La venta de medicamentos se derrumbó en los últimos tres meses por los incrementos de precios de los fármacos, que superaron el 100% en medio de un fuerte ajuste del gasto público y las inversiones. La caída podría poner en jaque el sistema de salud dado que, al interrumpir algunos tratamientos crónicos por su elevado costo, suelen aumentar las urgencias en hospitales.

Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en diciembre, hubo una caída de las ventas minoristas del 28,5% en la cadena comercial en general. Sin embargo, en el caso de las farmacias, la cifra escaló hasta el 45%. En tanto, el Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (CEPROFAR) revelaron que hubo una caída interanual del 15% en la cantidad de unidades vendidas, una proporción levemente superior a la caída de los salarios reales que, según el RIPTE, llegó al 13%.

Según el relevamiento del CEPROFAR, los medicamentos de venta libre fueron los menos demandados, con un retroceso del 20%. Dicha caída se vio fundamentalmente en productos de dermatología, digestivos, analgésicos y antimicóticos. En el caso de los medicamentos de venta bajo receta, la disminución fue menos significativa (8%), pero activó alertas entre los empresarios del sector dado que, en algunos casos, se redujo la venta de medicamentos para tratamientos crónicos.

Así, por ejemplo, cayó la venta de fármacos vinculados a tratamientos del sistema nervioso y/o cardiovascular, o aquellos orientados a glaucoma, control del colesterol, pre-diabetes y próstata. También hubo una disminución en el nivel de compra de medicamentos para enfermedades respiratorias y antibióticos. Sin embargo, esto último ya había comenzado tras el fin de la pandemia.

En este marco, desde la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) informaron que las mayores caídas de dieron en medicamentos para el sistema respiratorio (14,9%), antiinfecciosos (12,84%), hormonales (8,13%) y el sistema nervioso (7,21%).

El Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal atribuyó la baja en las ventas a los fuertes incrementos del último mes, que impiden que muchas personas accedan a los tratamientos correspondientes.

Si bien aún se desconocen las cifras puntuales, no es menor que, en el último tiempo, han aumentado la cantidad de eventos cardiovasculares y ACV como consecuencia de los crecientes obstáculos para acceder a atención médica continua. También se han disparado los casos de estrés por dificultades económicas.

No sólo se ha reducido la cantidad de medicamentos comprados, sino que, además, algunos individuos y familias se han visto obligados a renunciar a su prepaga por los aumentos mensuales de las cuotas. En los últimos dos meses, ya se acumuló una suba del 100% en el servicio.

En este contexto, resulta preocupante incluso que los gremios de salud hayan denunciado una disminución en la entrega de remedios al sistema público. Según advirtieron, actualmente, las guardias y centros de salud carecen de medicación crónica para hipertensión, diabetes, hipotiroidismo, entre otros. “En las guardias no hay ampollas de medicación endovenosa que se utiliza a diario, como la metoclopramida, utilizada para los vómitos, o la hidrocortisona, medicación esencial para cuadros de dificultad respiratoria”, explicaron.