"Este juicio me parece una ofensa a la democracia en la Argentina. Es una forma de justificar un golpe de Estado. Los que gestaron el golpe de Estado son los que generaron el anónimo [con las denuncias de coimas] y la versión de [Mario] Pontaquarto", el valijero arrepentido que dijo haber pagado los sobornos.

Mientras Rodríguez Saá declaraba, su pareja Delfina Frers le sacaba fotos con una cámara pocket desde las filas reservadas para el público. La vistosa rubia llamó la atención del presidente del tribunal, Miguel Pons, que le ordenó que se sentara.

El ex senador, convocado como testigo de la fiscalía, se despachó a gusto: dijo que en este juicio donde además están acusados el ex ministro de la Alianza Alberto Flamarique, el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes y senadores peronistas, "se basa en manchar a las personas acusadas". No se privó de cargar contra el ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez: "Renunció porque estaban a punto de salpicarle el traje, y antes de que se lo salpicaran se fue", afirmó..