Unas 6.500 personas saborearon la gran omelette en Tecnópolis

Unas 6.500 personas saborearon la gran omelette en Tecnópolis
La omelette gigante es la protagonista principal del Festival Gastrónomico Argentino Raíz, que se desarrolla en el predio de Tecnópolis. La muestra se extenderá hasta el domingo con entrada libre y gratuita.
Maestros de cocina, estudiantes y emprendedores mostraron hoy sus creaciones culinarias y productos alimenticios a las miles de personas que se acercaron a Tecnópolis, atraídos por la invitación a probar una omelette gigante, la protagonista de la apertura del Primer Festival de Gastronomía Argentina, que se desarrolla hasta el domingo.

“Probaron nuestra sabrosa omelette gigante unos 6.500 visitantes de Tecnópolis, toda una fiesta para el paladar”, dijo a Télam José María Besada, Primer Gran Maestro de la Cofradía de los Caballeros de la Omelette de la localidad de Pigüé, uno de los artífices de esta iniciativa, la primera propuesta del festival “Raíz” que arrancó en la megaferia de la localidad bonaerense de Villa Martelli, con entrada libre y gratuita.

La receta de la omelette gigante atrajo la atención de las delegaciones de escuelas, de los centros de jubilados y del público en general que se acercó al playón de ingreso, atraídos por el aroma que se desprendía de la sartén de 4,30 metros de diámetro.

Mientras se realizaba la gran receta que demandó 10.000 huevos y 100 kilogramos de jamón cocido, una parte del público se fue dispersando por las callecitas de Tecnópolis hacia el encuentro de otras propuestas, entre ellas, el mercado de productos argentinos, y las clases magistrales de los maestros de la cocina gourmet.

En uno de los espacios, un grupo de jóvenes mujeres desde un puesto con platos “latinoamericanos, con mucha fruta y mucho picante” se presentaban como un “restaurante nómade”.

“El concepto de Aipim es el de una cocina que viaja a diferentes lugares y aprende mientras viaja. A través de la redes sociales comunicamos nuestras próximas cenas a veces en restaurantes, a veces en espacios no gastronómicos”, dijo a Télam Naiara Calviño, la responsable de esta iniciativa itinerante.

En el Patio Cervecero, la atención de una buena cantidad de jóvenes se fijó en el tradicional “liso santafesino”, que fue definida por Martín Fertonani, el encargado del puesto, como “liviana, suelta y bien fría”.

El pabellón del Mercado de Productos Argentinos es un capítulo aparte por sus más de 300 puestos de especias, panes, fiambres, embutidos y dulces, entre otros productos de huerta –como los de la cooperativa “Hacen” del Parque Pereyra Iraola, de La Plata, y los envasados de carne de conejo, llama y pollo al escabeche, de la cooperativa cunícola de La Pampa.

En el escenario de “cocineros argentinos”, un grupo de alumnos de la Tecnicatura de Comidas Regionales, que funciona en Tumbaya, Jujuy, cocinaban un guiso de quinoa y la ‘pisara’ de quinoa, "una suerte de arroz con leche”, explicaba a quien lo pidiera la estudiante Cristina Espinosa.

“Los siguientes días del festival presentaremos las especialidades de las otras tres regiones jujeñas: empanadas de carne y dulce de cayote, de los Valles; el anchi, una bebida representativa de la Quebrada, que se hace con sémola de maíz, melón, naranja, pelones; y el chicharrón crocante de carne de chancho y mote –maíz seco- de las Yungas jujeñas”, contó Roberto Darío Zani.

Simultáneamente, el conocido Martiniano Molina iniciaba una clase magistral para chicos de pan casero con levadura en el espacio "Pipón", detrás de una mesada repleta de elementos de cocina y un horno eléctrico preparado para terminar la obra.

Hasta el domingo, los visitantes podrán disfrutar de más de 30 fiestas de la cultura y la gastronomía argentina con desfiles, platos, clases y degustaciones, como la Fiesta Nacional del Chocolate y la Fiesta del Chivo.

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