La Matanza es uno de los distritos que muchos daños tuvo por el tornado ó la “cola de tornado” que se abatió la noche del miércoles 4 de abril, cuando estábamos en el cierre de esta edición. El masivo apagón interrumpió nuestro trabajo hasta la mañana del Jueves Santo.
“Un día muy triste”
Apenas conocida la noticia y con el gigantesco corte de luz en vigencia, se hicieron presentes autoridades para evaluar los daños, como en otras escuelas y barrios del municipio.
Es así que desde el Intendente Fernando Espinoza, varios de sus funcionarios, el Delegado y Subdelegado municipal, Aldo Díaz y Rubén Vestillero, los gremios SUTEBA y UDocBA y personal de la Dirección de Infraestructura provincial y consejeros escolares, estuvieron en la Técnica Nº 2, junto sus directivos y docentes.
Profesoras llorando y otros docentes atribulados, debatían qué hacer ante semejante desastre.
“Es un día muy triste, porque estamos recibiendo información de que también se vieron afectadas las Escuelas Media Nº 31, Técnica Nº 8 y la Escuela Nº 63 de Villa Celina, los Centros de Formación Profesional Nº 401, 403 y una escuela de Ramos Mejía, entre otras” comentó el secretario general de SUTEBA La Matanza Paulino Guarido a Política 2000 durante la recorrida que hicimos, con mucho pesar por cierto, ya que es una escuela que vimos crecer en el barrio y que tiene una amplia matrícula de varias localidades del distrito.
Sin Alumnos
Fernández Valdivieso es el Regente de la Escuela y dejó salir a los pocos alumnos que estaban en clases, casi una hora antes de que se desatara la tremenda tormenta que provocó este desastre. “Fue una decisión criteriosa y acertada de su parte y que es muy difícil tomar. De lo contrario podría haber sucedido una desgracia con los alumnos en el taller en el momento del tornado. Hay que tomar las cosas con calma. Lo primero es asegurar la escolaridad de los alumnos. No va a ser fácil, es cuestión de que todos pongamos el hombro para reconstruirla: docentes, alumnos, familias, autoridades y por supuesto, nuestro gremio.”, dijo Paulino Guarido.
“Estamos muy doloridos porque este taller, que voló por el viento, lo hicimos a pulmón y estaba en el mejor momento de su equipamiento. Estaba formado por dos columnas que sostenían los dos techos parabólicos y de infraestructura con nuevos sectores de trabajo. Lo único que se mantuvo en pie fue la losa que habíamos construido dentro del taller, pero los laboratorios se perdieron. Es una lástima, estábamos en el mejor momento de la historia de la Escuela” nos dijo Fernández Valdivieso.
“Las pérdidas son millonarias. Las herramientas, máquinas y equipos que tenía eran nuevos, lo mismo que los elementos de informática y del Laboratorio del taller”, señaló el Jefe Distrital de Inspectores, Guillermo Witcel.
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