U-4: sube la tensión

U-4: sube la tensión

La conducción de la Colonia Penal Santa Rosa, con el director Sergio Germán Escalada a la cabeza, no para de sumar cuestionamientos.

 

A la inquietud que generaron en los últimos días los enfrentamientos entre guardiacárceles e internos, ahora se sumó una supuesta política de “mano dura” hacia el personal subalterno: el detonante habría sido una queja formal por el “mal funcionamiento” de la obra social del Servicio Penitenciario Federal que, a su vez, derivó en una “inexplicable” sanción a uno de los denominados “encargados generales”.

“Así como están las cosas no se puede más...”, graficó ayer, en diálogo con El Diario, una fuente que conoce de cerca el funcionamiento de la Unidad 4 pero que pidió reserva de su identidad.

“(Sergio) Escalada es el único director en la historia de la Colonia Penal de Santa Rosa sin respaldo de su personal subalterno... están en total disconformidad con su mandato porque piensa y actúa solo para su conveniencia”, destacó.

El último incidente entre Escalada y sus subalternos habría ocurrido hace pocos días atrás. Fue cuando uno de los “encargados generales” -son aquellos suboficiales antiguos que representan al personal subalterno ante la superioridad- le expresó la necesidad de “poner en conocimiento a la gente” sobre la actual situación de la obra social del SPF (C.A.D.O.S.)”.

“La reacción de Escalada fue inmediata... lo pasó a la guardia (en referencia a la represalia que recibió el suboficial) y lo trató de subversivo, que quería poner al personal en su contra y un montón de cosas más. Nada más alejado de la realidad. Lo único que se quiere es hablar claramente de lo que está pasando con la obra social, que es un desastre y que ahora, en muchos lugares, ya está cortada”, añadió la misma fuente.

Detrás de la sorpresiva aparición de una política de “mano dura”, con “represalias” como “moneda corriente”, habría una explicación. Históricamente, el director de la Unidad 4 siempre fue el presidente de C.A.D.O.S., pero durante esta gestión, Escalada le cedió el lugar al director de la Unidad 13. “Creemos que él sabía lo que iba a pasar con la obra social y por eso, entonces, se lavó las manos. no quiere ser el responsable directo de los problemas que hay con las prestaciones y la falta de pagos, entre otras cosas”, apuntó la fuente. La misma persona que habló con este diario -Escalada no ha atendido la requisitoria periodística a pesar de los numerosos intentos por contactarlo- contó que dos agentes femeninas, que realizaban la requisa de las visitas en la unidad carcelaria santarroseña, sufrieron hace pocos días atrás la ira del director: “las pasó a la Unidad 13 porque, según les dijo, no le gustaban sus caras... Y se los dijo personalmente, cuando ellas le fueron a pedir explicaciones por el traslado”, subrayó la fuente.

“El tema es el siguiente: no se puede hacer nada ni decir nada porque sino pasan cosas como estas. Ya el personal está cansado y vemos que no se puede hacer nada porque, indudablemente, Escalada está “prendido” a nivel nacional con muchos contactos políticos porque, de otra manera, jamás podría dirigir una institución penitenciaria”, añadió.

 

Batalla campal

 

El mes pesado, la Colonia Penal de Santa Rosa fue escenario de un serio incidente entre un grupo de presos y los agentes de requisa cuando éstos intentaron secuestrar la “droga que circula en el Penal”. El cacheo sorpresivo generó un duro enfrentamiento del que resultaron heridos varios internos e incluso algunos uniformados del Servicio Penitenciario Federal.

El hecho fue confirmado a El Diario por distintas fuentes. Sin embargo, desde la unidad carcelaria local mantuvieron un cerrado silencio. “Hubo un combate cuerpo a cuerpo entre internos y los agentes de requisa”, describió sobre el grave episodio una fuente que habló con este diario y pidió reserva de su identidad por temor a represalias.

como consecuencia de la refriega, un guardiacárcel sufrió un profundo corte en un brazo. Además, debido a la batalla campal, hubo varios golpeados de ambos bandos.

El detonante de la pelea habría sido un intento de los agentes de requisa del SPF de “secuestrar droga que tienen los internos y que corre dentro del Penal”, apuntó la misma fuente.

Además, describió lo siguiente, casi en lenguaje carcelario: “En un momento del quilombo, la cosa se puso brava... hubo internos que prendieron fuego colchones. Pero lo más grave es el comentario de lo que está por venir... acá el rumor, cada vez más fuerte, es que (los presos) quieren tomar el Penal antes de fin de año”, alertó.

Quienes conocen lo que ocurre este último tiempo en la Colonia Penal apuntan a la gestión de las autoridades, principalmente ponen en el centro de todas las críticas al director Escalada. “La falta de conducción hace que los presos quieran mandar en el Penal. El director parece más preocupado por mostrar las obras a los que vienen de Buenos Aires que por bajar los decibeles dentro de la unidad”, añadió la fuente.

La situación habría llegado a tal punto que las “peleas y agresiones entre internos” también ya son moneda corriente. Sin ir más lejos, en los primeros días del mes de octubre un preso que llamó a la Redacción de este diario y se identificó como Pablo Daniel Ojeda Silvera, de 31 años, denunció que recibió tres puñaladas en distintas partes del cuerpo por parte de otros tres internos en el denominado Pabellón Alto y que las autoridades del lugar ocultaron el hecho.

Siempre de acuerdo a la versión de Ojeda Silvera, todo se habría desencadenado cuando volvía de recibir una visita. El hombre, oriundo de provincia de Buenos Aires, también dijo que tiene “postergada” su “libertad asistida” desde hace “85 días”. Por esta situación responsabilizó al juez de Ejecución Penal Marcelo Alejandro Peluzzi.

“Me lastimaron y nadie fue sancionado, pedí hablar con el director, el señor Escalada, pero no sancionó a nadie. Además, quiero denunciar al cuerpo de requisa porque cuando me apuñalaron, mis pertenencias quedaron adentro... y me las prepararon los presos en lugar de ellos (por los guardias), como correspondería. Me faltaron fotos de mi familia y un conjunto deportivo”, contó el recluso.

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