Según CARPA, a la crísis olivícola se suma ahora la vitivinícola

Según CARPA, a la crísis olivícola se suma ahora la vitivinícola
Desde la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios señalan que “la situación de la industria vitivinícola es complicada actualmente y visualizamos que este panorama empeorará en 2013”.
CARPA dice que los vinos argentinos “hoy perdieron rentabilidad y competitividad en los mercados del mundo” como consecuencia de erráticas políticas del gobierno K. Exigen soluciones.

El sector viñatero riojano que agrupa la Cámara de Productores Agropecuarios (CARPA) y las principales bodegas de las provincias vitivinícolas advirtieron que, “de no mediar acciones tendientes a mejorar la situación” de la actividad, “se agudizará en los próximos meses, poniendo en riesgo numerosas fuentes de trabajo”.

“Cuando analizamos los problemas de este sector y de los demás que componen las economías regionales básicamente se traducen en uno solo: no hay rentabilidad y perdemos competitividad en los mercados internacionales que llevo años alcanzar”, denunció CARPA a través de una editorial en su sitio web.

La entidad dijo que “existe una premisa en la comercialización de productos en el exterior: Mercado que se pierde, no se recupera, porque una vez que se sale de un mercado es difícil volver a entrar, más todavía que entrando por primera vez”.

Para CARPA, “la falta de rentabilidad es el efecto de múltiples causas y su correcto diagnóstico permitirá aplicar las soluciones o medidas correctivas necesarias sin que sean éstas sólo parches sino medidas eficientes y eficaces que por lo menos permitan transitar a la actividad productiva el mediano plazo”.

“Nadie puede negar que las economías regionales la están pasando mal y no tan solo es la vitivinicultura o la olivicultura, sino que igual suerte están corriendo también la nogalicultura, los cítricos en el litoral o las frutas en el sur, las verduras, la caña, el arroz, el algodón, el té o la yerba y toda otra producción con alto valor agregado”, sostuvo la Cámara.

Y agregó: “Que importante sería que aquellos que tienen la responsabilidad de tomar decisiones recuerden, cuando se sientan a la mesa familiar, que todo lo que en ella hay comestible, proviene del Campo y su Agroindustria (Economías Regionales) y es sustento de trabajo de innumerable cantidad de familias que hacen posible que lleguen a la mesa y que no son culpables de que se tomen medidas que afectan su trabajo”.

“Podemos decir que las economías regionales existen y les asiste el derecho de ser atendidas y entendidas, y que por más eficientes que sean, difícilmente podrán salir a flote si no hay políticas claras que les permitan desarrollarse lejos del puerto”, sostuvo CARPA finalmente.

Las principales bodegas, en alerta

“La situación actual de la industria vitivinícola es muy complicada y según visualizamos este panorama empeorará. Por un lado, en lo que va del 2012 hemos perdido competitividad en las franjas de precios donde Argentina había ganado terreno, principalmente en la de 36 dólares para abajo. Estos vinos, hacían correlativamente que el país vendiera fuertemente en los rangos más altos, ya que los menores los soportaban”, sostuvo Alberto Arizu de Bodega Luigi Bosca.

El empresario aseguró que la realidad está en algún punto distorsionada. Si bien se puede observar en las estadísticas que las bodegas en varios casos sostienen franjas de precios deficitarios como la de 36 dólares la caja, “algunas solo lo hacen con el objetivo de ofrecerle a sus importadores diversidad de productos. Mientras que muchas otras han optado por abandonarlas”.

Haciendo un racconto sobre los problemas que enfrenta la industria, Luis Steindl, de Bodegas Norton, destacó que en un principio la pérdida de competitividad estaba ubicada en la caja de los 25 dólares FOB. Luego pasó a la caja de 30 dólares, mientras que hoy se ubica entre los 33 a 36 dólares FOB la caja.

“Nosotros este año estamos haciendo foco en las cajas de 40 a 41 dólares FOB, aquellas que se ubican por debajo de ese precio son las que acutalmente están recentida, en donde, obviamente, se concentra el volumen, y es po eso que continuamos manteniendolas. Este año, nuestras expectativas son vender mucho más vino que antes, pero también vamos a perder más plata porque seguiremos haciendo foco en calidad, esta no la relegaremos”, sintetizó Steindl.

Steindl sostuvo que no hay que olvidarse que el consumo fuerte de vinos se ubica en los 33 dólares la caja, segmento en el que Argentina está débil. Europa al acecho

El crecimiento de los países tradicionales en la exportación de vinos a los principales destinos de consumo como Estados Unidos, Canadá, Brasil y Reino Unido, ha achicado el espacio que tienen los países del Nuevo Mundo, generando un aumento de la competencia.

Juan Marcó, de Finca Decero, se mostró preocupado por la situación actual, “el panorama es complicado, hay mucha competencia y Europa tiene tasas de crecimientos muy importantes y los productos se han acomodado a la demanda mundial. Por otra parte, también están los países del Nuevo Mundo como Australia y Chile que están tratando de recuperar los espacios perdidos”.

A este coctel Marcó asegura que hay que agregar el tiempo y desgaste que genera todos los días estar haciendo tareas operativas que deberían ser mucho más sencillas de resolver. “Esto nos pone en un lugar en donde en vez de estar pesando en estrategias para ser más competitivos todos los días nos vemos envueltos en solucionar los problemas operativos”. Marcó destacó que todavía Argentina tiene un ventana de posibilidades pero lo cierto es que esa brecha se va cerrando.

Perspectivas 2013

Qué esperar para la próxima temporada es la pregunta del millón. “Vamos a tratar de mejorar el mix de productos que vendemos, nosotros pasamos de un promedio de exportación de caja de 33 dólares FOB hace cuatro años atrás, a 43/44 dólares FOB que es donde estamos en este momento. Estamos tratando de vender más vinos reserva que varietales y más Privada que Reserva. Esto es para poder contrarrestar lo que se pierde en las cajas de menor precio”, dijo Steindl, quien aseguró que la apuesta es para los vinos que se encuentren por encima de la línea roble o barrel select.

Por su parte, Alberto Arizu indicó que “a comienzos de año teníamos un producto a 32 dólares que de a poco la fuimos elevando, llegando hoy a U$S 36. Pero no por mucho tiempo más podemos seguir con este valor, porque hoy sólo nos da rentabilidad porque representa el 50% de las exportaciones en volumen de la bodega”.

Asimismo, remarcó: “En general estamos perdiendo competitividad, no podemos soportar más. Frente a una inflación del 27%-35%, que se espera para el año que viene, la crisis va a ser general. Los precios en los vinos no pueden acomodarse acorde a la inflación. Si el Gobierno no decide alguna estrategia, como por ejemplo brindar un mayor reintegro a la industria, para que no tocar el dólar, el próximo año va a ser crucial para todos los eslabones de la cadena. Uno de los mayores perjudicados, seguramente serán los productores que se encuentran al límite. Si en el 2013 se compra menos uva y a al mismo precio que en el 2012, muchos productores desaparecerán.”

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