"Es irrisorio lo que se paga hoy en la provincia por lo que vale una hectárea de campo". Con picantes declaraciones, salió a cruzar el gobernador Antonio Bonfatti a los integrantes de la mesa de enlace rural santafesina que cuestionaron los incrementos del impuesto inmobiliario urbano rural contemplados en la ley de reforma tributaria sancionada el jueves pasado por la Legislatura y promulgada ayer (ver aparte) por el Poder Ejecutivo provincial.

Los productores nucleados en Carsfe, Coninagro y Sociedad Rural habían tildado anteayer de "traidores" a los senadores que "modificaron su voto media hora antes de la sanción" y posibilitaron la semana que pasó el definitorio desempate del vicegobernador Jorge Henn que convirtió en ley la anhelada iniciativa para la Casa Gris. Además se quejaron porque, a juicio de los ruralistas, la suba impositiva "favorece más a la Nación que Santa Fe" por la incidencia de los avalúos en los impuestos a las ganancias y los bienes personales.

Bonfatti recogió el guante y replicó sin ambages: "La provincia no tiene la culpa si hay tributos nacionales que tienen la incidencia que tienen, porque nosotros tenemos que actualizar los recursos y los ingresos de Santa Fe para seguir sosteniendo y dando respuesta a las demandas de los propios productores. Y yo creo que es irrisorio lo que se paga hoy en la provincia por lo que vale una hectárea de campo".

El mandatario confesó su sorpresa por la reacción que provocó entre la dirigencia rural santafesina la sanción de las modificaciones impositivas y destacó el buen nivel de diálogo que la Casa Gris venía manteniendo con el sector. "Hemos tenido muy buenas relaciones, estuvimos reunidos en mi despacho en numerosas oportunidades donde hemos tenido acuerdos, por eso me extraña esta reacción ahora", concluyó Bonfatti.

La reforma tributaria establece incrementos en la valuación fiscal de los inmuebles rurales, a partir de 2012. También, agrega un adicional a grandes propietarios rurales.