Por la salida de Vale, el Puerto de Bahía Blanca perdió una facturación de U$S 6 millones anuales

Por la salida de Vale, el Puerto de Bahía Blanca perdió una facturación de U$S 6 millones anuales
La minera brasileña Vale, que semanas atrás abandonó sus operaciones en Río Colorado, Mendoza, cuenta aún en el puerto de Bahía Blanca con un predio de 50 hectáreas concesionado a 50 años por el que paga un canon mensual de US$ 1800 la hectárea, tasa que, no obstante, era lo menos atractivo del emprendimiento para el puerto: en 2014 arrancaría con una promesa anual de operar 2,4 millones de toneladas, el equivalente a 24 buques anuales.
Sólo por tarifas portuarias, las arcas del consorcio hubieran generado unos US$ 6 millones, es decir, un incremento prespuestario del 10%.

Pero en un puerto que se vende a sí mismo como una terminal cuya matriz de oferta está altamente diversificada, un muelle internacional dedicado a una minera hubiera enriquecido aún más su perfil.

Ahora, mientras se realiza la revisión técnico-jurídica del contrato de concesión -Vale sigue pagando el canon- las incógnitas se acumulan en torno al potencial desperdiciado: en los depósitos de Puerto Galván están los rieles con los que la empresa levantaría 370 kilómetros de nuevas vías para llegar a Mendoza, así como también los vagones y las máquinas, con las que Vale habría de montar un taller ferroviario.

El proyecto trunco contemplaba un impresionante movimiento de un convoy de 80 vagones cada 16 horas, que incluía la reparación de la parrilla ferroviaria.

"Vale llevaba invertidos US$ 1200 millones en el proyecto, y perdió mucho más con la caída del precio del mineral de hierro. Pero lo cierto es que el día que anunció su partida de la Argentina, sus acciones subieron. El mercado habló", señaló con resignación uno de los directores del puerto que siguió de cerca la negociación con la minera.

Hasta Bahía Blanca llegan las presiones nacionales por expulsar a la empresa del puerto. Sin embargo, deben transcurrir seis meses de incumplimiento en los avances de obra para poder intimarlos.

En tanto, el consorcio, junto con la provincia, ya analizan qué destino darle a ese predio que tiene demanda asegurada. Una de las alternativas es dividirlo en dos parcelas de 25 hectáreas, para destinarlo a dos cerealeras con un muelle en T que les garantizaría dos sitios de atraque.

"Podemos copiar lo que pasa en el río", aseguró Jorge Otharán, subsecretario de Actividades Portuarias bonaerense, confiado en que "alguien seguro se lo va a quedar".

Miles de pilotes abandonados y un terrible movimiento de suelo inoperante proyectan una imagen que el puerto de Bahía quiere superar rápidamente.

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