“Somos uno de los barrios más antiguos de la ciudad y seguimos postergados en todo”

“Somos uno de los barrios más antiguos de la ciudad y seguimos postergados en todo”

Así lo expresó la referente de ese sector de la ciudad, Marisa Rojas, en diálogo con este diario. Explicó las principales problemáticas que afligen a quienes residen en esa popular barriada azuleña, marcando como primordiales la falta de mantenimiento de las calles y la carencia de riego  en las mismas. 

También se quejó porque el reclamo de las escrituras no avanza y se deben 200 títulos de propiedad. Marcó la falta de médico comunitario en la Unidad Sanitaria y –aunque no los nombró- se quejó por la soberbia de algunos funcionarios de la actual gestión. “Así le fue a Inza por tener funcionarios soberbios”, advirtió.

 

EL DATO:

Así como se quejó por algunos funcionarios que no atienden los teléfonos, Marisa Rojas recordó que el director de enlace de Obras Públicas, ingeniero Héctor Comparato y el asesor del intendente Bertellys en Obras Públicas, Jorge Palmisano “trabajaron bien con el barrio” y que “cada vez que necesitábamos de ellos y los convocábamos siempre estaban, tenían el teléfono abierto las 24 horas y acudían a tratar de solucionar nuestros problemas”. Por eso “tengo mucha esperanza de que vamos a empezar a encaminar todos los reclamos que hasta el momento se encuentran frenados”, agregó.

“En esto sí quiero felicitar al Intendente, por la  llegada de estos funcionarios”, puntualizó. La misma consideración tuvo para con el subsecretario de Gobierno Marcos Turón, el director de Control Urbano, Carlos Donadini, el coordinador de Comisiones Vecinales, Ernesto Diorio y el director de Recursos Humanos, Walter Surget. Todos ellos “atienden el celular a cualquier hora y eso es bueno”, afirmó.

 

 “Las problemáticas por las que atraviesa el barrio de Villa Fidelidad son siempre las mismas”, comenzó diciendo a este diario la referente de ese sector de la ciudad, Marisa Rojas, recordando la última nota concedida a este medio, en la cual hacía referencia a las carencias de esa popular barriada azuleña, una de las más antiguas, donde la falta de atención por parte de la gestión municipal que por entonces encabezaba José Inza, hacía que la situación de los habitantes “fidelinos” fuera, al menos, preocupante.

En la edición del 29 de noviembre de 2015, se mencionaba en las páginas de EL TIEMPO que las esperanzas de los vecinos de Villa Fidelidad estaban colocadas en la “nueva gestión, que conHernán Bertellys al frente comenzará a escribir su historia en los primeros días de diciembre”, aludiendo a la fecha del cambio de la autoridad municipal.

Por el momento no hay “nada nuevo bajo el sol”, los problemas existentes, en algunos casos se han agudizado, y la esperanza de aquellos que viven “detrás del arroyo” se va diluyendo, porque hasta ahora no se ha dado solución a ninguno de los reclamos planteados, la mayoría de larga data.

 

“Llueve seguido y las calles se mantienen regadas” 

“Las cosas están cada vez peor, las calles intransitables a pesar de todos los reclamos que hemos hecho y también pese a que tengo contacto fluido con Ernesto Diorio (Coordinador de Comisiones Vecinales) que está con Lucas Gaillur, con quien años antes hemos trabajado muy bien, con los dos tengo muy buena relación y ellos saben de mis reclamos, pero todavía debemos esperar, no hay nada”, comentó Marisa Rojas.

En ese contexto, la mujer contó que “no tenemos riego en las calles de tierra” y agradeció el hecho de que “llueve seguido y las calles se mantienen regadas”, aunque “eso ha producido que el problema de los pozos haya recrudecido, cada día está peor el tema”, por lo que “hay algunos vecinos que tratan de taparlos arrojando escombros, pero hay otros que se quejan por ello, aunque no hay otra solución, no tenemos otra forma de arreglar esto”, contó Marisa Rojas.

 En otro tramo de la charla y cuando se le consultó sobre las respuestas que recibió de las nuevas autoridades a los reclamos formulados, Rojas explicó que “en lo que hace a esta gestión, si bien yo siempre he reclamado ante todos los intendentes, se me ha dicho que no hay forma de cumplir en lo inmediato y, si bien han ido a limpiar las bocas de tormenta, con las últimas lluvias tuve que reclamar nuevamente porque en el puente San Martín el agua no escurría debido a que estaban tapados los sumideros del agua ubicados en el mismo que impedían el desagote. Sobre eso, Sarasola (Jorge – Vialidad Urbana, Hidráulica y Pavimento) me dijo que los iban a ir a destapar”, continuó y, en ese marco, volvió a referirse a las bocas de tormenta: “Cuando la lluvia es mucha hubo vecinos que me dijeron que el agua les subió hasta la vereda, aunque creo que hubo otros barrios que estuvieron en peores situaciones que el nuestro, porque el agua entró en sus domicilios”.

Con relación a los daños causados por la última tormenta, comentó que “en calle Bolívar entre Escalada y De las Cautivas se quebraron dos palos de luz que no se alcanzaron a caer, pero luego de que hice el correspondiente reclamo la Cooperativa Eléctrica solucionó el tema cambiándolos”.

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“Me dijeron que tengo que esperar”  

Con relación a si desde el municipio le dieron fecha cierta para canalizar sus reclamos, Marisa Rojas manifestó que “me dijeron que tengo que esperar, pero cuando yo les cuento a los vecinos la respuesta que me da la Municipalidad, los vecinos me preguntan hasta cuándo tienen que esperar, hay gente que no puede transitar por las calles y hay quienes me han dicho que le van a hacer juicio al municipio si se les rompe el auto”.

En ese marco, resaltó como prioridad el arreglo de las calles: “no se puede circular, están totalmente destrozadas” y agregó a modo de ejemplo “un pozo que está en calle  Escalada, antes de llegar a Chaves prácticamente interrumpe el paso”.

“Esta cuestión -el arreglo- es fundamental porque las calles están totalmente destruidas”.

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“No se justifica hacer notas por expedientes que ya están hechos”  

También se refirió a que “a pesar de todos los reclamos que hice, la calle Roca sigue cerrada y hay reclamos de los vecinos que piden que se abra”, aludiendo a la situación generada en un  sector donde hay unas casas que supuestamente corresponden al Ejército, -aunque el empresario Alcides Echagüe también se adjudica su propiedad- donde hay un monte que obstruye el lugar y tapa las viviendas que, atento a la necesidad edilicia existente en la ciudad podrían destinarse para ser habitadas. Al respecto comentó que “nadie sabe de quién son las viviendas, a pesar de que yo pedí un informe sobre el tema”.

En tal sentido, Marisa Rojas, manifestó su intención de procurar la reactivación de todos los expedientes que se generaron oportunamente y que se encuentran en la Municipalidad, por cuanto “no se justifica hacer notas por expedientes que ya están hechos, porque si no se vuelve a hacer un expediente sobre otro y eso no tiene  ningún sentido”.

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“Le pedí una reunión a Bertellys pero me dijeron que no me iba a atender”  

“Lo mismo me pasa con las escrituras -un antiguo reclamo de los habitantes de Villa Fidelidad a quienes se les deben aproximadamente 200 escrituras y donde solamente se entregaron 20-. Cuando el jueves pasado viajé por cuestiones particulares a La Plata, me acerqué hasta la Casa de Tierras para saber cómo estaba la situación, y eso está igual que siempre”.

Sobre este tema, Rojas apuntó que “hace más de un mes, le pedí una reunión a Bertellys pero me dijeron que no me iba a atender” por lo que, consultada sobre las razones de la negativa, manifestó que “se reunió con el Plenario de Comisiones Vecinales y yo no pude ir porque estaba de viaje, por lo que pedí una reunión individual para plantearle algo que es fundamental que lo haga personalmente, que es el tema de las escrituras, porque todos los vecinos están reclamando el título de propiedad” dijo y reflexionó sobre el tema: “Somos uno de los barrios más viejos de la ciudad y seguimos postergados en todo”, e inmediatamente aseguró que “en cuatro años se destruyó nuestro barrio. Nosotros necesitamos las escrituras”.

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“Tenemos todo el alumbrado dispuesto por la Ordenanza 3000”   

 “Con la administración Inza tuvimos algunas respuestas”, dijo más adelante la vecina de Villa Fidelidad y recordó en ese sentido que “tenemos todo el alumbrado dispuesto por la Ordenanza 3000”, o sea que “donde hay cordón cuneta hay alumbrado”, y explicó por qué su expresión de que en cuatro años se destruyó todo, diciendo al respecto que ella aludía al estado de las calles debido a que las mismas “no eran arregladas con el material que se utilizaba hace unos años, entonces día por medio teníamos que llamar para que volvieran a arreglar las calles” y recordó que “pasaban las máquinas, arreglaban, pero llovía y las calles quedaban peor”.

También habló de los “lomos de burro”, diciendo que “es una manera de evitar los accidentes, los cuales se producen de a dos o tres por semana”, comentó, y recordó un accidente sucedido el viernes en Chaves y San Carlos -publicado en la página 2 de la edición de ayer sábado- y debemos agradecer que no hubo que lamentar mayores consecuencias”.

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“A lo mejor debemos hacer una colecta entre los vecinos para que nos arreglen la calle”  

También contextualizó en esta problemática la falta de señalética para identificar debidamente las calles. “La cartelería sigue en la misma situación, no se alcanzan a ver los carteles, entonces la gente se da cuenta que está circulando en contramano cuando ya ingresó a la calle y cuando son muchas las posibilidades de que se produzca un accidente”.

Ante esta carencia de respuestas por parte del Estado Municipal, Marisa Rojas comentó que“estoy como empecé” y agregó en el mismo sentido que “yo doy tiempo y de hecho lo di, pero me da impotencia cuando me entero que hay máquinas y un regador en el hipódromo y, si es como dicen que ello es así porque pagan el combustible, a lo mejor debemos hacer una colecta entre los vecinos para que nos arreglen la calle”.

No obstante estos desencuentros, consideró que “con Diorio tengo muy buena relación, de hecho me llamó para preguntarme cuáles eran mis inquietudes, lo mismo que Lucas Gaillur y les expliqué que lo principal es saber cómo marcha el tema de las escrituras” y de hecho, “la reunión que pedí con el Intendente era para interiorizarme sobre esa cuestión y plantearle el hecho de que hay expedientes que no los podemos encontrar, antes de ir a la Casa de Tierras”.

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“Así le fue a Inza por tener funcionarios soberbios” 

Otra de las problemáticas que marcó Marisa Rojas en la parte final de su charla con este diario son “las denuncias de terrenos con malezas” y mencionó “la vereda de la cancha de Athletic sobre calle De las Cautivas que es muy angosta y es necesario que tenga el pasto cortado debido a que ahora se acerca el tiempo de clases y los chicos para ir a la escuela deben circular por la vereda, pero si no está transitable deben bajar a la calle con el peligro que ello encierra”. En la misma problemática englobó a “una parte de la rotonda -de las tres que comenzó a construir José Inza- no está terminada y ello implica otro peligro y, si bien se entiende que no hay dinero, nosotros no estamos pidiendo asfalto, pero sí que se arregle, aunque sea que la entosquen”.

Para finalizar pidió a los funcionarios “que no se confundan, que el teléfono lo deben tener abierto las 24 horas y deben atender, no deben ser soberbios, porque así le fue a Inza por tener funcionarios soberbios”, advirtió, aunque se abstuvo de dar nombres.

“Hay algunos funcionarios que deben saber que tienen que estar a disposición, porque para algo los puso el Intendente”, cerró.

“HAY UN MÉDICO COMUNITARIO QUE NO ESTÁ YENDO A LA UNIDAD SANITARIA DESDE EL MES DE DICIEMBRE”

Otra de las problemáticas que afligen a los residentes en el barrio de Villa Fidelidad es la de laUnidad Sanitaria 2, que tiempo atrás era uno de los orgullos del barrio, pero que ahora parece haber quedado en el olvido.

Marisa Rojas habló sobre el tema y contó que “en la Unidad Sanitaria, en un momento conseguimos que se ilumine la parte trasera, donde está el tanque de agua, para evitar juntas ‘raras’, pero la sacaron y por eso estamos reclamando nuevamente por la luz en el lugar, porque nosotros -los vecinos– somos los que estamos las 24 horas en el barrio y vemos como hay gente que va al periférico y ve como sus hijos rompen todo y no dicen nada, también pedimos un cerco de alambre”.

“Hay un médico comunitario que no está yendo desde diciembre -continuó, y en tal sentido apuntó que-, no tengo nada contra los funcionarios de ningún área, pero si yo digo que hace un mes que el médico comunitario no viene al barrio, o va una vez, o no está yendo todos los días, hay que reemplazarlo”, y “lo mismo ocurre con la asistente social. Si yo te digo que no tenemos asistente social y vos la mandás dos veces por semana porque atiende distintas Unidades Sanitarias, eso no sirve” porque “nuestra Unidad Sanitaria es programática, es abarcativa y comprende distintos barrios cercanos”.

“Yo quiero que haya una asistente social, no quiero que haya una enfermera tres veces por semana, tiene que estar todos los días”, comentó y explicó que “la enfermera se está jubilando y pronto no vamos a tener enfermera, tampoco necesitamos una asistente social que vaya dos veces por semana de un periférico a otro”.

Volviendo al tema del médico comunitario explicó que “el médico comunitario tiene que estar todos los días, porque para eso recibe una beca de Nación y tiene que estar todos los días; yo no pretendo que esté cuatro horas por día como corresponde, pero al menos que esté una hora y media”.

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