"No robo por tener, yo robo por ser"

"No robo por tener, yo robo por ser"
Vitette dijo en Uruguay que es un "profesional" y que no se arrepiente
"No es todo plata en la vida..." Así comenzó Luis Mario Vitette Sellanes, el cerebro del millonario robo al Banco Río de Acassuso del 13 de enero de 2006, la entrevista con "su amigo de la niñez" Omar Gutiérrez, el conductor del programa La Yapa en el canal 10 de Montevideo.

Vitette Sellanes dijo las cosas que se esperan de él: "A mí me gusta. Encontré mi destino en el camino que siempre quise evitar... Es mi profesión, entre comillas; soy un profesional, vivo de esto. Yo voy a ser ladrón por siempre, pero seguramente no robe más. No tengo problemas económicos, no robo por tener, yo robo por ser. Entonces, no me voy a arrepentir de ser", dijo.

No eludió hablar de cómo se gestó el llamado "robo del siglo". "Robamos el Banco Río con armas de juguete. Desde el año 2000 tenía la información de que debajo del banco había una obra de un aliviador, un río entubado, y se buscaba la operatividad para llevarlo adelante [el robo]. Casi lo ejecuté en 2005, cuando fueron a la Argentina por la reunión del ALCA y estuvo George Bush, y la seguridad estaba enfocada en eso. Pero por una cuestión climática no pudimos. Después hice una pequeña inversión y ejecutamos eso."

-¿En qué te equivocaste? -le preguntó Gutiérrez. Sin dudar, respondió: "En elegir los compañeros equivocados".

-¿Usted se arrepiente? -lo inquirió La Polaca, coconductora de La Yapa . Y, urticante, le lanzó: "Cómo me voy a arrepentir si hice una inversión y tuve una preparación y un estudio para hacerlo. Si yo me preparo para cometer un ilícito y me sale bien, no me puedo arrepentir. Para mí fue un logro. Sí..., para las familias fue traumático, fueron rehenes. ¿Han perdido su dinero? El banco fue elegido muy bien. El dinero se les repuso?".

Abordó parte de su historia. Como que se escapó de la cárcel en Uruguay el 22 de febrero de 1986, tras una salida transitoria. Que fue "hombre araña" en Buenos Aires ("tal vez era buena la adrenalina, caminar en un piso 18, a lo mejor eso te enfrenta con la vida", graficó) y que, "por azar", entró en la casa de "una señora de la televisión" que, por contrato, según dijo, no puede nombrar, aunque agregó que actualmente "almuerza los domingos". Y que a una jueza uruguaya "le agarró la fiebre del oro" y hace poco hizo excavar la tierra donde está enterrado su padre en busca del botín del siglo.

Y tuvo tiempo para la proclama pseudopolítica, a lo Robin Hood ("La gente en la Argentina proyecta en mí lo que el Estado le hizo en 2001 con el corralito, cuando les robó a los jubilados, y a los ahorristas les sacó 100.000 dólares y les devolvió 100.000 pesos").

"Tengo todos mis papeles en regla. Yo no tengo dinero, repito, no robo por tener, robo por ser?", dijo. Pero cuando se le preguntó de qué vive, entonces contestó: "Terminé de vender cuatro pisos en la Argentina. Tengo dos empresas, importamos aparatos cardiológicos de China, y una empresa de sistemas".

Dijo que públicamente compuso "un personaje altanero, egocéntrico, contestatario", que ahora odia. "De ese personaje se harán "la película y el libro, que me van a dar de comer a mí y a mis nietos", prometió.

Sólo flaqueó cuando Gutiérrez le recordó un episodio de hace más de 30 años que "no le perdonan" en San José. "¿Hablarías con los familiares de a quien mataste?, le preguntó. "¿Yo?, ¡No! Es una falta de respeto. No quiero hablar... Mi corazón tiene grabado a fuego eso. No me da el coraje... No estoy preparado."

Vitette se siente un hombre libre. Y dice que puede viajar así por todo el mundo, excepto la Argentina. El juez de ejecución Marcelo Peluzzi, que autorizó su expulsión, dispuso que las cuatro penas unificadas en la del robo del siglo se extinguirán el 24 de junio de 2024, aunque su caducidad (que define el límite de la prohibición de reingreso al país) operará diez años después.

En su fallo, exhortó al Congreso a que dé un "debate legislativo" para modificar el artículo de la ley migratoria que favorece el "extrañamiento" de condenados extranjeros al cumplir la mitad de su condena. Sostuvo que con esto se incorpora por fuera del Código Penal una nueva causal de extinción de la pena y se interrumpe el proceso de reinserción progresiva implícito en el cumplimiento de las sentencias, más en un caso como éste, con una persona condenada por varios delitos..

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