Tras la masacre, fiebre de venta de armas en EE.UU.

Tras la masacre, fiebre de venta de armas en EE.UU.
Por Armando Pérez

La oferta navideña se junta con los efectos de la matanza en la escuela de Connecticut. La gente se apura a comprar porque teme que se impongan restricciones a los rifles de asalto, los preferidos.

Las armerías y todo negocio que vende armas en Estados Unidos trabajan a destajo por estos días. Sus empleados se multiplican para atender a la avalancha de compradores ansiosos por adquirir fusiles de todo tipo y calibre, así como chalecos y mochilas infantiles a prueba de balas, en reacción a la masacre de 20 niños y seis adultos en Newtown del viernes pasado.

Entre los miles de artículos que usualmente compran los norteamericanos en las rebajas de Navidad, este año la tendencia es comprar armas , aprovechando las ofertas por la fecha y por el temor a que las autoridades prohíban la comercialización de artefactos diseñados para la guerra.

Un empleado de la tienda de Artículos Deportivos Dick, en Falls Church, Virginia, dijo a Clarín que la mayoría de las armas a la venta allí no tenían descuento, pero que sí se había registrado un alza en las ventas desde el fin de semana pasado. “El movimiento ha sido mayor al habitual, incluso para esta época. La gente está llevando de todo, pistolas, escopetas, pero sobre todo armas deportivas modernas”, apuntó el vendedor, que se identificó como Jarim Butas.

Dick es uno de los mayores vendedores de artículos deportivos del mundo. La policía cree que el atacante en el tiroteo, Adam Lanza, intentó comprar un arma en una de sus tiendas pocos días antes de masacre, pero al final usó los rifles de su madre. Tras la matanza, esa firma retiró todas las armas de su tienda más cercana a Newtown, pero no en los otros locales del país, como pudo comprobar Clarín.

El presidente Barack Obama ha decidido ponerse a la cabeza de una cruzada nacional para vetar la adquisición de este tipo de arsenales, como la principal medida entre un grupo de otras sobre salud y educación para evitar o reducir la frecuencia con la que en el país se producen masacres masivas.

El repentino frenesí de compradores ha provocado largas colas y ha dejado a tiendas sin existencias, principalmente de aquellas armas más propias para un campo de batalla que para ir de caza.

El producto estrella en esta oleada ha sido el modelo AR 15, precisamente el que empuñó Adam Lanza, el asesino del colegio Sandy Hook.

“Hay un miedo generalizado a que entren en vigor restricciones”, manifestó a Usa Today Alecs Dean, propietario de International Firearm Safety Inc., en Fort Myers, una compañía que ofrece entrenamiento de manejo de armas para civiles y que también tiene sobrecarga de clientes.

La demanda tomó incluso desprevenidos a grandes almacenes como Walmart o Target, que se vieron obligados a reforzar el personal en sus departamentos de armas y reponer estanterías de pistolas, rifles, cuchillos y chalecos.

Víctor Valente se llevó del Walmart de Hollywood (Florida) un par de pistolas, varias cajas de balas y binoculares. “Tengo miedo de que pronto nos pongan restricciones, así que mejor me apresuro a comprar ahora”, aseguró a ANSA .

La desbocada demanda de compradores estos días ha convertido a Florida, con 19 millones de habitantes, en el primer estado norteamericano en superar el millón de armas en manos de particulares.

Pero la fiebre se ha contagiado a prácticamente toda la nación, según un reportaje de la cadena Fox News , que muestra como desde el pasado sábado, un día después de la tragedia, los consumidores abarrotaron armerías de Oregon, Virginia, Florida, Texas, California, Colorado y Ohio.

En este último estado, en la ciudad de Cincinnati, los aficionados hacían filas para entrar a una muestra de armas durante el fin de semana. “Las ventas subieron el sábado. La gente está comprando todo lo que puede ante el miedo de que el presidente prohíba algunas armas”, manifestó Joe Eaton, de Buckeye Firearms Association.

Este fenómeno no es nuevo. Tras la masacre en julio pasado en un cine de Denver, en Colorado, durante el estreno de una película de Batman, también se reportaron ventas récord de armas de fuego en todo el país.

Debido a que el mayor número de víctimas en el crimen de Newtown fueron niños de entre seis y siete años, la gente también ha decidido comprar mochilas blindadas como un nuevo complemento en la seguridad de sus hijos.

Se estima que los estadounidenses tienen en sus hogares al menos 270 millones de armas de fuego, cifra que equivale a casi una per cápita. Este hecho indica que el país, además de sufrir un problema social, es presa de un problema cultural grave.

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