La Cámara de Senadores aprobó un pedido de informes presentado por el presidente del bloque del FPV-PJ, Gustavo Arenas, para conocer fehacientemente el “detalle de los hechos ocurridos en fecha 5 de junio de 2015 en el Hospital Obstétrico Virgen de la Misericordia, en ocasión del parto de una joven de 17 años que padecía obesidad y diabetes gestacional, que derivó en la muerte del recién nacido a los pocos días de su nacimiento”.

La solicitud –dirigida al pediatra neonatólogo Mario Marsano, director del hospital, perteneciente a la Obra Social de Empleados Públicos– está contenida en el expediente 66.530 y, además, indaga acerca de “si la ginecóloga que controlaba el embarazo había indicado la conveniencia de que el parto se produjera por cesárea”, y “si en un parto de estas características es recomendable practicar cesárea” y la identificación del “equipo médico que tenía a su cargo a la paciente”.

También inquiere acerca de “si el equipo médico que atendió a la joven tomó la decisión de que el nacimiento se produjera por parto natural y, en su caso, datos de él o los responsables de dicha decisión”, y las “medidas tomadas por el hospital para determinar responsabilidades y resultados de las mismas”.

Los fundamentos del pedido de informes señalan “que el hecho de referencia fue denunciado en una publicación periodística efectuada por El Sol, en fecha 25 de junio del 2015, en la cual se indica que la joven embarazada padecía obesidad y diabetes gestacional, y que las indicaciones médicas de su ginecóloga anticipaban que iban a tener que practicarle cesárea por sus condiciones físicas y su patología”.

“Sin embargo –continúa enunciando–, en el Hospital Obstétrico Virgen de la Misericordia, de Godoy Cruz, los profesionales dispusieron que el bebé naciera por parto normal. Allí, el pequeño padeció una distocia de hombro y producto del sufrimiento del parto murió a los cinco días, y la madre debe ser sometida a una cirugía reconstructiva en razón de las heridas sufridas”. La distocia ocurre cuando al bebé, luego de asomar su cabeza al inicio del nacimiento, se le desprenden los hombros debido al atoramiento de éstos dentro de la madre.

Las consideraciones expresadas en el pedido de informe indican incluso: “La gravedad de los hechos denunciados exigen una investigación exhaustiva, que determine si estamos frente a un caso de violencia obstétrica, una especie dentro del género violencia de género, que se configura frente al maltrato que muchas parturientas reciben en los hospitales públicos o clínicas privadas”.

Finalmente, Arenas afirmó que “la operatividad de las normas en contra de la violencia de género depende de su efectiva aplicación”, para argumentar así sobre la necesidad de que avance su indagatoria, “a los fines de que se efectúen las denuncias que por derecho pudieran corresponder, evitando la reiteración de nuevos hechos violencia de género”.