En las últimas horas se conoció de una pelea entre un chófer de taxi y uno de la plataforma digital Cabify en el Aeropuerto Internacional Astor Piazzolla. La escalada conflictiva de los chóferes sigue al alza , luego de lo que fueron dos jornada de paro con corte parcial de la Autovía 2 incluido, hecho que produjo resquemores entre locales y turistas y tuve rebote en dirigentes del plano nacional.

Según informaron desde los sindicatos del sector, presentaron una nueva nota ante el intendente, Guillermo Montenegro, al que pusieron un plazo de 48 horas, bajo amenaza de nuevas medidas de fuerza para la semana entrante. 

Por su parte, el jefe comunal, había asegurado que avanzarían por la vía judicial contra aquellos trabajadores que participen de las acciones. "No podemos vivir en la Argentina del apriete, de las mafias, de los que porque no están de acuerdo con una decisión buscan poner de rehenes a todos los marplatenses que durante mucho tiempo se esfuerzan para tener el mejor fin de semana del año”, había dicho en ese entonces.

Más allá de los cruces de chóferes, el quid de la cuestión se encuentra entre las paredes del recinto legislativo. El proyecto de la Coalición Cívica para crear un Registro Municipal de Prestadores del Servicio de Transporte fue el puntapié inicial para el desembarco de las aplicaciones, que luego de meses frenado, reflotó finalizando el 2022.

Aunque según reconocen en las calles, las aplicaciones funcionan, la salida de la ordenanza terminaría de darles marco legal en el Municipio. El problema, sin embargo, termina siendo de poroteo: mientras que en Movilidad Urbana, dónde se haya el expediente, el visto bueno está asegurado, en Legislación, la combinación del Frente de Todos más Acción Marplantese podría ponerle un coto o incluso mandarlo archivo.

Ambas fuerzas parecen aprovechar las embestidas de los taxistas y remiseros contra el gobierno local a fines de capitalizar la oposición a Juntos, en plena carrera electoral.