que martes, miércoles y jueves de esta semana se reunirá con los 33 profesionales.

Segundo nivel

En el segundo nivel y tercer nivel de atención, Pami tiene convenios con la Nueva Clínica Chacabuco, la Clínica del Corazón y el Sistema Integrado de Salud Pública, que atienden especialidades, estudios, internaciones e intervenciones.

El titular de la Agencia local ya mantuvo reuniones con las autoridades de las tres instituciones, donde se atienden las especialidades como cardiología, cardiovascular, hemodinamia, traumatología, ginecología, oncología, flebología, endocrinilogía, reumatología y demás.

En este caso, el afiliado también puede optar por la Clínica Chacabuco o por el Hospital, donde les brindan las especialidades y aquellas que no están deben ser cubiertas con otro efector.

Hoy, las cápitas están distribuidas con 11 mil afiliados en la Clínica y 9 mil en el Hospital. “Están parejos. Cubren las especialidades y también el tercer nivel que es la internación”, resumió Llano.

Reiteró que la ciudad tiene un sistema de salud “casi autosuficiente. Es muy bueno en la atención de los médicos de cabecera, en las especialidades, en el nivel de internación y en el tipo de prácticas e intervenciones que se pueden hacer en el propio partido”.

Hoy se derivan algunas situaciones puntuales, como resonancia y densitometría ósea, a Mar del Plata y Pinamar, que si bien “no hacen al volumen”, expuso que “mi objetivo es que si está en Tandil, pueda ser un prestador de Tandil el que cubra, para beneficio del afiliado, del médico de cabecera y de todos, en realidad”. Sumado a eso, reconoció que hay algunas prácticas que se hacen en la ciudad que pueden ser mejoradas.

Otras prestaciones

Por otra parte, la oficina local se encarga de la gestión para la provisión de insumos para cirugías, como cardiología, traumatología, neurología; como así también de fisiatría, con sillas de ruedas, camas ortopédicas, andadores, bastones, trípodes, etc.

En oftalmología tiene convenio con la Clínica de Ojos y se incorporó Emiliano Florian. La clínica cuenta con la mayor cantidad de cápitas y dispone de un lugar de atención exclusivo para Pami, donde 14 oftalmólogos abarcan todos los niveles de prestación, desde consultas hasta cirugías.

Además, ocho ópticas dan cobertura de anteojos de cerca, de lejos, bifocales, por renovación, pérdida, robo, rotura de cristales, armazón. “Todo por convenio, tienen determinados días para entregar los anteojos. Todo por orden de prestación, con un sistema muy ágil”, destacó.

En odontología, tienen acuerdo con diez odontólogos -a elección del afiliado- y atienden consultas, efectúan prácticas y realizan cirugías. En este aspecto, reconoció que hay una necesidad de mejorar la calidad y cantidad de prótesis.

En salud mental, el convenio con la Clínica de la Comunidad, que presta servicios de internación crónica y aguda, centro de día de jornada simple y completa, consultorios externos, domicilios y urgencias.

En residencias de adultos mayores, tiene contrato con Suyai Tandil y ahora se incorporó el Hospital de María Ignacia con camas de internación. “Necesitamos camas en el partido de Tandil en geriátricos”, dijo y reconoció dificultades para formalizar convenios porque las instituciones no logran la habilitación provincial.

En internación domiciliaria, Pami tiene enorme demanda y busca estabilizar la situación. Hoy cuenta con cuatro prestadores y está en vías de conformación la unidad de Usicom, que va a iniciar el proceso de prestación del servicio para trabajar con Pami.

Por otra parte, Usicom se encarga de la cobertura integral de traslados, urgencias y emergencias médicas. Dentro de la ciudad, lleva a pacientes a consultas de especialistas y prácticas, y a derivaciones fuera del partido. Además, ya funciona el teléfono 138 opción 0, que comunica al afiliado en forma directa con Usicom.

Otras prestaciones son kinesiología, Centro Oncológico de las Sierras, Centro de Diálisis, resonancia y tomografía, laboratorios y ecodopler.

Además, las derivaciones por cuadros más complejos se realizan al Hospital César Milstein, propio de Pami; al Ángel Roffo y al Marie Curie, Fundación Favaloro, Hospital Italiano, Santa Lucía y de Clínicas.

En el área de sociales, brinda distintas actividades como talleres, cursos, charlas y actividades, además se entrega una ayuda alimentaria –bolsones del programa Pro Bienestar- que ahora se deposita directo en las cuentas de los beneficiarios y se brinda una ayuda de 15 mil pesos a los centros de jubilados.

Existen otros programas de ayudas económicas y entre todos, la inversión asciende a 2.762.258 pesos.

 

“En pandemia, el sistema capitado

ayudó a los prestadores”

En principio, una de las carencias en la gestión del organismo son las estadísticas. En ese aspecto, comenzó a trabajar para generar bases de datos y números de Tandil, como cantidad de internaciones, de prácticas por especialidad, traslados, prestaciones, etc.

En cuanto a las cuentas de los prestadores, Facundo Llano indicó que “ya tengo la clave de SAP, que es para ver cuánto factura cada efector a Pami y poder seguir el trámite en caso de que tenga algún tipo de demora, poder reclamarlo”.

Resulta llamativo que la oficina local nunca había tenido la clave que posibilita conocer la relación del prestador con el organismo y colaborar frente a dudas en la facturación o la liquidación. “Ahora, cada inicio de mes me mandan la resolución de cuáles son los pagos que hizo Pami a cada prestador. Fehacientemente sé cómo están las cuentas de cada prestador de Tandil respecto del instituto” dijo.

Con esa información, informó que “no tenemos atraso con los prestadores” y ratificó que los pagos son a 60 días. “Nos reunimos con el Hospital y con la Chacabuco y ambos efectores nos reconocieron y de hecho, desde el Hospital nos dijeron que éramos los primeros respecto de los pagos. Eso obviamente es una gran fortaleza. Se regularizó y algo más, en pandemia, el sistema capitado ayudó a los prestadores porque bajó la tasa de uso y Pami no interrumpió los pagos capitados”.

De ese modo, respondió a la “negativización” de la obra social a la que apeló el presidente del Círculo Médico, Diego Macagno, al rechazar la reforma del IOMA. “Muchas veces, por ahí, cuando se habla de ‘pamizar’ el sistema, tanto los médicos de cabecera como los sectores de segundo y tercer nivel y los distintos efectores de otras especialidades o profesionales o prestadores de Pami siguieron cobrando la cápita conforme al convenio y a la obligación que Pami tenía con ellos. Eso fue una enorme fortaleza para sostener el vínculo de Pami con el prestador, pero sobre todo para darle la seguridad al afiliado de Pami que en pandemia continuaban las prestaciones cubiertas por la obra social”, lanzó.

Y subrayó que “obviamente fue una decisión política y es una mirada política de cómo queremos tratar a nuestros afiliados desde una obra social del Estado. Entonces, por ahí muchas veces cuando se habla de Pami, es importante mencionar que en este contexto en el que es difícil encontrar recursos en el sistema de salud, en todos lados, y en el que las tensiones con las obras sociales privadas, las prepagas y las sindicales son complicadas, Pami optó por continuar con el pago de las cápitas, que es una inversión enorme”.

 

“Las decisiones políticas

se reflejan en fondos”

Pami vuelca millonarios recursos en el sistema de salud y en farmacias para la atención de los 20 mil afiliados que no tienen que pagar por las prestaciones. Sin embargo, Facundo Llano estimó que existe “una cifra negra de irregularidades” que aún no detectan, como la extensión de los plazos de los turnos que provoca que algunos afiliados opten por pagar consultas para no esperar o adicionales por urgencias, etc.

En cuanto a las inversiones, Pami vuelca unos 12 millones en la Chacabuco y 9 en el Hospital, por mes y por la cápita, pero además facturan las prestaciones, insumos, intervenciones, que requieran los pacientes. También dispone unos 5 millones mensuales para salud mental y otro tanto para el sistema de emergencias, urgencias y traslados.

“Es la contracara de aquellos que dicen ‘pamizar’ como una cuestión de negatividad. Hoy en día Pami es una buena obra social y mucho mejor que muchas que no se animan a tocar. En defensa y con argumentos, los números son los que mandan. Sabemos que las decisiones políticas se reflejan a través de fondos”, enfatizó.

Farmacias

Destacó que en medicamentos, “Pami tiene un espectro de cobertura como ninguna otra obra social. Tiene un Vademecum de 170 medicamentos al ciento por ciento; si no lo comprende ese listado, tiene asistencia por vías de excepción, por trámites especiales, es decir de acuerdo al diagnóstico, puede ser oncológico, hipoglucémico o alguna patología determinada; y además puede ser por subsidio social. Todas esas posibilidades para llegar al ciento por ciento de los medicamentos que hace al espectro de cobertura más amplio del país”.

Y agregó que “eso va atado al convenio que tiene con las farmacias, que son 45 en Tandil que están conveniando hoy con Pami para ofrecerles los servicios y con la implementación de la receta electrónica”.

En ese sentido, explicó que el instituto ya la implementaba pero el sistema se mejoró durante el aislamiento social. El médico de cabecera emite la receta electrónica que va directamente a la farmacia y el afiliado lo retira. Sólo debe asistir a Pami si se trata de un fármaco que no está en el Vademecum para gestionarlo por las otras vías disponibles.

“Estamos hablando de un promedio de cobertura de 3200 pesos por afiliado, entonces hablamos de 70 millones mensuales de Pami volcados a las farmacias a través de la cobertura de medicamentos”, dijo.

 

Todos siguen

Subrayó que “los efectores quieren trabajar con Pami. Desde que estoy acá, nadie vino a decirme ‘me quiero ir de Pami’. Los médicos de cabecera y otros médicos de la matrícula, tanto del Círculo como de la Agremiación, me han venido a ver para incorporarse. Entonces, esto de ‘pamizar’ es más un mensaje de tinte político que lo que está sucediendo en la realidad, porque de los 33 nadie vino a decirme ‘me voy’, sino que tengo muchos que quieren incorporarse y están haciendo los trámites y bienvenidos son”.

Por último, manifestó que “somos los primeros interesados en que todo el andamiaje de la salud funcione y estamos en condiciones para que eso suceda”.

“Hay que estar cerca para conocer la realidad”

“Va a haber dificultades como tiene toda obra social, tensiones con el afiliado como tiene toda obra social, por los tiempos, por la delicadeza de la situación, por el cuadro clínico. Porque muchas veces, por ahí muchas situaciones no resueltas por los efectores se las atribuyen a Pami, cuando es más una responsabilidad del efector cumplir el contrato que tienen con la obra social. Pero todo eso se soluciona estando cerca, del prestador para ver cuáles son las dificultades que tiene y de qué manera podemos ayudarlo, y por sobre todas las cosas, del afiliado”, consideró el titular de la Agencia local.

En ese sentido, adelantó que “cuando empecemos a regularizar la atención de los efectores, ya estamos implementado dos equipos de médico, enfermero y asistente social en el Hospital y en la Clínica para que tengan contacto directo con el afiliado”.

Apostó a generar “un acompañamiento, un análisis para reconducir algunas situaciones si hay que hacerlo, respecto de la obra social o del efector, y una mirada profesional, como la obra social que somos, que tenemos que estar encima del afiliado para que le cumplan la prestación que nosotros pagamos”.

Ya lo habló con los efectores, pero además está dentro de los contratos, aunque no se implementaba. “Quiero que la persona afiliada a Pami sienta que estamos presentes y que el dinero que la obra social paga al efector sea buen retribuido. No tenemos grandes conflictos frente a las prestaciones que se brindan. Hay situaciones puntuales de un cobro indebido, de algún horizonte de turno, de alguna cuestión ‘esto no lo cubre Pami’ y en realidad sí lo cubre pero lo quieren cobrar”, que atribuyó a muchos años de vicios y falta de control.

En ese sentido, invitó a los afiliados a que consulten. “Al que viene lo atendemos y segundo, le damos una respuesta”, garantizó.

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