Con un respiro sanitario, se definen a contrarreloj las incógnitas para la temporada

Con un respiro sanitario, se definen a contrarreloj las incógnitas para la temporada

Por: Mariano Suárez. La situación sanitaria de Mar del Plata comienza a dar algo de respiro y descomprime tensiones. En los últimos días, funcionarios provinciales admitieron que el pico de contagios que tuvo la ciudad bajó levemente y que hay estabilidad de contagios.

Lejos de poder relajarse, este panorama les permite a todos poner la cabeza de lleno en la temporada de verano que dará su primer paso este domingo cuando se admita el ingreso de propietarios no residentes.

Mar del Plata sostiene desde hace varios días un promedio de contagios que ronda los 250 por día. “El sistema sanitario superó la etapa de máximo estrés. Para la provincia  Mar del Plata es una ciudad de ‘riesgo moderado’”, contó un funcionario municipal.

El ministro de Salud Daniel Gollán y el vice Nicolás Kreplak, también marcaron la mejora. Luego de advertir que Mar del Plata era uno de los distritos  más complicados de toda la provincia de Buenos Aires, esta semana trasladaron el conflicto a localidades con Tandil, Olavarría y Azul.

Este alivio también sacó del centro de la escena la rebelión marplatense: la apertura de bares, restaurantes, gimnasios, hoteles alojamientos y hasta canchas de fútbol quedó naturalizada, tanto para los marplatenses como para las propias autoridades. El municipio que decidió no controlar, ni insistir con el plan de reactivación que presentó hace 10 días y la provincia que optó por relativizar el incumplimiento de la fase 3.

Hoy por hoy, las miradas están puestas en el futuro inmediato: cómo planificar la mejor temporada posible. El gobierno provincial estableció en aquella conferencia en el Museo MAR (más allá de las contradicciones y los posteriores retrocesos, con la actividad teatral, por ejemplo) el marco general que había acordado con los intendentes de los doce distritos turísticos más importantes. En ese contexto de acuerdo, la decisión de Martín Yeza (Pinamar) de anunciar el cobro de una contribución especial de 100 pesos por turista cayó mal en muchos de sus pares. Incluso, en Guillermo Montenegro.

“El acuerdo fue establecer reglas generales para todos. Nosotros queríamos establecer el tema de hisopados, pero la decisión de la provincia fue ‘hisopados no’ y acatamos”, graficó un hombre cercano al intendente de Mar del Plata.

Aún quedan algunas cuestiones por definir. Una de ellas es el funcionamiento de la APP Cuidar Verano. El gobierno provincial ya avisó que será obligatoria para veranear en la provincia, algo que no cayó bien en el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación Matías Lammens, quien marcó claramente que esa no era la intención del gobierno nacional.

Otra cuestión es el protocolo para las playas públicas. La semana anterior, la provincia había sacado un comunicado en el que hablaba de espacios delimitados por aros o similares para cada grupo familiar. Duró poco: la versión original fue editada y los voceros de la cartera sanitaria se encargaron de avisar que se trató de un error. “La idea es que haya promotores comunitarios en las playas para hablar con la gente y evitar que se amontonen”, detallaron. De todos modos, la idea de establecer áreas aún no está descartada por completo, según pudo saber este medio.

En el municipio, en tanto, buscan acelerar las definiciones sobre las cuestiones al aire libre que, creen, serán la principal característica del verano. Incluso, se agarran de las declaraciones de la vicegobernadora Verónica Magario para no descartar la apertura de la nocturnidad. “Ella no dijo nocturnidad no, dijo ‘No piensen en nocturnidad cerrada’. Eso va en línea con los decks y los corredores gastronómicos”, señalaron desde el municipio.

Este jueves habrá una nueva reunión entre los empresarios gastronómicos y el secretario de Desarrollo Productivo Fernando Muro. Los propietarios de bares y restaurantes esperan que se aceleren las definiciones. “Son temas que involucran a muchas áreas y tiene muchas variantes. No es lo mismo un comercio en la esquina, una cuadra donde hay dos bares y otra donde hay cinco. Todos esos casos tienen planificaciones distintas y esperamos que el Ejecutivo nos diga cómo serán”, confió un empresario del sector.

Más allá de los detalles (no menores, por cierto) todos se imaginan un verano con mesas y banquetas en el espacio público. ¿Y boliches? Los empresarios de Playa Grande, el sector de nocturnidad por excelencia, pidieron públicamente avanzar hacia la playa para poder abrir. “Formalmente, no hay ningún pedido”, dijeron desde el municipio.

Los productores de fiestas y recitales también están expectantes. Lógicamente, no tienen ninguna expectativa de hacer fiestas como todos los años como 8 mil o 10 mil personas, ni en espacios cerrados, ni tampoco en las playas. Pero ya presentaron una alternativa: “Plantemos un formato similar al autocine, con distanciamiento e islas para 6 a 10 personas. Cada isla se reservará y habrá música”, anticipó un productor a este medio.

Al mismo tiempo que el municipio se entusiasma con algún tipo de nocturnidad, expresa su preocupación por las fiestas clandestinas. Es más: argumentan que si se prohíbe rotundamente lo primero fomentará lo segundo. “Montenegro ya lo habló con Axel, con (Carlos) Bianco y con (Augusto) Costa”, señalaron fuentes del Ejecutivo y marcaron que el municipio pondrá a disposición “todo el personal de áreas de inspección y control” para prevenir las fiestas clandestinas.

“Necesitamos un comando unificado de trabajo en nocturnidad. Seguramente cuando se resuelva cómo se distribuyen los efectivos del Operativo Sol, Guillermo lo trabajará con (Sergio) Berni”, anticiparon.

Este domingo, por lo pronto, será el puntapié inicial de la temporada. En rigor, el turismo todavía sigue prohibido, pero el desembarco de propietarios no residente pondrá a prueba el funcionamiento de algunos protocolos y, fundamentalmente, servirá para monitorear que no se produzcan llegadas masivas los fines de semana. Para el municipio, son 60 mil los propietarios habilitados para venir a la ciudad de acuerdo a las partidas de TSU (cada uno puede venir con su grupo familiar primario), pero estiman que el número no será significativo al menos en el primer mes.

¿Qué temporada tendrá Mar del Plata? La respuesta es una gran incógnita, pero desde el municipio lanzan una advertencia: “Si alguno piensa en cortar curvas en enero y febrero para recuperar las pérdidas del año que se olvide. Este año fue nefasto para todos. Trataremos de perder lo menos posible”.

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