La testigo denunció que el padre del único imputado por el crimen del niño Tomás Dameno Santillán, ocurrido en Lincoln en 2011, le ofreció una casa para que mintiera y así beneficiara la situación procesal de su hijo. Lo hizo frente al Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Junín que está juzgando a Adalberto Cuello. Un rato después, en la misma audiencia, el fiscal Javier Ochoaizpuro pidió que al acusado se lo condene a reclusión perpetua.

El fiscal imputó a Cuello el delito de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía, por lo que pidió que se le imponga la condena máxima prevista en el Código Penal.

La audiencia de ayer comenzó con un testimonio que llamó la atención de todos. La testigo Natalia Cabral, de 50 años, declaró ayer al mediodía que había visto a la entonces novia de Cuello, María Inés Márquez, secuestrar a Tomás a la salida de la escuela el día que despareció.

Cabral dijo que conocía a Márquez por ser vecina de Lincoln y que esa mujer bajó del lado del conductor de un auto rojo al momento de llevarse a Tomás del brazo y meterlo en el vehículo.

La testigo también dijo que su hijo de diez años –al que había ido a buscar al mismo colegio– y otra mujer vieron la situación, pero que ella no lo había contado antes por temor, ya que supuestamente había recibido amenazas y que recién el domingo pasado se lo dijo al padre de Cuello.

Sin embargo, el fiscal Ochoaizpuro consideró el relato contradictorio, por lo que pidió al tribunal que detenga a Cabral por falso testimonio. Ante esta situación, se dispuso que la mujer permaneciera en una sala contigua, mientras la policía procuraba hallar a la otra supuesta testigo para que compareciera en el juicio.

En tanto, el hijo de Cabral declaró y ratificó los dichos de su madre, al tiempo que describió a la presunta secuestradora de Tomás como una mujer "rubia".

Luego, durante un receso en el debate, Cabral pidió declarar nuevamente y dijo al tribunal que, en realidad, el padre de Cuello le había ofrecido una casa a cambio de que brindara la versión de los hechos que complicaba a Márquez en vez de al imputado.

Además, la mujer aclaró que lo que había declarado su hijo también eran mentiras y que lo había hecho porque temía que a ella le sucediera algo malo. A partir de esta denuncia, el tribunal dispuso realizar un careo entre la mujer y el padre de Cuello en el que ella ratificó lo de la casa y el hombre lo negó.

Tras la rectificación, el tribunal se disponía resolver si ordenaba la detención de Cabral por falso testimonio. «