Soberbia y prepotencia de algunos radicales que ya se sienten Gobierno…

Los radicales están “dulces” y se les nota. Es más, existen aquellos que ya actúan como si fueran Gobierno, como así también otros que se subieron al carro victorioso para mostrarse no solo desde una peligrosa soberbia, sino hasta desde el lugar de la prepotencia… Lo que no se dan cuenta, como diría la gente de campo, es que están contando el ganado antes de la parición.
Este Portal fue testigo de esta aseveración cuando en medio del enfervorizado festejo, los periodistas fuimos virtualmente echados desde el sector interno del propio Comité Radical por el “pecado” de querer conseguir una toma gráfica de la reunión que la ganadora (léase Vilma Baragiola) mantenía con los máximos referentes del radicalismo.

Pero dentro de esa “locura” (de alguna manera tenemos que denominarla), quien llevó la voz cantante fue un “sacado” Nicolás Maiorano. Sí, el mismo que hasta no hace muchos días se presentaba como un corderito camino al matadero.

En la noche de este domingo solo faltó que se nos retirara a los empujones, al grito de “Vilma los va a atender luego”. Algo lógico y que incluso que habríamos aceptado sin titubear de haber sido otras las formas. Evidentemente Maiorano, quizás envalentonado por haber renovado su “conchabo” por cuatros años más (una especie de política rentada merced al sueldo que sale del bolsillo de todos los contribuyentes de General Pueyrredón), dejó salir su otro “yo” que lo mostró quizás tal cual es y no se atrevía a expresar.

A todo esto el “secretario privado” de Baragiola (Walter Alló) miraba para otro lado como perro al que quieren “hacerle el amor” e iba y venía, sin que sus pasos lo llevaran a lado alguno. También afectado de una amnesia momentánea, se olvidaba de favores periodísticos recibidos hace solo escasas horas. Estaba en la burbuja ganadora y quizás todo lo veía desde una posición “superior”. No lo podemos aseverar con exactitud. Lo que si sabemos es que n o hizo nada ante tamaño despropósito.

Es verdad que cometidos el “pecado” de querer tomar retratos gráficos de un momento de felicidad de su hoy máxima líder, algo que dejó al desnudo, sin duda alguna, que hay radicales montados en caballos de soberbia y prepotencia.

Por último sería bueno que recuerden la Ley de la Física: todo lo que sube en algún momento tiende a bajar…Ahí los estaremos esperando.

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