Un socio de Schoklender, tras negocios de la ANSeS

Por Nicolas Pizzi.

El empresario de la construcción Marcelino Sánchez aspira a participar en el reparto del plan de viviendas Procrear. Es socio en varios emprendimientos del cuñado de Bossio, Carlos Loira.

El 12 de junio, Cristina Kirchner lanzó en el Museo del Bicentenario el plan de viviendas más ambicioso del gobierno kirchnerista: 400 mil casas en sólo cuatro años. Los detalles quedaron en manos del jefe de la ANSeS, Diego Bossio. Para acompañar su discurso, el funcionario utilizó un video con datos de los créditos y maquetas de las viviendas. En el spot –que anoche seguía on line– se filtraron imágenes de la empresa Wall-Ties & Forms (WTF), representada en el país por Marcelino Sánchez, un empresario de la construcción asociado a Sergio Schoklender. Sánchez es, además, socio de Carlos Loira, hermano de Valeria, la esposa de Bossio y una mujer de confianza de la Presidenta.

Bossio y su esposa veranearon este año en una confortable casa del country Septiembre, en Escobar.

Allí compartieron charlas con el socio de Schoklender , Marcelino Sánchez, a quien fuentes de su entorno le atribuyen planes de participar en el negocio del Plan Procrear. Los Bossio siguen yendo a la propiedad, ubicada en el lote 354. Actualmente están arreglando la pileta, contó un vecino.

La relación entre Sánchez y Loira es vieja. En 1997, fundaron la constructora Grupo Nivel SRL, con oficinas en Olivos. El cuñado de Bossio no aparece en los edictos, pero puso al frente a su mamá, Ema Valeria Rossi . Luego expandieron sus negocios. A través de la sociedad anónima Chietipalena adquirieron una estación de servicio Petrobras en Uruguay 3204 (San Isidro), que ahora está alquilada. El minimercado de ese lugar era visitado asiduamente por Schoklender. ¿El motivo? A metros estaban las oficinas de Concreto Moldeado, propiedad de Sánchez. También fundaron Bubu Cakes SRL , dedicada a la venta de comida para estaciones de servicio Con la crisis de 2001, que pulverizó la construcción, “El Gordo” Sánchez –como le decían sus amigos antes de realizarse un by pass gástrico– emigró a España. Se afincó en Salamanca y creció aprovechando el boom inmobiliario. Cuatro años después, Loira también se mudó. “El negocio allá aumentaba y necesitaban un contador y más personal, por eso viajaron Carlos y otras personas”, cuenta una fuente que rogó que su nombre se mantenga en reserva.

Crearon al menos dos empresas : Concreto A Más D SL (Arquitectura Más Diseño) y Editerra XXI. En la primera, Loira y Sánchez suman 36% de las acciones. En la otra figuran como apoderados, según un informe comercial al que accedió Clarín . Hicieron decenas de casas y locales, con mano de obra traída desde Bolivia.

En julio de 2009, Bossio saltó del Banco Hipotecario a la ANSeS y su mujer tuvo que abandonar la SIGEN, encargada del control de los organismos públicos. En España, la construcción se estancaba. “Luego de largas charlas –confió la misma fuente– Valeria lo convenció a su hermano de volver ”.

Meses después también regresó Sánchez, de muy mala relación con Valeria, y se acercó a Sergio Schoklender, quien maduraba su salida de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Juntos planificaron combinar el sistema constructivo de WTF y el italiano Emmedue. En octubre de 2010, Schoklender firmó un acuerdo de exclusividad con el empresario Charles Engelken para representar a la empresa norteamericana en América latina durante diez años, a través de Meldorek SA. Las negociaciones avanzaron hasta horas antes de que estallara el escándalo del programa Sueños Compartidos, cuando Schoklender volvió a recibir en Buenos Aires a Engelken, quien falleció cuatro meses después. “Anoche, gente de dos empresas norteamericanas tuvo que venir a verme porque no pude viajar”, se quejaba el 27 de mayo de 2010 durante una entrevista con Clarín .

Volvamos a Sánchez. El empresario fue involucrado en la causa judicial que investiga el desvío de los fondos públicos, y el 13 de septiembre será indagado . En octubre pasado, el juez Oyarbide allanó su estudio y encontró que los paneles que producían las Madres terminaron en dos countries donde estaba construyendo con su empresa Concreto Moldeado. “Se le pagaba con paneles por sus trabajos para la entidad, había un contrato previo”, dijo Schoklender a Clarín esta semana. Sin embargo, una fuente del mercado de la construcción aseguró que hubo desvíos y que la maniobra excede los sitios allanados (ver recuadro ).

De regreso en el país, Loira también retomó sus negocios. Todo iba bien, hasta que estalló el escándalo de Digital Copiers. Amigo de Loira, Osvaldo Fantini –otro vecino del country Septiembre– ganó una licitación de ANSeS para imprimir las libretas que deben llenar los padres que cobran la Asignación Universal por Hijo. Un negocio de 42 millones de pesos. El que firmó en sólo 48 horas aquella licitación fue Diego Bossio. Una investigación de Clarín reveló el caso.

Loira sufrió en carne propia el ruido mediático y quedó marginado del entorno de Bossio. Pero pasado el aguacero volvió a frecuentar a su cuñado . Actualmente, según le cuenta a su círculo íntimo y publica en su perfil de la red social Linkedin, trabaja en el Ministerio de Agricultura.

Al lanzar el Plan Procrear, Cristina, sin saberlo, renovó las expectativas de Loira. Y las de Sánchez. Ambos esperan ser elegidos para construir casas de aquellos beneficiarios sin tierras, una enorme mayoría. El reparto se hace en la ANSeS. Sólo un detalle.

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