El Senasa y una mudanza polémica

El Senasa y una mudanza polémica
La medida perjudica al productor agropecuario y le genera más gasto al Estado. El argumento oficial dice que el traslado forma parte del "proyecto de fortalecimiento institucional". Para los ruralistas es una nueva embestida contra las entidades del sector por parte del Gobierno
Si bien todavía la mudanza no tiene fecha confirmada, es un hecho que la oficina local del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dejará de funcionar en la Sociedad Rural de Tres Arroyos. Tal cual viene ocurriendo en otros distritos de la provincia de Buenos Aires desde octubre del año pasado, la cúpula del organismo a fines de setiembre le bajó la orden a la dependencia local que se retire del edificio ubicado en la esquina de Pellegrini y Moreno y se busque un espacio propio.

No hay una razón de peso que justifique el cambio de sede, sobre todo por los trastornos que le generará a los productores agropecuarios del distrito. O analizado de otra manera, más bien parece que existen 125 motivos para el traslado... Porque para los ruralistas se trata de una nueva embestida contra las entidades gremiales del campo por parte del gobierno nacional y forma parte de la catarata de medidas perjudiciales para el sector que empezó a ejecutar la Casa Rosada desde que comenzó el conflicto por la Resolución 125, allá por marzo de 2008. Por eso cabe mencionar que el Senasa es un organismo descentralizado en el Ministerio de Agricultura de la Nación.

"A fines de setiembre, a nosotros nos notificaron que el Senasa se va del edificio. A mí particularmente me parece que es una medida por lo menos inoportuna. Se trata de un decisión muy incómoda para los productores. Y así lo informamos en una carta que enviamos al organismo respondiendo la notificación que recibimos", explicó Eugenio Simonetti, presidente de la Sociedad Rural.

"No puedo afirmar que el traslado esté confirmado 100%, sí hay un trámite iniciado para hacer el movimiento de la oficina", indicó el veterinario Pablo Pla, a cargo la dependencia local del organismo y que funciona en el edificio ruralista desde 1996.

A la hora de justificar el traslado, no aparecen argumentos convincentes. "Este es un proceso para fortalecer la imagen del Senasa y que tenga un espacio propio, autónomo y con una identidad propia. Se trata de un proyecto de fortalecimiento institucional", explicaron desde la sede central del organismo. La mudanza ya se concretó en Mar del Plata, Tapalqué, Junín, Tandil y Ayacucho.

"En la notificación que recibimos no se explican los motivos de la decisión", indicó Simonetti. Si bien en el caso de Tres Arroyos la determinación del traslado data de setiembre, en una media docena de distritos bonaerenses la mudanza ya se llevó a cabo a fines del 2012, y lo mismo ocurrió en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos.

Complicaciones

La presencia del Senasa en las sociedades rurales, tiene que ver con un concepto de integración de servicios que se instaló hace unos 20 años en la provincia. De modo que el principal perjudicado en todo esto es el propio productor agropecuario, que en la sede céntrica ruralista encuentra una especie de centro cívico para realizar un abanico de trámites relacionado con la actividad. Porque en el mismo edificio puede obtener el Documento de Tránsito Animal (DTA) para movilizar hacienda, hacer trámites de vacunación y también de guías para el traslado de animales y permisos para marcación. Debido a que además de estar el Senasa hay una oficina municipal y también funciona la sede de la Fundación para la lucha contra la fiebre aftosa.

"Al menos acá en Tres Arroyos, que está todo centralizado y funcionando correctamente, no veo que sea una buena decisión. Porque no hay dudas que pasa a generarle una complicación al productor agropecuario, más hoy que la hacienda está toda identificada con caravanas, cada vez que hay un problema en una guía el hombre se va a volver loco teniendo que ir de un lado a otro", aseguró el intendente Carlos Sánchez.

Fue justamente Sánchez, al momento de integrar el Ente Vial municipal durante la intendencia de Carlos Aprile, el impulsor de que se centralice todo lo referente a la actividad ganadera en la Sociedad Rural. "En aquel tiempo había una Casa de Campo y estaba todo separado. El productor pagaba las guías en un lado, tramitaba lo del Senasa en otro edificio y eso le generaba una importante pérdida de tiempo. A partir de unificar todo en la rural, se le simplificó el tramiterío", explicó el intendente.

Sánchez fue informado por la Sociedad Rural a principios de octubre de la decisión tomada por el Senasa y no dudó en aprovechar un viaje a La Plata para realizar gestiones con el objetivo de frenar la mudanza. Incluso lo conversó con el diputado Cuto Moreno, "que coincidió conmigo en que la mudanza no era conveniente". Pero hasta hoy el intendente no recibió comunicación alguna respecto a su pedido. "Nunca me contestaron", indicó.

Para Simonetti, el principal perjudicado será el pequeño productor de la zona. "Porque al productor más grande, que tiene su escritorio con gente que le lleva los papeles, no le va a influir. Al momento de una venta de hacienda, el empleado irá a dos lugares en vez de uno. Pero para el productor más chico, que apenas carga una o dos jaulas de animales por año, es un lío. Tiene que ir al Senasa, verificar las caravanas para comprobar que la trazabilidad esté bien, si hay una que no le coincide tendrá que volver a la Sociedad Rural... Se va a transformar en un sistema muy engorroso, cuando ahora tiene todo en el mismo lugar y se ahorra mucho tiempo", explicó el titular de la Sociedad Rural tresarroyense.

Gastos

Además de causarle trastornos al productor, la mudanza le genera un gasto extra al Senasa porque a partir de ocupar una oficina propia tiene que empezar a pagar un alquiler de acuerdo al precio de mercado y no como hasta ahora que desembolsaba una suma poco significativa. En el caso de Tres Arroyos, la Sociedad Rural le cobra al organismo 1500 pesos mensuales por el uso de tres salones. Mientras que según pudo averiguar La Voz del Pueblo, el organismo ya tiene cerrado de palabra el contrato de alquiler con el propietario de la casa ubicada en Falucho y Roca, y una vez concretada la mudanza pasará a pagar 4000 pesos por mes. "No hay que olvidarse que eso lo paga el Estado, es decir que lo vamos a pagar todos", se lamentó Simonetti.

"Incluso tenían una cuarta oficina que la dejaron de utilizar, y ahora la tenemos de archivo. De modo que no tiene que ver con un problema de espacio. Está claro que no quieren estar en la Rural, que se trata de un problema político", agregó el presidente de la entidad, quien aclaró que "es muy buena la relación que tenemos con el veterinario Pablo Pla, y entendemos que él es ajeno a lo que está pasando".

"Esto tiene que ver con toda una decisión política del gobierno nacional de sacar todas las oficinas dependientes del Estado nacional del ámbito de la Rural", dijo Javier Melchiori, presidente de la Sociedad Rural Gualeguaychú, ciudad en la que el Senasa ya se independizó de la entidad ruralista.

En tanto, una fuente perteneciente al organismo y que pidió reserva de su identidad precisó que la estrategia oficial es "vaciar las sociedades rurales" del interior. "No quieren que los productores vayan a las rurales", opinó. Claro que se trata de algo incomprobable, pero va en la misma sintonía de otras actitudes del Gobierno: no dejar que participe ningún organismo oficial en La Rural de Palermo ni representantes en las exposiciones ruralistas del interior, no convalidar la legitimidad de la Mesa de Enlace, no incluir al campo en la mesa de trabajo con los sectores que impulsan la economía, etc.

En este sentido, cobra mucho valor otro de los motivos que esgrimió el intendente Sánchez justificar la centralización de toda la actividad de trámites y gestiones de la actividad ganadera: "En aquel momento también se hizo con la intención de jerarquizar a la institución, a la Sociedad Rural", indicó. En cambio, desde hace un poco más de un año todo parece indicar que la intención del organismo oficial va en el sentido contrario y se intenta quitarle esa jerarquía ganada.

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