El martes pasado Viviana Miranda, la abuela del bebé dado por muerto en el Hospital Sanguinetti de Pilar, hizo la denuncia penal por lesiones graves en la comisaría 1era, a pocas cuadras de allí. Acababa de reuniste con el director del hospital, Gustavo Niotti y había exigido, junto a su hija Gisele Franco, una explicación. Las respuestas que les dio el medico, que además es subsecretario de Salud del Partido, no las dejaron conformes. Casi una semana después tampoco están conforme con la Justicia. Según explicó hoy a Clarin.com, el abogado Gregorio Dalbón, no se ha avanzado nada en la causa. "En una semana no se hizo nada", aseguró.

"El director del hospital habló con la prensa, pero nunca habló en la causa. No entregó el sumario administrativo ni se presentó a declarar. Tampoco la ginecóloga La médica brilla por su ausencia. Nadie declaró. Solo figura la testimonial de la abuela", se quejó Dalbón que pedirá ante la UFI 2 de Pilar una serie de medidas para impulsar el expediente.

"Si no hubiese sido por la nota que publicó Clarín y la repercusión mediática que tuvo el caso, esto hubiera quedado en la nada", dijo Dalbón.

Esta mañana, Dalbón junto a Gisele Franco, la mamá de Santino, se presentaron como particulares damnificados. El abogado intentará imputar a la ginecóloga por lesiones gravísimas culposas, un delito previsto en el artículo 94 del Código Penal que prevé una pena de hasta 4 años de prisión.

"Ahora vamos a sugerir medidas a la fiscalía como las declaraciones testimoniales de todos los que estaban esa madrugada de guardia en el hospital, el secuestro del libro de guardia, por ejemplo", anticipó Dalbón.

El abogado de la familia Franco destacó que la responsabilidad por lo ocurrido va desde la ginecóloga, pasando por el director del hospital, hasta el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires y el gobernador Daniel Scioli. "El sistema de Salud está colapsado y lo saben", subrayó.

"Tirar en un chata a una criatura me parece que supera la negligencia médica", dijo Dalbón.

El 18 de noviembre pasado, la ginecóloga que atendió el parto de emergencia de Gisele, puso s su hijo en una chata de plástico blanca, en el piso, debajo de una mesada. Y le dijo que estaba muerto. Si no hubiese sido por la abuela que pidió verlo y descubrió que Santino se movía el chiquito habría fallecido. Hoy el bebé cumple 15 días y sigue internado en el Hospital Materno Infantil de Derqui a donde fue derivado. Pesa 610 gramos.