Roberto Rusciolelli: “Hay que pensar en la gente”

Roberto Rusciolelli: “Hay que pensar en la gente”

“Lo que estamos viendo, como común denominador, es que estamos todas con problemas”, expresó Roberto Rusciolelli respecto de la situación de las distribuidoras de energía del interior bonaerense. 

El presidente del Consejo de Administración de la CEAL planteó que, antes de resolver nuevos aumentos en el costo del suministro de la electricidad, debe analizarse el contexto socioeconómico. “Lo que observamos hasta ahora son políticas duras”, expresó Rusciolelli. De avanzar con los incrementos, se descuenta que las asociaciones de consumidores y defensorías del pueblo, interpondrán recursos para tratar de evitar los “tarifazos”. Y la cooperativa eléctrica de Neuquén adelantó que no pueden asumir ni trasladar la suba al usuario. 

No se avizora un escenario sencillo para este año en materia de tarifas. A los incrementos dispuestos en los años precedentes, existe una intención gubernamental de avalar en los próximos meses una suba del 40% en el costo de la energía. La cuestión pasará por saber qué sector de la alicaída economía nacional, provincial y local –en el caso de Azul- está dispuesta a soportar el nuevo “tarifazo”, ya que también se prevé el incremento –cuanto menos- en lo que se paga por el gas que llega a domicilios e industrias.

A la queja por descontado de las asociaciones de consumidores y defensorías del pueblo, se podrían sumar algunas señales de “queja” por parte de distribuidoras de energía, que son las que tienen un trato cotidiano con el usuario. En el país ya existe un antecedente en ese sentido; en la ciudad de Neuquén, el presidente de la cooperativa eléctrica, Carlos Ciapponi, advirtió que no pueden asumir ni trasladar el nuevo incremento de la energía mayorista previsto para 2019. Adelantó que no le pagarán a Cammesa (la principal transportadora) la suba, aún cuando ésta cuente con el beneplácito del gobierno nacional. Cabe mencionar que, en el caso de esa capital patagónica, Cammesa pretende una suba del orden del 55 por ciento.

“Al día de la fecha hemos estado al día con los pagos a Cammesa, pero a partir de acá se nos haría prácticamente imposible cumplir y trasladar este aumento escalonado que prevé Cammesa al usuario”, indicó el secretario del Consejo de Administración de la Cooperativa neuquina, Darío Lucca.

La entidad manifestó su desacuerdo con la política energética nacional que quitó subsidios y aumentó el costo de la energía mayorista en los últimos dos años “prometiendo inversiones que no se ven”, dijo Lucca.

Ciapponi detalló que el costo de la energía históricamente representó poco más de 30% en el presupuesto de la cooperativa, y ahora está cerca del 70%. Con 95 mil asociados, la neuquina es la cooperativa eléctrica más grande de Sudamérica. Mensualmente abona 102 millones de pesos por la energía a Cammesa y, con el aumento, deberían afrontar más de 150 millones.

Para conocer el panorama actual en Azul, EL TIEMPO conversó ayer con el presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Azul Limitada, Roberto Rusciolelli.

“Nosotros tenemos que asociar el análisis de la situación actual a lo que más o menos conocemos en cuanto a las recomposiciones tarifarias que se van a dar este año, y no podemos dejar de decir que la situación es preocupante”, indicó Rusciolelli.

“Más allá que podamos mirarlo desde la óptica de un usuario que desde hace mucho tiempo viene manifestando su preocupación y sus dificultades para el pago de los servicios, sobre todo el de gas, que es atroz, también hay análisis complementarios. Una recomposición del 35 o del 40 por ciento como la que se está hablando aplicable en tres tramos, a nivel de las distribuidoras existe preocupación porque somos el primer eslabón en la visibilización del humor público”, agregó.

Distribuidoras en “default”

En la charla con este diario, el gerente de la CEAL dijo que “si a todo eso le sumamos que el volumen de aumento no va para las distribuidoras sino a otros sectores energéticos, como el transporte y la generación, lo que se está viendo a nivel de la Federación de Cooperativas es que puede haber dificultades para lo que es la compra de energía en sí misma”.

“De hecho –explicó- se publicó un listado de los deudores de Cammesa y estamos hablando de 19.000 millones de pesos. Hay muchas distribuidoras, quizás no tanto dentro de la provincia de Buenos Aires, que prácticamente han entrado en default”.

Rusciolelli señaló que existen diferencias entre Azul, donde el grueso de la cartera de clientes es residencial, y poblaciones como Olavarría, donde hay un aporte sustancial del área industrial.

“Eso –manifestó– le quita valor agregado de distribución a los ingresos que pueda generar la Cooperativa por venta de energía. Esto tenés que incluirlo en un contexto más macro, en cuanto hace a la economía porque hoy no sólo el tipo de cambio incide, con insumos que están dolarizados”.

El contexto socioeconómico

El titular de la CEAL aseguró que “uno de los mayores factores que afectan (a las cooperativas en concepto de servicios prestados) es la depreciación de los salarios de la población y, en general, de todos los sectores en relación de dependencia”.

“Habría que tomar debida cuenta del contexto socioeconómico de la Argentina porque, más allá de lo que se planifica, de los niveles tarifarios y las recomposiciones que son producto de los acuerdos internacionales, hay que pensar en la gente. Lo que observamos hasta ahora son políticas duras y un acompañamiento de la población que se manifiesta dentro de los cánones democráticos y establecidos por ley”, mencionó, y se refirió a situaciones que estarían “al caer”.

“Sabemos extraoficialmente que hay muchos sectores de las asociaciones de consumidores y de defensorías del pueblo que ya están preparando recursos para oponerse a lo que ya puede ser el anuncio formal de aumento de tarifas. Los que distribuimos y cobramos, somos los que tenemos que poner la cara”, enfatizó.

Un enfoque acorde

Rusciolelli afirmó que, a nivel local, la CEAL viene instrumentando un plan de acción acorde con la situación del país. “Desde hace muchísimo tiempo venimos haciendo ejercicios de optimización de costos y racionalización, tanto en la cuestión administrativa como operativa. Claramente tenemos políticas restrictivas que nos condicionan en cuanto a lo que son inversiones y desarrollo de ciertos planes, pero hay algunos que no los podemos dejar de hacer. Estamos tratando de transitar por el medio”, expresó.

Diferenció el “cambio de época” de un modelo de gestión a otro, a la vez que puso el acento en el difícil presente de la población que se ve imposibilitada de afrontar sucesivos ajustes.

“En la década pasada decíamos que no había tarifa y era cierto, porque prácticamente la energía eléctrica se regalaba. Entonces pensábamos que propendiendo a una paulatina recomposición de los niveles tarifarios íbamos a ir saliendo de los problemas, pero después tuvimos un contexto que derivó en la devaluación y muchas veces, en la imposibilidad de hacer ajustes que por lógica hay que tener en cuenta”, indicó.

Ratificó que, en lo que se refiere a los demás servicios de la CEAL, “tenemos un manejo equilibrado”. “La realidad actual en cuanto a suministro eléctrico dista de la que era diez años atrás, porque se han venido haciendo inversiones que dieron cierta seguridad en aquello que son las demandas estivales. Lo mismo nos pasa con el agua, donde prácticamente no hemos tenido problema de suministro en los picos de temperaturas. Eso es el resultado de las inversiones que hemos hecho”, se explayó.

Realidades y proyectos

Ayer, medios de comunicación de alcance nacional con base en la Ciudad Autónoma dieron cuenta de más de 35.000 usuarios que permanecían sin servicio de energía, en un contexto donde las prestatarias Edenor y Edesur estaban “en falta” ante 180.000 y 200.000 usuarios residenciales, respectivamente.

En la entrevista el presidente del Consejo de Administración de la CEAL marcó las diferencias entre ese panorama y el del “pago chico”.

“Hemos tenido muchos problemas con las transportadoras pero, si comparamos la realidad local con lo que pasa en este mismo momento en el Gran Buenos Aires y la capital, la gente tendrá una idea cabal de dónde estamos parados. Los azuleños tenemos que empezar a valorar la perfomance de la Cooperativa como prestador, no sólo de energía eléctrica sino de agua y cloacas; y lo dice alguien que está abierto a escuchar críticas de cualquier tenor”, expresó y admitió: “Falta mucho por mejorar y por hacer”.

Rusciolelli habló entonces de proyectos en estudio que vienen a fortalecer los planes de “modernización del alumbrado público de la ciudad”. “En nuestra gestión generamos la mayor transformación en materia de alumbrado público de Azul con la ordenanza 3000 y ahora estamos trabajando en planes de led”, amplió.

“ESTAMOS TODOS CON PROBLEMAS”

Cuesta encontrar a un sector que no enfrente serias dificultades para afrontar los “tarifazos” de servicios esenciales. Los aumentos que ahora piden las generadoras y transportadoras de energía han llevado a las distribuidoras a profundizar análisis sobre lo que pueda ocurrir a futuro. De ahí que los integrantes de la Federación de Cooperativas de Electricidad y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, entre las cuales está la CEAL, estuvieron reunidas días pasados en Tandil. “Nosotros tenemos una situación expectante pero no exenta de preocupación. A nivel federativo estos temas se debaten permanentemente y vemos que las problemáticas se dan de distinta forma según la región del país. Puede haber excepciones, pero yo diría que no hay una distribuidora de energía que no esté atravesando por dificultades”, definió.

“Hay algunas que tienen un mercado de mayor capacidad contributiva (industrias) y crecimiento poblacional y económico, como puede ser Tandil, donde quizás la realidad sea un poco distinta. Lo que estamos viendo, como común denominador, es que estamos todas con problemas”, concluyó Rusciolelli.

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