Tras la agonía de Garbarino, se profundiza la crisis en Ribeiro, que transita otro concurso preventivo

Al igual que la firma que aún encabeza Rosales, el retail debe millones y acumula casi 1.000 cheques rechazos. Sin socio nuevo, el horizonte se complica.

Por Patricio Eleisegui.

La crisis que doblega a buena parte del retail sigue acercando incertidumbre a un sector, como nunca antes en años, transita una etapa de cambios y retiradas. Un ejemplo de esto último puede ubicarse en el momento que atraviesa Garbarino, que esta semana entró en concurso preventivo por decisión de Carlos Rosales, aún dueño de la cadena.

Desaparecido en acción, el empresario dedicó los últimos meses a terminar de desactivar los pocos locales de la compañía que quedaban en pie y, en simultáneo, a cesantear a la mayoría de los empleados de uno de los retail más importantes de la Argentina.

Fue efectivo en su plan: según dio a conocer iProfesional el jueves pasado, en poco más de una semana la empresa despidió a 3.400 de sus 4.000 trabajadores. El 85 por ciento de su plantel.

Pero no sólo Garbarino atraviesa la instancia del descalabro. Ribeiro también se encuentra en la etapa del concurso preventivo y el futuro de la cadena también es incierto ante la falta de nuevos socios que inyecten capital.

Recientemente, la Justicia habilitó a los acreedores para que estos se presenten a verificar reclamos y, de esa forma, comiencen a discutir posibilidades de pago a negociar en 2022. Para esto rige un plazo que vence el 30 de este mes. Se estima que la reestructuración total de la deuda de Ribeiro demorará por lo menos un año y medio más.

Los legajos de los acreedores se incorporarán al expediente del concurso a partir del próximo 7 de diciembre. Por su parte, la Sindicatura verificante emitirá un primer informe respecto del avance del proceso recién en junio de 2022. Mientras tanto, el funcionamiento comercial de la cadena navega aguas turbulentas: en los últimos dos años su nivel de ventas cayó cuanto menos un 60 por ciento.

"La empresa sigue sin encontrar un socio que le permita capitalizarse. Si bien la ola de cierres de locales se serenó, todavía hay una deuda importante en algunos salarios. La cadena entró en esta etapa de la pandemia con pérdidas anuales de 1.400 millones de pesos. No había forma de no caer en el concurso preventido", dijo a iProfesional un allegado al retail.

Según pudo constatar este medio en la central de deudores del Banco Central (BCRA), la cadena mantiene compromisos incumplidos con bancos como el Nación, Provincia, Patagonia, Santander, Hipotecario y Supervielle, por mencionar algunas instituciones.

En buena parte de los casos su status es "irrecuperable", de acuerdo al BCRA. Ribeiro acumula, además, 981 cheques rechazados por un monto superior a los 542 millones de pesos.

Según el BCRA, la cadena suma más de 980 cheques rechazados por montos multimillonarios.

 

"La empresa enfrenta una crisis económica por la caída en las ventas y el alto endeudamiento y a eso hay que sumarle que el consumidor cambió su forma de comprar. La pandemia terminó con la visita al local salvo para algo puntual. El modelo ya no es rentable", agregó la fuente interpelada.

Para luego añadir: "Ribeiro cerró puntos de venta en San Juan, Córdoba, Santa Fe, Misiones, y también dio de baja sucursales en Capital Federal. Sin embargo, está lejos de la estabilidad. Sin socio inmediato, bueno, quién sabe qué ocurrirá con lo que queda de la cadena el año próximo".

Hasta la oleada de cierres del último año, Ribeiro llegó a contar con 85 sucursales y 1.900 empleados. El pico de su éxito comercial ocurrió en 2017, año en que cerró una facturación del orden de los 370 millones de dólares.

Garbarino, en caída

 

A la par de la incertidumbre en torno a Ribeiro, el escenario en Garbarino no deja de sumar dramatismo. Desde el ámbito de los empleados de la firma, sendos representantes señalaron a iProfesional que entre las notificaciones remitidas la semana pasada y las distribuidas a lo largo de esta jornada apenas si restan 600 trabajadores del retail por despedir.

"Los despidos se están llevando a cabo aunque rige el DNU que los impide y está la conciliación obligatoria. Y toda la maniobra se viene desarrollando con respaldo del sindicato de Comercio que encabeza (Armando) Cavalieri", explicó uno de los empleados alcanzados por los telegramas de las últimas horas.

"Van por la totalidad de la dotación. No va a quedar nadie", comentó a este medio otro de los cesanteados. Las familias ligadas a la compañía suman más de un semestre de sueldos impagos de forma completa y entre los empleados predomina la idea de que el destino de la cadena no se resolverá en el corto plazo.

Garbarino reconoce deudas del orden de los 10.000 millones de pesos.

 

Este ingreso en la convocatoria implica, también, la quita de las posibilidades de indemnización planteadas a algunos de los empleados de la empresa. Erradica, además, la opción de que algunas familias cuenten con la cobertura de algún plan REPRO.

La causa por concurso preventivo que acaba de impulsar Carlos Rosales y su equipo se encuentra asentada en el Juzgado 14 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial. La firma reconoce deudas por al menos 10.000 millones de pesos.

 

La cadena acumula 3.780 cheques rechazados por un monto total de 5.762 millones de pesos. La cúpula de Garbarino, según la base de datos del BCRA, no ha dejado de librar cheques sin fondos desde el 24 de enero de 2020 a este mes del corriente año.

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