Los terrenos de Fortunato de la Plaza fueron uno de los temas centrales en materia de polémica en el ámbito educativo y político. Con fuertes cruces en el Consejo Escolar, el tema llegó al HCD, dónde después de un tratamiento veloz en Obras, quedó varado en Legislación, comisión presidida por Nuñez.

La Nota Particular 54, continúa fuera del orden del día luego de más de dos meses. La dilatación del tratamiento, obstaculiza el esclarecimiento de una cesión de tierra que cuenta con irregularidades e idas y vueltas.

"Desde abril venimos presentando las pruebas de todos y elaborado los informes", comentó a este medio una vecina de la comunidad que apunta a la inacción de la política del Municipio en general, a pesar de las promesas.

​​​​​El recorrido de la polémica  La documentación presentada por la comunidad de Fortunato de la Plaza refiere a una superficie de 24.000m2, 64 lotes en total, que pertenecían a la órbita de educación y que ahora, serán utilizadas para la construcción de vivienda social. Como informó La Tecla, los ejes de la polémica apuntan en varias direcciones. En primera instancia a la Dirección General de Educación y Cultura (DGEyC), quién indicó que las tierras "no revisten interés educativo" en una comunicación con la Secretaría de Integración Socio-Urbana (SISU). Sin embargo, las inmediaciones cuentan con tres establecimientos educativos, cuyo estado edilicio es una deuda pendiente y cuyos cupos podrían verse saturados ante el arribo de decenas de nuevas familias. La otra apuntada es la presidenta del Consejo Escolar, Natalia Russo, perteneciente a Crear Juntos, quién firmó la cesión sin pasar por el plenario con el resto del cuerpo de consejeras. Según reconstruyó este medio, habría habido presión por parte del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), quienes serían receptores de las tierras. A su vez, el movimiento no puede explicarse sin cierto grado de complicidad del Frente de Todos, afín a la agrupación y quién a su vez, no mostró compromiso en los distintos pedidos de respuestas y esclarecimientos del hecho. Por último, aunque no menor, está el aspecto de la procedencia de las tierras. Pertenecientes a los Peralta Ramos, la familia al momento de realizar la donación especificaron que esta debía utilizarse con fines educativos.