“Lamentablemente, la decisión está tomada. En estas condiciones, la operación es inviable. La situación no puede extenderse mucho más”, señalaron fuentes allegadas al holding que lidera Ignacio Noel.

No obstante destacaron que “seguimos buscando alternativas en este contexto, pese a que todavía no aparecieron, y se mantienen los canales de diálogo con todas los interlocutores válidos, ante la posibilidad de lograr una solución a la grave crisis que atraviesa el parque. Lamentamos las consecuencias de esta situación inédita, compleja y ajena a la voluntad de la empresa”.

Por si fuera poco, el propietario del 50% del predio (gobierno de la Provincia de Buenos Aires) no renovará el convenio de uso del mismo.

Para la provincia, la estatización del predio, que lleva 23 años en funcionamiento, no es una opción. En declaraciones radiales, el mismo ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa, descartó esta salida. Tampoco es una alternativa para el municipio de Tigre, donde se encuentra el complejo. Las autoridades bonaerenses indicaron que el principal inconveniente es su sustentabilidad.

El resurgimiento del Parque de la Costa deberá ser acompañado de una fuerte inyección de capital: sus deudas superan los u$s 30 millones. “A lo largo de la historia, casi nunca generó ganancias”, confirmó una fuente cercana a su operación.

Según se desprende del último balance contable, en 2019 tuvo un rojo de u$s 270,7 millones. Desde 2015, año en el que se inauguró Aquafan y ChinaTown Tigre, no registra beneficios.

A medida que pasan los días, se agudiza la crisis. Por el momento, Tigre Center y Chinatown Tigre, que funcionaban en el mismo espacio hasta antes de la cuarentena, bajarán las persianas. Tampoco volverían a abrir Aquafan y el teatro Niní Marshall