Un testigo complicó a la madre de Priscila

Un testigo complicó a la madre de Priscila
En tanto, la mujer y su pareja, un ex bombero de la Federal, pidieron declarar ante el fiscal, pese a que se negaron a hacerlo el miércoles.
La declaración de un testigo complicó mucho más ayer la situación de la madre y el padrastro de Priscila Lafuente, la niña de siete años asesinada a golpes cuyo cuerpo intentaron quemar en una parrilla y luego arrojaron a un arroyo.

Fuentes judiciales dijeron a Tiempo Argentino que el testigo, cuya identidad no trascendió, afirmó ante el fiscal Carlos Riera, titular de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada 5 de Berazategui, que la madre lo llamó por teléfono y le confesó que había matado a la niña.

"Es un conocido de la familia de Priscila, que recibió llamados de la mujer en los que confesaba el hecho", indicó el vocero judicial.

En tanto, la fuente confirmó que hoy se presentaran los imputados Silvia Beatriz Lafuente y su pareja Pablo Verón Bisconti a prestar declaración indagatoria, luego de haberse negado dar su testimonio el miércoles.

"El juzgado firmó hoy (por ayer) las detenciones por los delitos que están imputados. Ellos pidieron declarar y se espera que lo hagan a media mañana", comentó el vocero.

Consultado sobre si ya se había devuelto el cuerpo de la niña al padre biológico para que pudiera ser enterrado, la fuente señaló que aún no porque faltaban hacer una serie de pericias y trámites, ya que la niña era indocumentada.

El crimen de Priscila fue descubierto el martes alrededor del mediodía, cuando efectivos de la Policía Bonaerense que estaban buscando a la menor, luego de que la madre hiciera una falsa denuncia por desaparición el lunes, encontraron el cuerpo dentro de una bolsa en el arroyo Las Conchillas, bajo el puente ubicado en la avenida Mitre, de Berazategui.

El cuerpo estaba semi calcinado y la autopsia que se le realizó el miércoles determinó que murió por golpes en la cabeza. Las quemaduras eran post mortem y no tenía humo en los pulmones.

El día que se encontró el cuerpo, cuando se estaban en la comisaría, Verón Bisconti se quebró y confesó el crimen. Contó que el viernes 3 de enero su mujer le propinó una paliza a la niña y luego la acostó en su cama. Al otro día, cuando la fueron a despertar, la nena estaba muerta.

Para cubrir el crimen, el hombre, ex bombero de la Policía Federal, intentó quemar el cuerpo en una parrilla que tenían en el patio de la casa que alquilaban, ubicada en la esquina de las calles 161 y 49A de Guillermo Hudson.

Al no poder quemar el cadáver, lo taparon con una bolsa, lo pusieron en un carrito de bebé y lo llevaron hasta el arroyo, donde lo descartaron. Verón Bisconti y Lafuente fueron captados por una cámara de seguridad de una estación de servicio ubicada en la esquina de la calle 161 y Mitre cuando llevaban el cochecito acompañados por los hermanos de 11 y 15 años de Priscila. «

Comentá la nota