Le saquearon todo, menos las ganas de vivir

Le saquearon todo, menos las ganas de vivir

El lunes próximo, Rubén López volverá a abrir las puertas de su negocio, en Argüello. Lo dieron por muerto.

Fideos, pollo, arroz. Torrejas de fideos, torrejas de arroz. Este fue el menú de prácticamente todos los días para Rubén Andrés López y su familia. El comerciante de Argüello Norte perdió su local después de los saqueos del 3 y 4 de diciembre y tuvo que emplear todos sus recursos en hacer resurgir su negocio.

Al hombre lo desmantelaron primero e incendiaron su local después. Sus vecinos lo daban por muerto y tuvo que salir a desmentirlo con un graffiti en la persiana de su local. Después de siete meses de sacrificio, la ferretería “Casa D´Todo” volverá a abrir sus puertas el lunes que viene. Y lo hará con todas las pompas.

“Fueron meses muy duros. Tuve que vender el auto y pedir un crédito en el banco. Dormía muy poco. Bajé unos 11 kilos, que se me notan mucho porque toda la vida fui muy flaco. Recién ahora estoy descansando un poco más. Son cuatro horas por la noche”, reconoce.

El local está ubicado en la calle Donato Álvarez al 8340, en Argüello Norte, en la ciudad de Córdoba. Hace 22 años, Rubén y su papá bautizaron el negocio en honor al abuelo gallego que había puesto un almacén de ramos generales en Capital Federal. La idea es que los clientes entren buscando cualquier producto, y lo encuentren. La especialidad: ferretería.

El sacrificio de tantos años se vio reducido a cenizas cuando un grupo de vecinos (muchos de ellos con caras conocidas) incendiaron el local, después de desmantelarlo, el 4 de diciembre. Fue durante los fatídicos saqueos acontecidos en Córdoba, después de que la Policía se acuartelara en reclamo de mejoras salariales.

La familia tuvo que sacar fuerzas de donde no tenía para poder recuperarse. Fueron meses muy sacrificados, de trabajo sostenido, en el que laburaron mucho y durmieron muy poco.

Rubén le da las gracias a Soledad Malbos, su mujer: “De no ser por la mina que tengo, ya estaría enterrado. Y me tendrían que llevar flores al cementerio”.

Apoyo de todos. ¿Cómo hizo este comerciante para resurgir entre las cenizas? Con el apoyo de sus amigos, clientes y proveedores.

“A toda la mercadería que logré juntar me la dieron de fiado. Algunos ni siquiera me la cobraron. Un amigo me dio la comida para la inauguración y otro la chopera. Sin el apoyo de mis conocidos nunca podría haber resurgido”.

Rubén mandó dos cartas al gobernador José Manuel de la Sota, para que éste le ayudara a reconstruir su negocio. Pero no tuvo respuestas. “Ellos son los responsables de haber permitido los desmanes. Me ofrecieron un crédito de 12 mil pesos, con la condición de quedarme callado y no hacerles un juicio. Pero lo rechacé. Las pérdidas fueron millonarias”.

Perdió millones. La ferretería de Argüello Norte fue desmantelada e incendiada en los saqueos de diciembre. Un rumor comenzó a circular en la zona: Rubén habría muerto a raíz de un accidente cerebro-vascular. Tuvo que salir a desmentirlo, con un graffiti pintado en la persiana de su local.

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