Soledad Quereilhac: sostén, fan y compañera

Soledad Quereilhac: sostén, fan y compañera

Tras la asunción de Axel Kicillof como Gobernador, el encanto de su esposa se visibilizó más, pero ella prefiere el perfil bajo y aclara que no le gusta nada el título protocolar de primera dama.

Durante la ceremonia de asunción como Gobernador, Axel Kicillof estuvo acompañado por sus seres más queridos: su esposa, Soledad Quereilhac (44), y sus dos hijos, León (10) y Andrés (7). La familia, dueña de un estilo fresco, fue admirada por los especialistas de moda y últimas tendencias, que halagaron, una y otra vez, la simpleza, elegancia y respeto por el dress code. 

Así fue que Soledad eligió un vestido negro y sin estridencias, combinado con zapatos al tono. Axel, en tanto, se inclinó por un traje azul, camisa blanca con el botón del cuello sin abrochar, y sin corbata, un artículo descartado en su guardarropas. Sus hijos, también vistieron ambos oscuros, pero sí usaron corbata, y dieron el último detalle con unas zapatillas de lona. 

Antes de la ceremonia donde recibió los atributos el actual mandatario, la familia se mostró descontracturada y feliz en su andar lento por la alfombra roja que los condujo a la entrada de la Legislatura. Hubo ademanes efusivos, pero sin dejar de ser simples, y cuando llegaron a la puerta, los cuatro giraron para saludar.

Soledad Quereilhac, la compañera de Axel Kicillof, tal como gusta que la identifiquen, no pasa inadvertida. Es elegante, con una sonrisa limpia y recurrente, y está más que claro que tiene peso propio.

Dueña un currículum sin soberbia y un bajo perfil en los eventos públicos, su personalidad de mujer moderna y militante se descubre sin velos en sus publicaciones en las redes sociales. Allí pueden leerse discursos y comentarios que dejan asentado, por un lado, la admiración por su esposo, que la definen como una kicilover, y por el otro, su compromiso político. 

El amor entre ellos nació gracias a amigos en común y compañeros de facultad, tiempo después iniciaron un noviazgo, y luego formaron la familia con la llegada de León, primero, y Andrés, después. Soledad y Axel dieron clases en la UBA: ella, en Letras, y él, en Economía; se doctoraron; escribieron juntos algunos artículos y comparten el día a día, codo a codo. El se inclinó por la carrera política; ella, por la docencia y por acompañarlo siempre al lado pero sin hacerle sombra. 

Cabe mencionar que la primera trascendencia mediática de Soledad ocurrió en 2016, cuando presentó su obra literaria Cuando la ciencia despertaba fanta-sías. Prensa, literatura y ocultismo en la Argentina de entresiglos, en cuya dedicatoria se lee “A Axel, mi esposo”. 

Tras la asunción de él, la morocha acompañó fielmente pero, a la vez, comenzó a vislumbrar el camino de su pensamiento y postura ante ciertas si-tuaciones. Así fue que se expresó respecto del protocolo, en una charla breve y muy distendida con La Tecla: “Mi remera no dice ni primera ni dama; primera, porque no estoy delante de ninguna mujer, y dama, porque es un término muy clasista”. Prefiere indentificarse con “las mujeres” trabajadoras, las que luchan y las que hacen la patria desde abajo.

De esta manera, además de relegar el mentado rótulo, Soledad no da por sentado que, al igual que las esposas de otros gobernadores, tome las riendas de la Fundación Banco Provincia. Por el contrario, dejó más que claro que esa decisión la consensuará con su marido. 

Este hecho demuestra que la mujer tiene su camino y expectativas a futuro. El propio Kicillof confirmó que su esposa no interrumpirá su carrera docente.

Ahora, la familia ocupa la residencia oficial de calle 5, pero será por el verano, luego intentará continuar su vida cotidiana en un domicilio en el Gran Buenos Aires, fundamentalmente para no modificar demasiado la vida escolar de sus hijos, ni las actividades extracurriculares. Por ahora, durante la época estival, los chicos disfrutan de la pileta que hay en la casa, y que nadie usaba desde hacía tiempo.

“Nosotros estamos acostumbrados a otra cosa, esto es un palacete, demasiado grande para nosotros cuatro”, ha dicho Kicillof sobre la vivienda oficial. No encajan en el perfil austero de ambos miembros de la pareja los ambientes suntuosos y el personal que colabora en la residencia. La ven fría, distante del calor de hogar, por lo que será una estanciacircunstancial. 

Militancia de pura sangre 

La historia argentina, desde tiempos netamente peronistas, es inherente a la vida de Soledad Quereilhac.

El relato tiene origen en una imagen de Eva Duarte acompañada por su firma y entrañable dedicatoria, una suerte de reliquia que fue sucediéndose entre las generaciones del clan: se trata de una postal, propiedad exclusiva de Eduardo Mattulich, el abuelo de Soledad, quien se desempeñó como capitán de barco y fue el responsable de conducir el embarque que trasladó a la Abanderada de los Humildes en su Gira del Arcoiris por Europa en 1947.

Tras finalizar la travesía en tiempo y forma, la lideresa agradeció a toda la tripulación y le obsequió el mentado presente al familiar, que fue atesorado hasta el presente.

El total look de Soledad

La esposa del Gobernador causó sensación porque su distinguido perfil se ro-bó las miradas tanto en la asunción de su compañero como en la jura de los ministros, donde lució una remera blanca y un pantalón negro. 

En el evento dejó su larga cabellera sin ataduras y llevó un maquillaje natural y sobrio, acompañado por un vestido Jackie con falda evasé y stilettos al tono, una cartera nude, la infaltable escarapela dando cátedra en estilo y en la trillada frase “menos es más”.

En diálogo con este medio, la especialista en moda Matilda Blanco tuvo palabras positivas y halagó su impronta: “Me pa-rece una muy buena elección, muy ubicada, tanto las mangas como el largo del vestido. La verdad es que se la vio muy delicada y bien”.

Doctora, docente, investigadora y cinturón negro

En base a su esfuerzo, Soledad Quereilhac cosechó frutos como sus saberes académicos, la escritura de libros y la edición de artículos y series antológicas. Asimismo logró su Doctorado en Letras, es investigadora del CONICET, ejerce como jefa de Trabajos Prácticos de Problemas de la Literatura Argentina en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y es miembro activo del Instituto de Historia Argentina y Americana. 

Por otra parte, la compañera del Gobernador practicó taekwondo hasta ganar el cinturón negro, y ama un género musical representativo de estas tierras, como lo es el tango. 

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