Sufrió pero ganó

Sufrió pero ganó
En el estadio Padre Ernesto Martearena, Central Norte venció 1 a 0 a Chaco For Ever con gol de Oscar Altamirano de tiro penal en el minuto 21 de la parte inicial. El encuentro se disputó ante un buen marco de público y con este resultado los dirigidos por Hubert Armando Piozzi deberán jugar un partido desempate ante el Centro Juventud Antoniana el próximo domingo en el mismo escenario para definir quien permanecerá en la categoría.
Dicen por lo general los propios hinchas de Central Norte que para ser hincha de este club hay que saber sufrir. Hoy al terminar el encuentro se escucharon frases en la zona de vestuarios y en las afueras del estadio que eran recurrentes. Algunas de ellas fueron "lo ganamos a lo Central" o "si no se sufre no vale" o "lo ganamos siendo fiel a nuestra historia".

Y esta vez hay que decir que todas esas expresiones tienen mucho de verdad. Central Norte sufrió porque Central Norte no lo supo definir y en consecuencia terminó jugando con un solo delantero, de contragolpe y metido en su propio campo en el último tramo del partido. Si bien Chaco no lo complicó demasiado con el solo hecho de haberle entregado el manejo del balón y la posesión, cada pelota que rondaba el área grande del azabache, traía aparejado varios murmullos desde la tribuna y con solo ver a los hinchas no hacía falta darse cuenta que no la estaban pasando bien.

De rato en rato, el mismo aliento servía de contención para tanto sufrimiento acumulado. Central necesitaba ganar, para forzar al menos un desempate, lo ganó por la mínima pero sufriendo. Esa es la verdad.

La historia se definió con una falta que el tucumano Luis Lobo Medina cobró a favor del local, cuando Diego Magno se metió en el área grande. Oscar Altamirano tomó la responsabilidad y pasando los primeros veinte minutos del partido ponía el 1 a 0 que sería a la larga el resultado final.

Central Norte no jugó bien este partido y si hay que buscar razones de porque lo ganó hay que decir que ganó porque metió, marcó y luchó. En definitiva, los que estuvieron en cancha se dedicaron a cuidar al maximo la diferencia. Pero también es cierto que no debería haber sufrido tanto. Perillo tuvo cuatro chances para definir el encuentro y Altamirano una más. Fueron cinco chances clarísimas desperdiciadas. En síntesis Central sufrió demasiado pero ganó. Y no ganó poco, eso está claro. Pasó a ser el más perjudicado con el tema del descenso y para muchos estaba descendido. Con la llegada de Hubert Piozzi, el equipo reaccionó metió tres victorias, un empate y una derrota y le alcanzó para forzar un desempate. Nada más y nada menos que ante su archirival, Juventud Antoniana.

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