Sebastián Crismanich: “Sentí que clavamos una bandera en la Luna”

Sebastián Crismanich: “Sentí que clavamos una bandera en la Luna”
El medallista olímpico llegó al país tras su consagración en Londres. No para de sorprenderse por las repercusiones de su brillante actuación. El Litoral compartió las primeras horas en la Argentina con el único argentino en lograr el oro.
El correntino Sebastián Crismanich, ganador de la única medalla de oro para el país en los Juegos Olímpicos de Londres, empezó a sentir en carne propia el fenómeno que desató tras su consagración en la categoría hasta 80 kg en teakwondo. Ayer, ni bien arribó al país, niños, jóvenes, adultos y abuelos le demostraron su afecto felicitándolo, solicitándole un autógrafo y sacándose fotos con él. Todo eso pasó desde que arribó a Ezeiza hasta que se fue a descansar un rato en el hotel Panamericano, ya que por la tarde lo esperaba Marcelo Tinelli para ir a grabar el programa que anoche se emitía por TV.

Eso es solo el inicio de una serie de reconocimientos que recibirá el capitalino y que seguramente tendrá su mayor relieve cuando regrese a su Corrientes tan querida y que tanto extraña.

El Litoral compartió con él los primeros minutos en el país. “Todavía no paro de sorprenderme por todo esto que me está pasando. En Londres me decían “pibe como estás para mañana. Hay que darle duro”. No puedo creer que esto esté sucediendo en el taekwondo, ojalá que vengan muchas medallas”, sostuvo el correntino, que en todo momento se aferraba a su medalla dorada, la única del país en los Juegos Olímpicos de Londres. “Esto es el principio de algo grande. Tampoco imaginé que era de esta magnitud. Reconozco que estoy un poco shokeado pero muy contento por todo esto que estoy viviendo”, agregó este hincha de Boca, que recibió de regalo una camiseta autografiada por todos los jugadores y en las próximas horas espera ir a la cancha.

Su entorno y él eran los únicos que se tenían plena confianza de que iban a lograr una presea. “Nosotros sabíamos que el objetivo era muy posible poder cumplirlo. Nos dijimos “no tenemos techo, vamos a ir a los Juegos Panamericanos y vamos hacer un desastre. Nos sobraba material y motor para soñar con los Juegos Olímpicos. Además somos un grupo unido, y contamos con el apoyo incondicional de nuestras familias. Sabíamos que no íbamos a estar peleando solos y esa era la ventaja que teníamos con los oponentes”, reconoció Sebastián Crismanich.

El suspenso

A medida que fueron pasando cada uno de los combates del correntino en Londres, la complejidad fue creciendo. De ganar la pelea inaugural 9-2, en la final se impuso por tan solo 1-0. En esta última, por si faltaba más, ocurrió algo que llenó de suspenso la definición. El propio Crismanich lo cuenta: “Nosotros estábamos muy tranquilos, porque sabíamos que teníamos máquina para darlo vuelta. Más allá de que quedaban ocho segundos, sabía que no había cometido ninguna infracción. No me caigo tirando una patada, sino por una lesión que sufro. Fue en un momento en que estoy intercambiando técnicas con el español y de repente piso fuerte el piso con el pie de costado y allí siento un ruido en la pierna. Así, me tiro al piso porque o sino me podía romper los ligamentos. En los Juegos Olímpicos están los árbitros con más experiencia y sabía que no me iban a descontar los puntos. Esa caída le puso un poco más de suspenso para una final”.

Ataque

En medio de la euforia por la consagración, el medallista olímpico, sufrió el ataque en las redes sociales. Se le atribuyó textuales palabras que él no las dijo. Ayer aclaró el panorama: “La gente del Enard se me acercó en todo momento. Suplieron todo tipo de necesidades que pudiéramos tener, no solo en la competencia sino en todo el proceso. Eso es muy valorable, hay una interesante calidad de gente. A nosotros nos salvó la vida. Si hoy estoy logrando esto es porque tengo el apoyo del Enard”, afirmó Sebastián. Luego agregó: “Sabíamos que había personas que atentaban en contra del Enard. Ante la situación que surgió, siempre nos protegieron mucho, me cubrieron de las cosas, me decían que no aclare nada; pero yo, moralmente, tenía que salir a aclarar. Cuando algo anda muy bien o cuando una persona es exitosa, hay quien te quiere y quien no.

En las entidades pasa lo mismo e insisto, como el Enard, hasta el momento no existió nada igual”, sentenció.

Para concluir la nota con El Litoral el mismo Sebastián se encargó se ponerle el título. “Pusimos una bandera en la Luna. Es algo grosísimo, lo sentimos así”, concluyó el correntino que transformó en realidad su sueño de participar en los Juegos Olímpicos y ganarse la medalla de oro

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