Yamila atiende el teléfono, desde Buenos Aires, casi sin aire. "Tenemos una alegría tremenda", le dice a "Río Negro". "Pero no descansamos, ya estamos entrenando otra vez para llegar bien al lunes", cuenta esta joven de Roca, que vive por y para el tango aunque le queden unas pocas materias para recibirse de contadora pública. Da clases de tango y una vez al mes organiza milongas en el bar La Esquina. "No sé si voy a ejercer de contadora, pero seguro que voy a seguir bailando. Toda mi carrera me la pagué con el tango", cuenta, en una pequeña pausa, mientras Raúl Pardo la espera.

"Llegamos al Mundial porque ganamos un campeonato independiente, Malajunta Milonga, que organizaron Chango Monasterio y Miriam. El premio, para las dos primeras parejas era el viaje y la estadía en este Mundial. "Y acá estamos", se alegra Yamila.

Desde que empezaron, pasaron la etapa clasificatoria donde había 389 parejas de todo el mundo. De allí, a la etapa de semifinales donde clasificaron 73 parejas y de ahí a la semifinal, donde sólo clasificaron 36. Ahora les queda el último paso, pasado mañana, nada menos que en el Luna Park. Aunque ellos sientan que esto "ya es un premio".