El tema de la tierra y algo mas

El tema de la tierra y algo mas

Dos protagonistas medulares surgieron en la semana política: el activo vicegobernador Gabriel Mariotto y el sorprendente juez Luis Federico Arias. Ambos “tiraron juntos” en un conflicto que dividió aguas, y que mantuvo expectante a parte de la dirigencia: la toma de un predio en Abasto por parte de unas 1.400 personas, en su mayoría quinteros radicados en la región, llegados desde Bolivia, Perú y Paraguay.

Una discusión jurídica se planteó detrás de los hechos: si se trató de una “usurpación” -como entendió la Justicia del Fuero Penal- o una “ocupación” -como entiende Arias, del Fuero Contencioso Administra-tivo-. Primó la postura penal, ya que la orden de desalojo fue ejecutada con celeridad por la Policía. Se habló de represión, pero hubo 13 detenidos y casi ningún herido. Y había más de 1.000 personas.

Guste más o menos, la Bonaerense obró conforme a derecho. Pero Arias fue quien puso el grito en el cielo. Este juez, que había hecho lugar a una acción de amparo para frenar el desalojo, casi siempre incomodó al Ejecutivo con sus fallos. El más recordado y reciente fue la medulosa sentencia sobre las inundaciones en La Plata, en la cual realiza una sustentada argumentación contra funcionarios del gobierno de Scioli.

Es un secreto a voces que Arias es el juez que más ha incomodado a Scioli. Y ahora se ha mostrado muy cerca de Mariotto y del senador ultra K López Muntaner. Ambos han fogoneado un proyecto de expropiación del predio, como así también el pedido de juicio político para la fiscal del Fuero Penal Betina Lacki (solicitó el desalojo) y el juez Pablo Raele (ordenó el desalojo). Esto último es difícil que prospere en el corto plazo, pero, sin dudas, es un mensaje. Son los funcionarios judiciales que Arias había cuestionado.

En La Plata volvió a plantearse un tema que tiene mucho tiempo: ¿Arias quiere ser candidato a algo? ¿Aspira a la intendencia? Es un hombre instalado, con importante grado de conocimiento y aceptación. Pare-ciera más cercano -ideológicamente- al kirchnerismo que a otro espacio. En su mo-mento, cualquier pase al mundo político-partidario se había descartado de plano; pero sus acciones de las últimas semanas llevaron a inferir lo contrario. Es apenas una especulación.

El oficialismo local estuvo más cerca de la decisión de la Justicia Penal y del accionar de la Bonaerense. De hecho, máquinas municipales ayudaron a sacar las precarias construcciones que había sobre el predio. La figura de Arias -también- fue siempreun tanto incómoda para Bruera.

El resto de la dirigencia se mantuvo al margen de este tema tan polémico, que en el fondo pone sobre el tapete -nuevamente- la falta de vivienda, la inmigración y los posibles negocios inmobiliarios. 

LA CUESTION DE NUNCA ACABAR

Los negocios inmobiliarios en la periferia de La Plata son moneda corriente. Un reconocido empresario automotriz de la ciudad loteó y vendió un predio importante en la zona Oeste destinado al plan Procrear. Algunos de los adquirentes dijeron ser estafados. Al parecer, “están flojos de papeles”. También en este sector se ubican los terrenos de Abasto que fueron ocupados. Los mismos están ociosos desde hace años, porque pertenecen a una empresa quebrada. Se cree que una inmobiliaria de la zona comenzó a venderlos en forma ilegal a muy bajo precio. Es la misma que pidió el desalojo.

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